Por Pablo Ardaya Cuevas, Experto en Gestión del Talento Humano por Competencias, Master en Gestión Empresarial y actual Director Nacional de Capital Humano en UNIFRANZ.
América Economía.- No es novedad que los tiempos cambiantes impactan en el mundo empresarial, y que las organizaciones, sin importar su tamaño, rubro o emplazamiento, han tenido que aprender a adaptarse a la cada vez más turbulenta realidad económica, social y tecnológica.
La pandemia ha obligado a que las empresas se reinventen simplificando sus procesos, haciendo más eficientes sus relaciones internas, modificando el diseño de sus productos o servicios e implementando cada vez más la tecnología y digitalización en su cotidianeidad.
La implementación de estos cambios es inevitable, y se resume en una premisa: Puedes sufrir el cambio o montarte sobre él y gestionarlo, pero lo que no vas a poder hacer, si quieres seguir vivo, es ignorar la necesidad de adaptarte y reinventarte.
Es en ese sentido UNIFRANZ ha decidido hacer del cambio una oportunidad, en la que no solo moderniza sus procesos mediante la digitalización, o la adaptación de su servicio a los tiempos cambiantes y al desafío del paradigma de la nueva forma de aprender, sino que ha entendido que es fundamental considerar la Cultura Organizacional como la base para la sostenibilidad de éstas implementaciones.
La cultura organizacional es la consecuencia de cómo se realiza la gestión humana, es una cadena de causa-efecto que parte desde el liderazgo y finaliza en la percepción de los colaboradores, materializada en sus hábitos y comportamientos laborales.
La gestión del cambio desplegada en UNIFRANZ, como un proyecto de transformación, se enfoca en la gestión interna para, por consecuencia, transformar su entorno.
Este proyecto de transformación está fundamentado en tres ejes:
- La implementación de experiencias de aprendizaje para los estudiantes, reinventando así el servicio que ofrece como Universidad, pero con un propósito ulterior: transformar la educación en Bolivia.
- La digitalización de los procesos a través de tecnología actual y adecuada al negocio, mediante el sistema Student Management, que moderniza y hace eficiente el uso de recursos y tiempos.
- Un modelo de trabajo denominado Blended Working Experience, que propone una nueva experiencia para los colaboradores, basada en la adaptabilidad, innovación y agilidad, donde lo importante es el foco en conseguir resultados y alcanzar objetivos, dejando atrás los formatos rígidos de trabajo por horarios o presencialidad innecesaria.
Estos tres ejes dan vida al proyecto BEST, que es una estrategia que integra a la experiencia del estudiante, con la modernización tecnológica y la cultura organizacional para generar un cambio sostenible, con impacto social, y a la vez retador y motivador para los colaboradores. Creemos en BEST porque “is the BEST way to do it”.
Blended Working Experience (BWX), uno de los tres ejes de BEST, es mucho más que establecer políticas para flexibilizar modalidades y formatos de trabajo; tiene que ver más bien con generar emociones en los colaboradores que les permita conectar el trabajo con su persona, crear espacios de liderazgo de cercanía para que la cultura sea una impulsora del cambio, logrando que el servicio, los procesos y la tecnología respondan al propósito de la organización, desde el protagonismo de los colaboradores. De otra manera, solo estaríamos decorando superficialmente aquello que es perceptible para la comunidad, y que sería fácilmente derribado ante la falta de convicción de una cultura sólida.
Creemos firmemente que las personas construyen el cambio porque viven y sienten el propósito de su organización y lo asimilan como parte de su misión profesional, esa es la Cultura que buscamos con el eje BWX. Mucho se ha hablado de las ventajas de las modalidades de trabajo híbridas y remotas, pero desde la óptica de BWX, el formato de trabajo solo es un medio para dar la agilidad necesaria a la organización y garantizar el alcance de los objetivos.
Es innegable que el trabajo remoto tiene muchas ventajas y un efecto motivador en la conciliación de la vida laboral y familiar de los colaboradores, sin embargo, para BWX es una manera de lograr que la cultura organizacional se enfoque, sin distracciones, en lo que realmente importa: los resultados y objetivos cumplidos.
La implementación de BWX no será sencilla, porque será necesario que las personas desaprendan y dejen de lado años y años de hábitos en los que “el trabajo” era un lugar físico. Además, es necesario dotar a las personas de nuevas habilidades y competencias como la autogestión, la orientación a resultados, el liderazgo de cercanía, la adaptabilidad, entre otras. Por ello, BWX ha contemplado dentro de sus acciones, un trabajo muy cercano con los líderes y los colaboradores, para que sientan la importancia de su aporte al propósito de la organización y su trabajo tenga sentido más allá de rutinas administrativas y procedimentales.
Es lógico pensar en que no todas las personas estarán abiertas a esta nueva forma de pensar y actuar, pero al conseguir la coalición entre quienes creen en el cambio y sus bondades, más la celebración de los primeros resultados tangibles de este proyecto, aplacarán el escepticismo y poco a poco se instalará en el inconsciente colectivo.
Por supuesto BEST supone un reto, como cualquier proceso de gestión del cambio, pero no la acción inteligente que supone en el despliegue de las acciones planificadas para su implementación nos permite soñar con la realidad que estamos construyendo.