El primer requisito a la hora de ingresar al mercado laboral es la experiencia. Las empresas solicitan personal con las competencias adecuadas, capaces de desempeñar correctamente el cargo e impactar con su adaptación en la productividad. Para Ángel Rapu, artista y diseñador 3D, la experiencia se adquiere con la práctica desde el primer día de clases de formación profesional.
El talentoso joven que estudió Diseño Gráfico y Producción Crossmedia en Unifranz, conectó con el ámbito laboral desde el inicio de la formación profesional. Sus creaciones innovadoras están en el Metaverso y en empresas de todo el mundo.
“Cuando estaba en sexto semestre de la universidad preparé mi behance (portafolio online https://www.behance.net/rapustudio3d ) con los trabajos que hice para comenzar con mis pasantías. Lo mandé a varias agencias de publicidad; cuatro de ellas me respondieron. Una fue ‘Raza Ad+’ donde inmediatamente comencé a trabajar”, declaró Rapu, quien experimentó en diferentes áreas y se especializó en diseño 3D.
En la agencia, lo primero que hizo fue tomar la cuenta de la telefónica Tigo para diseñar los emojis en 3D, una campaña que se lanzó hace varios años y que fue exitosa. Luego trabajó para la misma empresa filial Nicaragua. Su portafolio de productos online le abrió las puertas para elaborar diseños para una empresa de ropa en Miami, Estados Unidos.
“Trabajé con clientes de Rusia y Estambul, entre otros. Eso me permitió estar en la red y que muchas personas puedan conocer mi trabajo”, recordó.
La experiencia que adquiere el estudiante en su formación profesional es un punto clave para encontrar su primer empleo. Para Pedro Sáenz, director del Observatorio Nacional del Trabajo (ONT), “las universidades tenemos la responsabilidad de brindar a los estudiantes la posibilidad de tener experiencia laboral a través de prácticas reales. Cuando el profesional salga tendrá un bagaje de conocimientos que le sirvan en el mundo laboral”.
Gracias a esta apuesta, hoy, Ángel Rapu trabaja para el banco Ganadero en el diseño de la asistente virtual MI-A, donde le pidieron la creación del personaje desde el concepto, hasta la realización 3D y la animación.
“Es importante para un diseñador gráfico especializarse en algo, ser bueno en lo que más le gusta. En mi caso fue el 3D. Está bien saber muchas cosas como ilustrar, dibujar, hacer empaques, pero siempre es bueno tener algo que te gusta y que te diferencia del resto”, comentó.
Esta habilidad la adquirió a lo largo de su carrera en Unifranz. “Todo se hizo de forma práctica. Ésa es la mejor manera de aprender: probando, practicando, ensayando y equivocándose. Hay que poner en práctica nuestros conocimientos lo antes posible”.
Experiencia desde el primer día de clases
Cuando estaba en cuarto semestre de la carrera de Periodismo de Unifranz, Daniel Robles comenzó a trabajar en un medio digital que se encargaba de dar noticias deportivas. Luego, fue maestro de ceremonias en la universidad y, para cuando cursaba séptimo semestre, se le abrieron las puertas de Tigo Sports.
“Soy coordinador, presentador y periodista del programa de la mañana ‘Agenda Sports’. Me encargo de hacer notas, presentaciones en directo y soy la imagen de las redes sociales de Tigo Sports cuando hay partidos y eventos deportivos”, afirmó.
Robles destacó que los temas que le presentaron en las distintas asignaturas las ve a diario en su trabajo actual. “Ahora que estoy en el canal, me di cuenta que lo avanzado en los proyectos integradores me favoreció para que pueda conseguir trabajo. Llevar periodismo de investigación desde el primer semestre, aprender a recolectar información a partir de las fuentes nos ayudó a todos mis compañeros a consolidarnos en los diferentes medios de comunicación cuando aún estudiábamos y donde actualmente trabajamos”.
El modelo educativo de Unifranz permite al estudiante interactuar con casos reales desde el primer día de clases, dotándolo de experiencia y competencias que lo preparan para las exigencias del mercado laboral actual.
¿Cuál es la solución?
Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) da cuenta que la tasa de desempleo juvenil duplica a la de los adultos lo que ocasiona un problema estructural. La solución pasa por una coordinación efectiva e integral entre el mercado laboral y el sistema educativo.
Para Gustavo Montaño, vicerrector académico nacional de Unifranz, el ‘aprender haciendo’ es una respuesta a esta problemática porque conjuga el conocimiento teórico con las habilidades prácticas y humanas, en la etapa de formación. Es una cualidad que en la universidad se denomina proyectos integradores y que ayuda al estudiante a graduarse con experiencia.
“En los proyectos integradores, los estudiantes visualizan retos y problemas a solucionar; al ser enteramente prácticos buscan integrar áreas de formación y validar el desarrollo de las competencias profesionales. La evaluación de estos proyectos permite demostrar la formación integral y el fortalecimiento del proceso de enseñanza aprendizaje”, agregó Montaño.
La rectora nacional, Verónica Ágreda, destaca que en Unifranz, los alumnos “vienen a aprender, pero también a desarrollarse como personas”, porque los nuevos profesionales tienen la responsabilidad de compartir y aplicar sus conocimientos teóricos y prácticos para dar soluciones a los grandes problemas que enfrenta la sociedad actual.
“Ustedes demostraron que ni una pandemia los pudo detener. Convirtieron una crisis en oportunidad, eso es ser resiliente. Vayan y conquisten el mundo, porque son la esperanza de las futuras generaciones”, reflexionó la rectora nacional de Unifranz.