El ejercicio de la abogacía se proyecta hacia un horizonte tecnológico. La práctica deontológica de la profesión encuentra un espacio común y positivo con las nuevas herramientas, como las tecnologías LegalTech, que contribuyen a la formación de profesionales más competitivos y en los clientes, la satisfacción de un servicio ágil e integral.
El Derecho evoluciona conforme a la sociedad y este se adapta a los cambios jurídicos. El vínculo del ejercicio de la profesión con la tecnología existe, y cada vez más fuerte, y en ambos ámbitos prevalece el servicio social, como bien común.
“Podrán cambiar los protocolos, procedimientos, herramientas, formas de aplicación y realización del Derecho, con el uso y adaptación a las tecnologías, y sin embargo, el Derecho siempre estará presente en la vida del ser humano, evolucionando con él o adaptando a sus cambios”, afirma Alberto Salamanca Kacic, director de Derecho de Unifranz La Paz.
La Inteligencia Artificial es el mejor aliado para servicios eficientes tecnológicos y se aplica en el Derecho Informático, como ciencia jurídica que regula este tipo de actividades del ser humano; y surge también la Informática Jurídica, que constituye los distintos programas informáticos que se aplican o realizan para las actividades jurídicas.
La docente de la carrera de Derecho de Unifranz Cochabamba, José Alfredo Molina, agrega que, si bien no hay una lista exhaustiva de servicios tecnológicos, hay algunos que ya se aplican, como los canales de atención al cliente, la prestación de servicios a distancia; la elaboración de contratos inteligentes, SmartContracts, el uso de datos y la comunicación en si misma entre clientes y abogados.
Uno de los servicios innovadores es el LegalTech, para Salamanca son el conjunto de acciones, actividades, herramientas que facilitan estrategias de marketing, de ventas, de promoción; branding para las actividades jurídicas y otros de la industria.
El LegalTech tiene que ver con el desarrollo de herramientas digitales, especializadas en el sector legal, diseñadas para servir de apoyo a los abogados en el cumplimiento de sus funciones y con ellos, tener mayores niveles de eficiencia y además que se reducen costos y márgenes de error.
¿Qué ofrece el LegalTech?
Entre sus características está el ofrecer asesoramiento online, mediante plataformas, chatbots y abogados que resuelven consultas más específicas. El Crowdfunding legal o financiamiento colectivo, permite recaudar fondos para casos legales con donaciones en línea.
Plataformas de gestión de contratos, que ayudan a las organizaciones a dar seguimiento a los documentos. Gestión de riesgos legales, para ayudar a las organizaciones a mitigar y evaluar los riesgos en el ejercicio de sus operaciones.
Automatización de procesos, que son herramientas que automatizan tareas y procesos legales para aumentar la eficiencia y reducir los costes. Análisis legal basado en la Inteligencia Artificial, para grandes volúmenes de datos legales para identificar patrones, tendencias y relaciones.
Además de la resolución de disputas on line, para facilitar la mediación o el arbitraje. Investigación legal, que son plataformas y motores de búsqueda especializados en leyes y jurisprudencia.
Gestión de litigios, para gestionar y dar seguimiento a casos legales.
Gestión de documentos legales, que son plataformas que permiten a los profesionales del Derecho crear, almacenar, organizar y compartir documentos legales de manera eficiente.
Herramientas de inteligencia jurídica, que brindan información y análisis sobre la legislación, regulaciones y jurisprudencia relevante para un área legal específica. Y, cumplimiento normativo, qué son soluciones que ayudan a las empresas a cumplir con las regulaciones legales y gestionar los riesgos legales asociados a su actividad.
Entre las ventajas del LegalTech está el acceso a la justicia, la generación de mayor eficiencia, precisión y consistencia, transparencia y ahorro de costes.
En Bolivia, algunos pasos se dieron con el mundo tecnológico, con las audiencias virtuales, que son un ejemplo que se suscitó, debido a la pandemia del covid-19.
“Es una práctica eficiente porque no solo aminora gastos, sino también efectiviza tiempos y recursos; porque permite tener otra forma de registro de los actos judiciales, a través de las audiencias virtuales, las transcripciones (…). Lo que falta es voluntad de cambio y adaptación, así como modificar y complementar las normas jurídicas que regulan este tipo de audiencias”, afirma Salamanca.
Por su lado, Molina considera que “las audiencias virtuales son útiles para realizar determinados actos procesales, pero no para todos ellos, especialmente los que están referidos a la producción de la prueba, esto en virtud del principio de inmediación, lo cual necesita ser replanteado”.
No existe rivalidad entre el Derecho y la tecnología, al contrario, tienen un fin social, bajo esta idea es que se debe cambiar el pensamiento de adaptabilidad para que varias personas salgan de su zona de confort. “Entonces, el punto en común será convenir en que el conocimiento jurídico, junto con la tecnología en general, son instrumentos para lograr fines sociales”, afirma García.
¿Qué beneficios conlleva para el profesional abogado?
García considera que se podría agilizar servicios públicos como catastro, Derechos Reales, registros judiciales, presentación de memoriales, régimen de comunicaciones procesales y otro que coadyuven a que sea una administración más ágil y transparente.
Se podría resolver la burocracia, Salamanca considera que se puede reducir la innecesaria, pero no la falta de confianza de las personas con el Estado. En tanto, Molina sí ve a la tecnología como una promesa para hacer más eficiente la administración.
«El profesional del siglo XXI debe forjar competencias de desarrollo tecnológico, que además permitan prácticas adaptaciones a los grandes cambios tecnológicos que se están dando. Actualmente, seguimos trabajando con competencias del siglo XIX y XX que, si bien nos sirven de base, las mismas fueron rebasadas por todo lo novedoso que llegó”, afirma el académico de Unifranz La Paz.
Si de nuevas capacidades se menciona en los profesionales, Molina considera que se debe considerar la capacitación misma en el uso de ordenadores y, especialmente, software vinculado a la administración de justicia.
“Entonces, las capacidades que debería desarrollar el futuro abogado están conectadas a la programación básica, análisis crítico, resolución de problemas prácticos, diseño de modelos de prevención, valoración de elementos de prueba obtenidos digitalmente, entre otros”, enfatiza el docente de Derecho de Unifranz Cochabamba.
La verdad debemos avanzar a nivel tecnológico sin que esto signifique que vayamos paso a paso, importante es que los distintos software que se utilicen deben tomar en cuenta al desarrollo de la sociedad y que abarque a todo el país para de esta manera lograr una verdadera justicia y que mejor acompañada por una buena tecnología.