Tecnología que transforma sonrisas, así la tomografía 3D mejora los tratamientos dentales

Por Paula Beatriz Cahuasa

IMAGEN DE UNIFRANZ

Hoy, la tecnología se ha convertido en una aliada indispensable en el campo de la odontología. Uno de los desarrollos más revolucionarios es la tomografía computarizada 3D, una herramienta de alta precisión que actualmente se utiliza para el diagnóstico y la planificación de tratamientos dentales, permitiendo intervenciones más seguras, rápidas y personalizadas.

Alina Alanoca Rivero, docente de la carrera de Odontología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que las técnicas imagenológicas como: la tomografía con BIM o 3D en odontología, se utilizan para mejorar tratamientos. Esta técnica proyecta imágenes en tres dimensiones, que posibilita distintas vistas y distintos cortes, que ayudan al profesional a proyectar un trabajo más exacto.

“La planificación de tratamientos con tomografía es mucho más precisa, porque tiene herramientas específicas para distintos tratamientos. Por ejemplo, el caso de la endodoncia o el tratamiento de conductos. La tomografía es importante porque tiene aplicaciones que nos permite medir los conductos haciendo click en las estructuras, que nos da medidas mucho más precisas, incluso con décimas de milímetro”, explica Alanoca.

La tomografía 3D permite obtener imágenes tridimensionales de la estructura ósea, los dientes, los tejidos blandos y las vías nerviosas con una precisión milimétrica. A diferencia de las radiografías convencionales, que ofrecían una visión limitada en dos dimensiones, esta tecnología ahora brinda una visión completa y detallada del área de estudio.

Gracias a esta visión tridimensional, los odontólogos realizan diagnósticos más certeros, detectan patologías ocultas y planifican tratamientos con mayor seguridad. Esto reduce significativamente el margen de error y mejora la experiencia del paciente al evitar procedimientos innecesarios o invasivos.

Los beneficios generales de la tomografía 3D en odontología destacan porque se obtiene información para:

  • Diagnóstico preciso: ofrece imágenes de alta resolución en 3D, permitiendo visualizar estructuras anatómicas (dientes, raíces, nervios, senos paranasales) con mayor claridad que las radiografías 2D tradicionales.
  • Planificación de tratamientos: facilita la planificación de procedimientos complejos, como implantes dentales, ortodoncia y cirugías maxilofaciales.
  • Reducción de riesgos: al identificar con precisión estructuras críticas (como el nervio alveolar inferior), reduce complicaciones durante los procedimientos.
  • Menor radiación: comparada con tomografías médicas convencionales, esta emite una dosis de radiación significativamente menor, adecuada para uso dental.

Una de las áreas, en la práctica, que más se beneficia con la tomografía 3D es la implantología. Al permitir una evaluación exacta del volumen óseo, esta técnica ayuda a determinar la ubicación ideal para colocar los implantes, evitando riesgos como la perforación de estructuras anatómicas sensibles, como los nervios o los senos maxilares.

Un estudio sobre implantes dentales, publicado en Clinical Oral Implants Research, demuestra que la tomografía en 3D mejora la precisión en la colocación de implantes dentales al permitir la evaluación tridimensional del hueso alveolar (estructura ósea que rodea los dientes, sosteniendo y alojando las raíces dentales). Los resultados indicaron una reducción del 20% en complicaciones (como perforaciones óseas) en comparación con métodos basados en radiografías 2D.

En endodoncia, esta tecnología es clave para detectar conductos radiculares ocultos, fracturas o infecciones profundas que podrían pasar desapercibidas con radiografías tradicionales. Esto permite realizar tratamientos de conducto más precisos y con mayores probabilidades de éxito a largo plazo.

El estudio en International Endodontic Journal destacó que la tomografía 3D detecta lesiones periapicales (lo que rodea la punta de la raíz de un diente) y anomalías en los conductos radiculares (como conductos adicionales) que no son visibles en radiografías panorámicas. Esto mejora el éxito de los tratamientos de conductos.

La ortodoncia también ha dado un salto cualitativo gracias a la tomografía 3D. Con ella, se pueden planificar movimientos dentales más eficientes, identificar malformaciones óseas y personalizar al máximo los tratamientos con alineadores o brackets, reduciendo los tiempos de corrección y aumentando la comodidad del paciente.

Publicado en Seminars in Orthodontics, este estudio mostró que ayuda a evaluar la posición de dientes impactados y la relación entre dientes y estructuras óseas, optimizando el diseño de tratamientos de ortodoncia como Invisalign.

“Tenemos herramientas para la planificación de implantes, con simulación de implantes. Además, tenemos herramientas para cefalometrías en 3D, o sea, trazados y planificación de la ortodoncia en 3D con la construcción de estas imágenes”, explica Alanoca. 

En cirugías dentales complejas, como la extracción de muelas del juicio, la tomografía 3D aporta una valiosa información sobre la posición exacta de las raíces y su cercanía a estructuras nerviosas. Esto permite al cirujano actuar con mayor seguridad y precisión, minimizando complicaciones postoperatorias.

La experiencia del paciente también mejora notablemente, porque el procedimiento de toma de imágenes con tomografía 3D es rápido, cómodo y no invasivo. Además, al contar con un diagnóstico más preciso desde el inicio, se evitan repeticiones de estudios y se reduce la ansiedad del paciente. “Es mucho más didáctica incluso para la comprensión del paciente respecto al seguimiento de su tratamiento”, asegura la académica.

A nivel técnico, esta tecnología utiliza una dosis de radiación más baja que las tomografías convencionales médicas, lo que representa una ventaja significativa en términos de seguridad para el paciente, especialmente en tratamientos prolongados o en niños.

Por otro lado, cada vez más clínicas dentales incorporan esta tecnología como parte de sus servicios, conscientes de su impacto en la calidad del diagnóstico y el éxito de los tratamientos. La inversión en este tipo de equipos es vista hoy como una apuesta por la excelencia clínica y la confianza del paciente.

En definitiva, la tomografía 3D ha marcado un antes y un después en la odontología moderna. Su capacidad para ofrecer una visión completa y precisa de la anatomía bucal permite a los especialistas trabajar con mayor exactitud, reduciendo riesgos, optimizando resultados y ofreciendo a los pacientes una atención de primer nivel.

avatar de autor
Paula Beatriz Cahuasa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *