Por Manuel Filomeno
Desde novelas hasta textos históricos, poesía, cuento o investigación, leer nos transporta a nuevos mundos, nos permite vivir vidas ajenas, fantasías o ponernos en perspectiva temas de difícil comprensión.
Ya sea a través de un volumen de papel o en una pantalla, leer es uno de los mayores placeres de la humanidad, un placer que, a diferencia de otros, nos cultiva y nos permite entender mejor el mundo que nos rodea.
“Es importante fomentar la lectura porque tiene múltiples beneficios para el ser humano y la sociedad en general. Ayuda en el nivel cognitivo, crea crecimiento personal en cuanto a conocimiento y despierta la imaginación”, señala Roly Lázaro, administrador y gestor de Bibliotecas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz,
Lázaro agrega que fomentar el hábito de la lectura es beneficioso en al menos cuatro aspectos que van desde la ampliación de los conocimientos hasta el desarrollo de la imaginación.
“La lectura ayuda a conocer nuevas cosas. Se vuelve en una fuente de conocimiento en distintas ramas. Los libros especializados y obras literarias documentales son considerados fuentes de información esenciales de educación y formación académica”, expresa.
Por otra parte, el leer nos ayuda a mejorar nuestra propia expresión y comunicación oral. La adquisición de nuevos conocimientos ayuda de sobremanera en el desarrollo de la expresión oral y permite ampliar el vocabulario.
“Asimismo, la lectura es un viaje y exploración hacia otras realidades. Permite crear un sentimiento de empatía del escritor con el lector”, señala.
Finalmente, todo el conocimiento que ofrece la lectura, desemboca en el desarrollo y aplicación de los mismos en el entorno laboral o académico, apunta el experto.
Otros beneficios de la lectura son los siguientes:
- Ayuda a mantener nuestro cerebro más joven
- Aumenta la memoria
- Ayuda a prevenir enfermedades como el Alzheimer o la demencia
- Reduce el estrés
- Nos hace más empáticos
- Aumenta tu vocabulario
- Ayuda a escribir mejor
- Abre la mente a nuevos mundos
- Te hace más creativo
- Siempre tendrás temas de conversación
- Es el mejor pasatiempo
- Te hace más atractivo
La belleza de las letras
“Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”, señaló la afamada poetisa estadounidense Emily Dickinson. Muchos literatos redundan en esta misma idea. Un libro se convierte en una puerta a la imaginación.
Para Mauricio Díaz Muñoz, investigador del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuando hablamos o escribimos, distintas zonas de nuestro cerebro entran en funcionamiento.
La lectura activa una región concreta del encéfalo, un fenómeno que provoca la excitación de nuestras neuronas y la liberación de nutrientes por parte de diversos vasos sanguíneos. Este proceso biológico nos permite comprender las palabras que nuestros ojos están recorriendo.
“La lectura es una actividad en la que el cerebro desempeña múltiples acciones simultáneamente. Diversas zonas del encéfalo deben coordinarse y comunicarse para posibilitar que cada individuo, al leer, reconozca signos o elementos gráficos, los cuales son captados por nuestra vista y posteriormente interpretados, otorgándoles contexto y significado”, explica el investigador en la revista científica de la UNAM.
Nuestro cerebro enfrenta el reto de interpretar una secuencia de símbolos como palabras. Este proceso inicia con la formación de conceptos, que se organizan en oraciones y se leen en un orden específico para tener sentido. Luego, a nivel semántico, evaluamos la coherencia del texto. Finalmente, alcanzamos la etapa de comprensión, que otorga un significado emocional a nuestra lectura.
“Si leemos que un barco de refugiados naufragó en el Mediterráneo cuando se dirigía a Europa, eso nos conmueve, porque simboliza una tragedia. Interpretamos este hecho en nuestro cerebro con un componente emocional. Dependiendo de lo que leamos, despertamos distintas emociones en nuestro cuerpo, lo que implica la activación de otros componentes cerebrales”, concluye el especialista universitario.