¿Influencia o dependencia? La Generación Z y su vínculo con las redes sociales
La Generación Z es la primera en haber crecido completamente en la era digital. Para estos jóvenes, las redes sociales no solo son un medio de entretenimiento, sino también una poderosa herramienta para informarse, formar opiniones y participar en conversaciones sobre diferentes temas: sociales, políticos y culturales. Esta generación ya no se informa a través de los canales tradicionales, sino que encuentra en plataformas como TikTok, Instagram, X (antes Twitter) y YouTube sus principales fuentes de contenido.
Carlos Portillo, docente de la carrera de Publicidad y Marketing en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, afirma que actualmente estamos viviendo un auténtico boom de las redes sociales, cuyo crecimiento no solo se mantiene, sino que aumenta de forma exponencial cada año.
“Las redes sociales han marcado un hito en la forma de comunicar, no solamente de entretener, sino de dar noticias, de mostrar nuevas tendencias. Así que la influencia es bastante alta. Hoy en día considero que la Generación Z no está acostumbrada a leer el periódico o escuchar la radio, más bien ven las redes sociales para enterarse de qué está pasando”, explica Portillo.
Las redes sociales han potenciado el acceso inmediato y diverso como: noticias, ideas, experiencias personales y movimientos sociales de todo el mundo. Gracias a esta exposición constante, muchos jóvenes desarrollan opiniones propias desde edades tempranas, influenciados por lo que ven, leen y comparten en línea.
Para los jóvenes de la Generación Z, plataformas como Instagram, TikTok, X (antes Twitter), Snapchat o YouTube no son considerados espacios solo de entretenimiento. Son canales donde se construyen vínculos, se expresan emociones, se forman opiniones y se descubren nuevas formas de identidad. A través de estas redes, los jóvenes encuentran pertenencia, validación y voz en un mundo que muchas veces se sienten hostil o inalcanzable.
Jóvenes en acción
Estas plataformas también favorecen la viralización de causas sociales, campañas y protestas que impactan directamente en la conciencia colectiva de la Generación Z. Esta generación no sólo consume información, sino que participa activamente en debates, peticiones, boicots y protestas digitales.
“El contenido que tiene más impacto es aquel que está en tendencia. Otro que genera mucha interacción, es aquel que permite que haya opinión o que haya controversia. Por otro lado, también, aquel contenido que se desarrolla desde el punto de vista del entretenimiento o de educación”, explica el académico.
Por ejemplo, la organización internacional Fridays for Future utilizó la plataforma de TikTok para movilizar a jóvenes en campañas sobre el cambio climático. Videos virales con hashtags como: #ClimateAction educaron a los adolescentes sobre la urgencia de la acción climática, influyendo en sus opiniones hacia un activismo más comprometido.
En 2023, un informe de la Universidad de Stanford mostró que el 60% de los jóvenes expuestos a estos contenidos cambiaron sus opiniones sobre la importancia de políticas ambientales, adoptando actitudes más proactivas. Sin embargo, algunos adoptaron estas opiniones por presión social en línea, reflejando un apego ansioso a la aprobación de sus pares. “Cuando tienen estos enfoques, además, con los algoritmos dentro de las redes sociales y el internet que personalizan el contenido, ahí hay mayor influencia”, sostiene Portillo.
De la misma manera, un estudio de Oxford, encontró que el uso prolongado de redes sociales está correlacionado con una mayor polarización en las opiniones de los jóvenes entre los 18 a 24 años, y más si son opiniones de política. Las plataformas como X y TikTok amplifican las opiniones extremas al exponer a los usuarios a algoritmos que priorizan contenido emocionalmente cargado, lo que puede reforzar creencias preexistentes en un 25 a 30% de los casos.
Las redes sociales en el contexto de la Gen Z
Las redes también influyen en los intereses y comportamientos de los jóvenes. Las tendencias virales marcan lo que se considera “cool”, y los retos o “challenges” se convierten en rituales de pertenencia. En cuestión de horas, una canción, una forma de vestir o una actitud puede volverse popular a nivel mundial, modificando incluso hábitos de consumo y lenguaje.
En el ámbito educativo, las redes sociales ofrecen oportunidades y desafíos. Por un lado, facilitan el acceso a información, tutoriales y comunidades de aprendizaje. Por otro lado, pueden ser una fuente de distracción y contribuir a la pérdida de concentración. El reto está en la educación para un uso crítico y equilibrado de estas plataformas como herramientas. ”Hay que tener cuidado con esa parte de la información, y con el tipo de mensajes”, destaca el académico.
Según Portillo, estas plataformas digitales no solo están transformando la forma en que las personas se comunican e interactúan, sino que también están transformando profundamente las estrategias de marketing, el consumo de contenido y la construcción de identidad en el entorno digital. “Estamos ante un fenómeno que evoluciona constantemente y que obliga a las marcas, profesionales y usuarios a adaptarse a nuevas dinámicas de conexión, visibilidad y posicionamiento”, destaca el académico.
Además, los jóvenes se informan exclusivamente a través de estos medios, lo que puede ser positivo si reciben contenido verificado y plural, pero riesgoso si se ven expuestos a desinformación, noticias falsas o discursos de odio que se viralizan con facilidad.
Es evidente que las redes sociales influyen poderosamente en los jóvenes. Las redes sociales son herramientas con un gran potencial, pero también con riesgos evidentes. Es importante comprender su impacto y aprender el uso responsable como una tarea urgente y necesaria para proteger el bienestar de una generación hiperconectada.
