Transformar el mundo y formar competencias para el futuro, la importancia de la calidad educativa

Transformar el mundo y formar competencias para el futuro, la importancia de la calidad educativa

Por Manuel Filomeno

La calidad educativa es un parámetro que las instituciones de formación deben tener muy en cuenta; ante esta situación, es importante la pertinencia de los contenidos, para que, de esta manera los estudiantes puedan adquirir las competencias necesarias para su futuro, convertirse en agentes de cambio y transformar el mundo

Entender el mundo para transformarlo, superar nuestras barreras, desarrollar las competencias para ser un agente de cambio, prepararnos para el futuro, la calidad educativa es primordial para romper los ciclos y crecer como sociedad.

La calidad educativa no es otra cosa que recibir una educación completa, en la que se adquieran las competencias y conocimientos necesarios para que los niños se desenvuelvan con total normalidad en su día a día y adquieran la capacidad de realizarse de manera pertinente y efectiva.

La efectividad de un proceso formativo, validado por la sociedad, tiene relación con la pertinencia. Los expertos afirman que un proceso de enseñanza-aprendizaje sin pertinencia, es vano. Con respecto a este tema se presentan verdades extremas referidas a la calidad educativa; ambas postulan la pertinencia como un indicador de la calidad”, señala la psicopedagoga Sara Yoshino, miembro de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo.

Yoshino reconoce dos visiones sobre la calidad educativa y su importancia en nuestra sociedad, una visión holística y otra contemporánea

“Desde una visión holística milenaria, la calidad educativa consiste en la formación de seres para mejorar el mundo y transformarlo; es decir, hablamos de calidad educativa en función de la pertinencia del proceso formativo a las necesidades, características y requerimientos del ser que aprende para cambiar su entorno mediato e inmediato”. 

Por otro lado, la psicopedagoga desde una visión contemporánea, la calidad educativa se orienta al desarrollo de competencias profesionales para enfrentar situaciones diversas en su campo laboral. 

“Es decir, busca asegurar la empleabilidad. Desde esta perspectiva, la tasa de empleabilidad es un indicador de calidad, cumpliendo, además, con estándares avalados por agencias de acreditación de la calidad nacionales e internacionales; o sea, estamos hablando de calidad educativa en función de la pertinencia a las demandas sociales para satisfacer el mundo del trabajo”.

Características de la calidad educativa

Para ser de calidad, la educación debe cumplir con ciertas características:

  • Ser una educación accesible. Los docentes y directivos tienen que mantener una postura abierta con el fin de mejorar los procesos de enseñanza.
  • Garantizar un acceso fácil y sencillo a todos los recursos materiales necesarios. Todos deben de tener las mismas oportunidades dentro del proceso educativo.
  • Facilitar la integración de las innovaciones en las aulas.
  • Promover el trabajo en equipo y la participación activa del alumnado.
  • Motivar a los padres para que también participen y ayuden a que las instituciones educativas mejoren en todos sus aspectos.
  • Conseguir establecer mecanismos para que los docentes nunca dejen de formarse. De esta manera, los maestros y profesores conseguirán mejorar su forma de trabajo, a la vez que se sentirán más realizados.

El impacto de la educación en la sociedad

La educación de calidad no solo aporta beneficios a nivel individual, sino que también influye de manera positiva en la sociedad en su conjunto. Una población bien educada tiende a ser más productiva y contribuye al desarrollo económico de una nación. 

Las personas con una educación sólida tienen mayores oportunidades de acceder a empleos bien remunerados y de alta calidad, lo que, a su vez, reduce las disparidades económicas entre la población. Además, la educación fomenta la innovación y el progreso, lo que puede conducir a avances significativos en diversos campos, desde la ciencia hasta la tecnología.

Yoshino identifica, al menos, tres áreas de impacto de la educación de calidad:

  • Reducción de la brecha económica

Uno de los efectos más notables de una educación de calidad es la reducción de la brecha de desigualdad económica en la sociedad. Cuando más personas tienen acceso a una educación que les permite desarrollar habilidades y conocimientos, se crea una fuerza laboral más competitiva y capacitada. 

Esto resulta en un aumento en la demanda de empleados calificados, lo que, a su vez, aumenta los salarios y mejora las condiciones laborales. Como resultado, se reduce la brecha entre los ingresos de los ciudadanos, lo que contribuye a una sociedad más equitativa.

  • Contribución al desarrollo económico

La educación también desempeña un papel crucial en el desarrollo económico de un país. Una fuerza laboral educada y capacitada es fundamental para impulsar la productividad y la innovación en las industrias. 

Las personas con una educación sólida son más propensas a emprender nuevos proyectos empresariales, lo que fomenta la creación de empleo y el crecimiento económico. Además, una fuerza laboral educada atrae inversiones extranjeras y estimula la competitividad global de la nación en el mercado internacional.

  • Promoción de la Innovación

La educación no solo se limita a transmitir conocimientos, sino que también fomenta la creatividad y la innovación. Las personas educadas están más dispuestas a explorar nuevas ideas y enfoques en diversos campos, desde la ciencia y la tecnología hasta las artes y la cultura. 

Esta cultura de innovación puede dar lugar a avances significativos que impulsan el progreso de la sociedad en su conjunto. La investigación y el desarrollo florecen en entornos educativos sólidos, lo que lleva a descubrimientos y avances que mejoran la calidad de vida de las personas.

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