DÍA INTERNACIONAL DEL ABOGADO REIVINDICA LA NECESIDAD DE UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA

DÍA INTERNACIONAL DEL ABOGADO REIVINDICA LA NECESIDAD DE UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA

Por: Nayeli Ortega

Con un portafolio lleno de papeles, un sinfín de leyes en la mente y listo para resolver dificultades; así se ve un abogado, el profesional que tiene la capacidad de exigir justicia para las personas. El tercer día de febrero se celebra a nivel mundial el Día Internacional del Abogado, reconociendo su rol en la sociedad, “el de ayudar a la resolución y la prevención de conflictos para contribuir a una cultura de paz que nos ayude a prosperar como pueblo”, así describe esta labor, Nicolás Vásquez Schaer, especialista en el área de Derecho.

La palabra abogado proviene del latín advocatus, que significa llamado para; en referencia a que estos profesionales son solicitados como asesores e intermediarios en casos que requieran imparcialidad. Esta profesión surge en Grecia, era ejercida por una persona cercana al acusado y con una cualidad elocuente para defender a su prójimo; no recibía ninguna retribución por ello. Pericles es conocido como el primer abogado profesional.

Día a día, en todo el mundo, miles de personas requieren de las habilidades de un profesional en Derecho, en sus diversas especialidades. Su accionar es importante para la sociedad, para aportar paz, estabilidad y seguridad legal en la sociedad. “La paz se transmite a través de la gestión del conflicto de manera positiva y propositiva” afirma Vásquez, actualmente director de la carrera de Derecho de UNIFRANZ El Alto.

Se puede reconocer un buen abogado por sus cualidades personales, porque “el abogado no debe brillar solo por su acopio de conocimientos, sino por la rectitud de su conducta” afirma Vásquez, y enumera algunas características de estos profesionales como la empatía, actitud propositiva, amable y mesura; además, debe interiorizarse sobre todo aquello que aqueja su cliente, considerar los problemas, y estudiar ampliamente a la contraparte para brindar soluciones.

La abogacía requiere de vocación; preocuparse por su país, incomodarse por la injusticia y tener un instinto de protección. Por ello, la formación académica de un abogado es importante para crear un pensamiento crítico de las situaciones sociales, adquirir herramientas útiles para preparar argumentos sólidos, como la capacidad de analizar y evaluar.

“El Derecho es una carrera mundial, el trabajo para los futuros abogados nunca va a faltar. A nivel nacional, cada empresa, cada entidad, pública o privada necesita de asesoría legal que permita encausar sus actividades al cumplimiento de todas las exigencias de la sociedad. Por otro lado, a nivel internacional, existen grandes oportunidades para los abogados en organizaciones internacionales, ONG’S, e incluso empresas transaccionales”, puntualizó el especialista.

 

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