Los cigarrillos electrónicos “son una trampa” y casi 2.000 millones de personas en el mundo están desprotegidas frente a los riesgos que suponen los mismos, alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su último informe sobre la situación actual del tabaquismo en el mundo (31 de julio de 2023).
Si bien esta tecnología se desarrolló con la idea de reemplazar el consumo de tabaco, muchos de estos dispositivos contienen nicotina, la sustancia responsable de generar adicción y a la que se asocian problemas de desarrollo cerebral, principalmente en jóvenes menores de 20 años.
Daniel Pinto, director de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que este tipo de cigarrillos no están libres de tóxicos y no existen evidencias científicas de que sean más seguros que los cigarrillos convencionales.
“Entre las sustancias que se encuentran en el e-líquido está la nicotina (también los hay sin nicotina), que además de ser altamente adictiva, tiene efectos muy nocivos para la salud. Existe una gran variabilidad del contenido de nicotina entre distintas marcas y modelos y en algunos casos pueden contener la misma cantidad que los cigarrillos comunes”, indica.
Un cigarro electrónico, vapeador o e-cigarrillo podría generar un daño muy importante cuando se le agregan elementos oleosos, como aceite de Cannabis, vitaminas A o E, ya que el cuerpo no tiene ningún mecanismo de defensa para expulsar las microgotas aceitosas que entran al tracto respiratorio, lo que ocasiona un tipo muy particular de neumonía grasa que se queda atrapada en los alveolos, bronquiolos y bronquios.
La cantidad de nicotina incluida en un e-cigarrillo es elevada, la cual libera metales pesados que, además, entran a las vías respiratorias de manera lenta. En la solución también se han detectado otros productos químicos que son tóxicos y cancerígenos.
Hay estudios que evidencian que el vapor inhalado produce irritación de las vías respiratorias y reacción inflamatoria en los pulmones
Lenta regulación
De acuerdo con la OMS, el 85% de los países desarrollados tienen iniciativas para limitar el uso de vapeadores y productos similares, al igual que 40% de las naciones en vías de desarrollo. Asimismo, 79% de las regiones más pobres trabajan para controlar la venta de estos dispositivos.
En tanto, en Bolivia, desde 2020, rige la Ley 1280 de Prevención y Control de Tabaco que en su artículo 14 hace referencia a este tipo de productos. La norma fue reglamentada mediante Decreto Supremo 4972 de junio de 2023, aunque aún está pendiente su reglamentación local por parte de los gobiernos municipales.
“La producción, importación, distribución y comercialización, así como la regulación o prohibición en la utilización, de los sistemas electrónicos de administración de nicotina, sistemas similares sin nicotina, productos de tabaco calentado, productos sin combustión y otros, estarán sujetas a reglamentación”, dice a la letra el artículo 14 de la Ley.
Un informe de la OMS respecto a la situación de los cigarrillos electrónicos en Bolivia da cuenta que el consumo de Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN) entre jóvenes de 13 a 15 años tiene un considerable incremento y que 8 de cada 10 jóvenes ingieren nicotina a partir de un cigarrillo electrónico. Los datos fueron develados en un estudio nacional realizado entre 2012 y 2018.
Alternativas naturales
Pinto asegura que, si bien la Bioquímica se destaca por el control de la calidad de diferentes muestras, otras de sus competencias son el análisis de los cigarrillos y la búsqueda de alternativas naturales para evitar cuadros complejos en los pacientes.
“Por ejemplo, se podrían elaborar cigarrillos herbales con cero nicotina, que contengan yogurt o establecer una estrategia para disminuir la contaminación por el cigarrillo con la fabricación de filtros biodegradables que en su interior contengan semillas, así cada vez que se deposite una colilla en el suelo de ésta termine naciendo una flor”, sostiene.
El académico plantea, también, que se requiere implementar estudios clínicos toxicológicos en diferentes poblaciones para establecer estrategias de mejora para la calidad de vida de la sociedad.
Siete consejos a tomar en cuenta
Pinto recomienda que, antes de fumar un cigarro electrónico, las personas (particularmente los jóvenes) tienen que tomar en cuenta lo siguiente:
Contiene nicotina mezclada con sustancias como el propilenglicol y aceites esenciales que generan una mezcla que suele ser más tóxica.
El fumador de cigarrillos electrónicos presenta elevadas muestras de nicotina en la sangre.
Su consumo genera dependencia, incluso más que un cigarrillo convencional.
No está prohibido su consumo cerca de personas que consumen cigarrillos convencionales.
En Bolivia 8 de cada 10 personas jóvenes ingieren nicotina a partir de un cigarrillo electrónico.
El cigarrillo electrónico no es una opción para dejar de fumar.
Cada día, en Bolivia se registra que 5 de cada 10 personas fallecen a causa del humo originado por cigarrillos electrónicos y 10 de cada 10 generan dependencia.
“En la carrera de Bioquímica y Farmacia nos interesa seguir trabajando en las líneas de investigación que tengan que ver con la producción de productos de interés con el fin de resolver problemáticas de la vida real en nuestro entorno, a fin de desarrollar habilidades propias de la profesión en nuestros estudiantes, y sobre todo pensar en un futuro donde podamos brindar a la sociedad espacios sin contaminación”, puntualiza el académico.