La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define la diabetes como una enfermedad metabólica crónica que se caracteriza por los niveles elevados de glucosa (azúcar) en la sangre, que con el pasar del tiempo puede provocar daños graves en el corazón, vasos sanguíneos, ojos, riñones y sistema nervioso. Las personas con mayor riesgo a padecer esta enfermedad son aquellas con antecedentes familiares, con obesidad o sobrepeso, las que tienen una dieta poco saludable y sin actividad física.
Cerca de 422 millones de personas en el mundo padecen diabetes y de esa cifra, 62 millones están en América. La OPS registra que cada año 1,5 millones de personas mueren en el mundo por esta enfermedad, con un índice de impacto mayor en países de ingresos bajos y medianos.
“La diabetes es una de las enfermedades más comunes en Bolivia, debido a varios factores, como la falta de educación sobre hábitos saludables, la alimentación poco equilibrada y la falta de acceso a servicios de salud preventivos. Además, los cambios en el estilo de vida y la urbanización también han contribuido al aumento de los casos de diabetes en el país”, afirma Patricia Cabaleiro, docente de medicina en Unifranz Santa Cruz.
Según el Ministerio de Salud de Bolivia, a través del Sistema Nacional de Información en Salud (SNIS), en 2017, la prevalencia de diabetes en el país fue de 6,6%, lo que significa que 362.000 personas tendrían esta enfermedad y mueren cerca de 5.260, de entre 20 y 79 años de edad.
Hay varios tipos de diabetes, uno de los más comunes es el de tipo 1, cuando el páncreas no produce suficiente insulina. La de tipo 2, cuando el cuerpo no puede utilizar eficientemente la insulina que produce; y la diabetes gestacional, que ocurre durante el embarazo. También existen otros menos frecuentes, como el MODY o la diabetes secundaria.
Cabaleiro asegura que la diabetes puede ser causada por diferentes factores. En la de tipo 1 hay una combinación de predisposición genética y factores ambientales que desencadenan una reacción autoinmune, que destruye las células productoras de insulina en el páncreas. En tanto, en la de tipo 2, la principal causa es la obesidad y el estilo de vida poco saludable.
¿Cómo prevenir esta enfermedad?
Cabaleiro recomienda que, para prevenir esta enfermedad, es importante mantener un estilo de vida saludable. Esto incluye llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y fibras, limitar el consumo de alimentos procesados y azúcares agregados, mantener un peso saludable, realizar actividad física, evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
El ejercicio diario es muy beneficioso, puesto que ayuda a controlar los niveles de glucosa en la sangre, mejora la sensibilidad a la insulina y contribuye al mantenimiento de un peso saludable. La profesional recomienda actividades aeróbicas, como caminar, nadar o manejar bicicleta, al menos 150 minutos a la semana, además de ejercicios de fuerza.
Asistir a controles médicos en centros de salud o ferias también es una forma de prevenir la diabetes. La Facultad de Salud de Unifranz, promueve diferentes exposiciones en el año, con capacitaciones, recomendaciones y atiende de manera gratuita al público. Los estudiantes ponen en práctica lo que aprenden, junto a docentes e investigadores expertos de la universidad.
¿Es cierto que el estrés puede provocar diabetes?
Las fuentes de estrés pueden ser situaciones que parecen imposibles de controlar, tanto físicas (lesiones o enfermedades) como emocionales (problemas con la pareja, el trabajo o las finanzas). Para lograr escapar de esta amenaza, el organismo humano libera adrenalina, intensifica ciertas funciones corporales y disminuye otras, que permiten poner gran cantidad de energía almacenada (glucosa y grasa) a disposición de las células. De esta manera, los niveles de insulina caen y aumentan los de azúcar y adrenalina, disponibles en el torrente sanguíneo.
El estrés crónico puede afectar los niveles de glucosa en la sangre y empeorar el control de la diabetes en personas que ya la tienen. Es importante manejar el estrés a través de técnicas de relajación, actividad física y apoyo emocional.
Recomendaciones para una persona con diabetes
En la dieta de una persona diabética se recomienda consumir alimentos con bajo índice glucémico, como vegetales de hoja verde, frutas frescas, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Es importante resaltar la importancia de controlar las porciones y evitar alimentos procesados con altos niveles de azúcar y carbohidratos.
El manejo de la diabetes requiere un enfoque integral, que incluya cambios en el estilo de vida, educación sobre la enfermedad y el uso adecuado de medicamentos, si es necesario. Además, es fundamental contar con el apoyo de profesionales y tener un plan de cuidado personalizado. “Con un buen control, las personas con diabetes pueden llevar una vida plena y saludable”, asegura Cabaleiro.