Mujeres de Arani se gradúan como plomeras y emprendedoras gracias a proyecto integrador de Unifranz Cochabamba

Mas de treinta mujeres del municipio de Arani, que hasta hace poco se dedicaban a tareas del hogar, hoy cuentan con una nueva identidad profesional: Se graduaron como plomeras, fontaneras y emprendedoras.
Desde la visión de las propias protagonistas, el impacto del proyecto es transformador. Mariela Ampuero, presidenta de la Red de Mujeres Plomeras de Arani, expresó: “Al principio llegamos con miedo, pensando que este era un oficio solo para varones. Hoy, con orgullo, puedo decir que adquirimos no solo conocimientos técnicos, sino también confianza en nosotras mismas. Gracias a todos por creer en nosotras”.
Gracias a un proceso de formación impulsado por la Universidad Privada Franz Tamayo, Unifranz Cochabamba, en alianza con Water For People Bolivia, el Fondo Canadiense para Iniciativas Locales (CFLI), Hábitat para la Humanidad y el Gobierno Autónomo Municipal de Arani, Fueron capacitadas no solo en técnicas de plomería, sino también en habilidades gerenciales, con miras a consolidar emprendimientos sostenibles y autónomos en sus comunidades.
La iniciativa fue desarrollada como parte de un proyecto integrador, una metodología educativa propia de Unifranz que permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos en contextos reales, a través de intervenciones de impacto social. En este caso, 15 estudiantes de quinto semestre de la carrera de Administración de Empresas diseñaron e implementaron talleres orientados a fortalecer las capacidades blandas, la gestión financiera y la atención al cliente de este grupo de muejres, utilizando enfoques participativos y herramientas adaptadas al contexto rural.
“Los proyectos integradores reflejan el aprender haciendo. Ejercer la carrera dando soluciones desde su etapa de formación permite que los estudiantes visualicen retos y problemas a solucionar”, explicó Rolando López, vicerrector de Unifranz Cochabamba.
“Lo que están haciendo estos jóvenes es articular la energía, el talento y la sabiduría comunitaria con el conocimiento académico para transformar realidades. Eso no siempre lo pueden lograr ni el Estado ni el mercado”, añadió durante su intervención en el acto de entrega de certificados.
La capacitación incluyó sesiones en idioma quechua, con contenidos sobre marketing estratégico, contabilidad básica, planificación operativa, uso de herramientas digitales y simulaciones de atención al cliente. Todo el proceso fue desarrollado bajo la mentoría académica de la directora de carrera, Simay Vera, quien guió a los estudiantes en la elaboración del diagnóstico comunitario y la implementación de una metodología basada en la empatía y el respeto cultural.
Para Andrés Abasto, director país de Water For People, el proyecto tuvo un componente innovador que marcó la diferencia: “El aporte de los estudiantes de Unifranz estuvo en detonar el aprendizaje de capacidades blandas en las señoras, algo que muchas veces no se contempla en las currículas técnicas. Este espacio de diálogo entre el saber técnico y el conocimiento académico permitió consolidar iniciativas de emprendimiento sostenible en el área rural”.
El alcalde de Arani, Edwin Rojas Rioja, destacó que las mujeres ahora serán incorporadas a proyectos públicos gracias a convenios suscritos por el municipio. “Estas mujeres han roto brechas. Ya firmamos un contrato para que trabajen en la instalación sanitaria de 64 viviendas en construcción. Han sido capacitadas también en electricidad, lo que amplía aún más sus oportunidades. Este programa les dio la posibilidad de aportar económicamente a sus hogares y sentirse valoradas”, señaló.
La experiencia no solo empoderó a las mujeres, sino que también fortaleció el proceso formativo de los estudiantes de Unifranz, quienes vivieron una etapa de aprendizaje vivencial y comunitario. “Graduarse con experiencia significa haber implementado soluciones reales antes de egresar. Este tipo de proyectos no solo enseña, también transforma a quienes participan”, concluyó Rolando López.
El acto de certificación, realizado en el campus de Unifranz Cochabamba, fue el cierre simbólico de una etapa y el inicio de una nueva vida para estas mujeres. Equipadas con herramientas técnicas y empresariales, ahora están listas para liderar sus propios emprendimientos, consolidar redes de colaboración y participar activamente en la economía de sus comunidades. Una muestra clara de cómo la educación con propósito puede cambiar vidas y contribuir a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.