Estudiar desde el sofá en el metaverso: ¿Será el siguiente paso en el aprendizaje? 

By Paula Beatriz Cahuasa

Por Jorge López

La idea de hacer la universidad sin salir de casa, pero estando en un aula virtual, ya no es ciencia ficción. El metaverso, un mundo digital donde las personas interactúan a través de avatares, está cambiando la forma en la que se toman las clases en algunas universidades del mundo, pero ¿es realmente efectiva?

“Implementar la educación en el metaverso presenta desafíos técnicos importantes, desde la necesidad de una conexión a internet estable y el acceso a dispositivos adecuados, hasta la creación de entornos virtuales seguros y accesibles”, explica Sergio Valenzuela Cámara, el magíster en ciencias tecnológicas y docente de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. 

El metaverso, en lugar de ser solo otra plataforma digital, es un lugar donde los estudiantes pueden “entrar” en clases que se sienten casi reales. No se trata solo de leer un libro o escuchar una conferencia, sino de explorar y participar en entornos simulados. Universidades como Stanford ya están utilizando estas herramientas para aprender de manera innovadora e interactiva. 

“La realidad virtual (RV) está evolucionando rápidamente y muchas empresas tecnológicas continúan invirtiendo en esta tecnología puesto que los dispositivos se volverán más accesibles, como ocurrió con la evolución de los celulares. La educación superior tiene un potencial altísimo. Las universidades podrán integrar la RV en programas educativos de manera más generalizada”, comenta Richard Jiménez Velasco, también docente de Unifranz.  

Uno de los aspectos más atractivos del metaverso es que hace el aprendizaje más interactivo. Ya no se trata solo de leer libros o escuchar a un profesor hablar. En cambio, puedes moverte en un entorno donde las lecciones cobran vida. Para quienes estudian carreras que requieren mucha práctica o visualización, como medicina o arquitectura, este tipo de inmersión puede ser un gran avance.

“La tecnología permite que el aprendizaje deje de estar limitado por el tiempo y el espacio. Con herramientas como las plataformas de aprendizaje inmersivo, los estudiantes pueden acceder a experiencias educativas mucho más ricas y prácticas, independientemente de dónde se encuentren», informa Salman Khan, fundador de Khan Academy, una plataforma de aprendizaje en línea. 

La ciberseguridad, un reto pendiente

El avance de la educación en el metaverso trae consigo una serie de beneficios, pero también plantea serios retos, especialmente en lo que respecta a la ciberseguridad. En estos entornos digitales, donde los estudiantes, profesores y universidades se conectan para compartir información y realizar actividades académicas, las amenazas digitales se convierten en un riesgo real. 

“Al desarrollar plataformas educativas en entornos virtuales inmersivos, la seguridad y la privacidad son aspectos críticos que requieren una atención cuidadosa. Es esencial implementar autenticación de múltiples factores, encriptación de extremo a extremo, y sistemas de control de acceso basados en roles”, explica Valenzuela. 

Uno de los principales problemas que enfrentan las universidades al adoptar el metaverso es la protección de los datos personales. Los estudiantes están obligados a proporcionar información sensible, como su nombre, matrícula, calificaciones e incluso datos biométricos cuando utilizan dispositivos de realidad virtual o plataformas de acceso.

Futuro del aprendizaje

El metaverso no es una solución mágica, pero tiene el potencial de cambiar la educación universitaria. Su capacidad para hacer que las clases sean más dinámicas y participativas lo convierte en una herramienta valiosa, especialmente en carreras técnicas y creativas.

“La infraestructura tecnológica es fundamental para la implementación de un campus virtual en el metaverso, pero también es muy importante contar con profesionales capacitados que administren y desarrollen dichas aplicaciones informáticas, para que con al apoyo de la tecnología de RV la educación en la universidad cree experiencias inmersivas, simulaciones realistas, aprendizaje colaborativo, de esta manera se logrará que la educación sea más interactiva”, concluye Richard Jiménez. 

El camino para su adopción plena aún es largo y complejo, pero queda claro que el metaverso está comenzando a marcar una nueva etapa en la forma de aprender. Si bien no será la única forma de estudiar, puede convertirse en una opción clave para quienes buscan una experiencia más visual y práctica.

“La implementación efectiva de un campus virtual en el metaverso requiere una evaluación exhaustiva y posiblemente una actualización significativa de la infraestructura tecnológica existente”, finaliza Valenzuela. 

¿Será el metaverso el futuro de la educación universitaria, o simplemente una herramienta complementaria? El tiempo y la evolución de estas tecnologías lo dirán. Sin embargo, la manera de aprender ya está cambiando y el metaverso juega un papel importante en esa transformación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *