Pasión, proactividad y competitividad. En el fascinante trayecto de los simuladores empresariales, Alejandro Arze, quien comenzó estudiando contabilidad, pero ahora encontró su camino como estudiante de Ingeniería de Sistemas en Unifranz, se presenta como un protagonista excepcional, participando como coach en el reto LABSAG, una franquicia internacional que lanzó un reto a los estudiantes de las mejores universidades de Iberoamérica para la gestión de simuladores de negocios, donde también participaron estudiantes de la facultad de ciencias empresariales y la carrera de Publicidad y Marketing de las distintas sedes de Unifranz.
«Durante los últimos tres semestres, participé en el reto internacional LABSAG, un concurso que fortalece nuestras habilidades de toma de decisiones” comparte Alejandro sobre el desafiante mundo de la simulación empresarial, herramientas interactivas que recrean entornos empresariales de manera virtual, permitiendo a los usuarios experimentar y tomar decisiones como si estuvieran al frente de una empresa real. “En la carrera de Ingeniería de Sistemas, nos involucramos con el simulador SIMPRO, que nos permite aprender a gestionar una fábrica o empresa, tomando decisiones basadas en operarios, productos y demanda, entre otros».
La dinámica colaborativa en equipo se mostró como pieza esencial en este viaje. «Trabajamos con los chicos para ganar el primer lugar en este reto. Se organizó con todos los estudiantes de la asignatura de Investigación Operativa II (en la que 3 semestres atrás, hicieron ingeniería inversa a todo el simulador para comprenderlo, incluso desarrollando un prototipo del mismo), se capacitó a los estudiantes (destacados que fueron invitados a participar), y se formaron tres equipos. Cada equipo presentó propuestas para la competencia, y yo, basándome en mi experiencia, ayudé a cada uno,» explica Alejandro sobre el proceso de preparación y competición.
Durante el desafío final, fue el enfoque a un trabajo más eficiente la que dictó el veredicto. «El mayor reto fue la última decisión. Hasta la penúltima, estábamos en segundo lugar. Debíamos superar el puntaje de una universidad peruana y comprender cómo funcionaba el simulador en esa última decisión. En ediciones anteriores, creíamos que ciertos costos no se podían disminuir, pero en esta versión, tuvimos que mejorar sí o sí. Nos esforzamos por ser más eficientes y ganamos por un punto. Básicamente, aprendimos a desaprender para replantear estrategias y ganar,» relata Alejandro sobre el emocionante desenlace.
Su experiencia revela no solo la aplicación de habilidades técnicas sino también una mentalidad de aprendizaje continuo. «Para los estudiantes que quieran participar en futuras ediciones, les recomendaría dedicar tiempo y pasión al simulador. Es como un videojuego adictivo, si uno invierte dedicación, sin duda alguna obtiene resultados. Esta experiencia nos enseña que siempre hay oportunidad para mejorar y convertir los desafíos en oportunidades de aprendizaje». El consejo de Alejandro, destaca la importancia de la dedicación y la perseverancia en este campo.
El coach del equipo ganador, compartió también el acontecimiento que lo marcó personalmente en la experiencia. Al principio, ya tenían todas las estrategias establecidas, incluso una que se perfilaba como la ganadora. Sin embargo, su equipo no se confió y continuó trabajando. Pero fue la competencia interna la que finalmente le concedió la corona a nivel internacional. “Mejoramos con el tiempo, y el segundo equipo (local), inicialmente en 1,530, subió a 1,550. El primer equipo, en 1,557, tuvo que esforzarse más para aumentar su puntaje. Finalmente, ganamos a los peruanos por uno, una situación interesante sobre cómo la competencia interna nos ayuda a ser más competentes”.
Aprender es mejorar
«Antes de ganar por primera vez, participé como invitado hace dos semestres en otro equipo que ingresó al reto Internacional LABSAG. Aunque no ganamos y no cumplimos algunas bases, aprendimos mucho. Si algo no sale bien, siempre hay oportunidad para mejorar. Les recomendaría a todos que no se rindan y vean cada situación como una oportunidad en lugar de un fracaso». Alejandro, enfatiza la importancia de la resiliencia y la percepción positiva frente a los desafíos.
La travesía de Alejandro en la simulación empresarial, destaca cómo la ingeniería de sistemas en Unifranz se establece como un pilar fundamental en la formación de profesionales capaces de enfrentar desafíos complejos. La historia de éxito no solo radica en estrategias y tácticas bien ejecutadas en el mundo virtual de los negocios, sino también en la habilidad para aprender, desaprender y adaptarse constantemente, una destreza esencial en el mundo empresarial actual. La competencia no solo fortalece habilidades técnicas, sino también valores de trabajo en equipo, resiliencia y perseverancia, marcando así el camino para futuros líderes empresariales que buscan no solo sobrevivir sino triunfar en el mundo de los negocios dinámicos.