María Isabel tenía 19 años cuando se embarazó y se fue a vivir con Fernando. Cinco años después, la relación de la pareja estaba marcada por una historia de celos, agresiones verbales, físicas y sexuales.
Un sábado, luego de compartir en la casa con sus parientes, Fernando entró a su dormitorio y, ante el reclamo de María Isabel, empezó a golpearla. Una patada en el tórax la dejó sin aliento. Para evitar que la vean golpeada, la familia de su pareja la encerró en la casa, de donde logró huir, junto a su hijita, cuatro días después.
Posteriormente, María Isabel recurrió a una clínica debido a un fuerte dolor a la altura del estómago donde, olvidando los antecedentes de violencia, le diagnosticaron púrpura trombocitopénica (trastorno hemorrágico en el cual el sistema inmunitario destruye las plaquetas, que son necesarias para la coagulación normal de la sangre). También fue a la Policía para denunciar la agresión. Tres días después, falleció.
Pese al deceso de María Isabel, la familia prosiguió con la denuncia. Lamentablemente, el diagnóstico inicial de la clínica influyó en el dictamen de la autopsia y el agresor logró sentencia absolutoria.
Ante la desesperación de la familia de la víctima, una organización de mujeres logró que, en una instancia judicial superior, se instruya la realización de una necropsia que develó una laceración en el hígado que habría sido la verdadera causa de la hemorragia, cuya consecuencia fue fatal.
Un nuevo juicio permitió que peritos forenses concluyan que el cuadro de púrpura trombocitopénica se produjo por el sangrado lento del hígado, por más de una semana, que hizo que la lesión crezca poco a poco. Los peritos forenses esclarecieron el caso. María Isabel murió como consecuencia de los golpes recibidos y no por una enfermedad. Fernando era un feminicida.
William Llanos Torrico, docente de la carrera de Derecho de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, indica que un investigador forense se enfrenta a varias dificultades en su trabajo, que van desde la complejidad de las escenas del crimen y la falta de evidencia física, hasta la necesidad de estar actualizado en tecnología o lidiar con el trauma y la presión del tiempo.
Adicionalmente se presentan otras dificultades como, por ejemplo, escenas del crimen complejas, falta de evidencia, falta de instrumentos y medios, manipulación de evidencia, tecnología en constante cambio, cooperación con otros órganos de investigación e investigadores o errores que se podrían presentar.
“La investigación forense debe aplicar de forma rigurosa y sistemática el método científico para recolectar, analizar e interpretar las pruebas físicas y científicas relacionadas con un delito”, indica el académico.
Las ciencias forenses
Las ciencias forenses son una rama multidisciplinaria de la ciencia que se encarga de investigar y analizar evidencias físicas y científicas en el ámbito legal y particularmente en la investigación de delitos.
Llanos enumera algunas características básicas de esta especialidad:
● Son interdisciplinarias: involucran diversos campos de estudio como la criminología, la química, la genética, la medicina, la balística, entre otros. Esto se debe a que la resolución de un crimen requiere el conocimiento y la colaboración de diferentes especialidades.
● Usan métodos científicos: la investigación forense se basa en la aplicación rigurosa y sistemática de métodos científicos para recolectar, analizar e interpretar las pruebas físicas y científicas relacionadas con un delito.
● Utilizan tecnología avanzada: hacen uso de tecnologías y técnicas de vanguardia para examinar la evidencia física. Esto puede incluir el uso de microscopios, cámaras de alta resolución, técnicas de análisis de ADN, análisis de huellas dactilares, entre otros.
● Tienen objetividad y rigor: Los profesionales forenses deben actuar de manera imparcial y objetiva en su trabajo. Sus conclusiones y análisis deben estar respaldados por evidencias científicas y deben seguir rigurosos estándares de calidad y precisión.
● Colaboran con el sistema legal: Las ciencias forenses tienen un papel fundamental en el sistema legal, ya que proporcionan evidencia científica sólida que puede ser presentada en un tribunal para apoyar la resolución de un caso.
Las ciencias forenses no son exclusivas de la Policía, de los médicos o de los abogados, sino que implican un trabajo coordinado y la colaboración de otras disciplinas.
Protocolos de una investigación forense científica
Para que una investigación forense sea científica, Llanos asevera que se deben seguir varios pasos y protocolos fundamentales, tales como:
● Preservación de la escena del crimen
● Recopilación y registro adecuado de evidencia
● Preservación de la cadena de custodia
● Análisis científico
● Replicabilidad y validación
● Documentación exhaustiva
● Revisión por pares
Las ciencias forenses desempeñan un papel crucial en la administración de justicia. Prácticamente, cualquier rama del conocimiento en un momento puede convertirse en forense al prestar sus conocimientos específicos en el campo jurídico.
“Es necesario e importante la formación de más investigadores forenses o completar el estudio de las disciplinas con el aporte forense”, puntualiza el experto forense legal.