Conocer para prevenir y curar: mitos y verdades sobre el cáncer de próstata

Conocer para prevenir y curar: mitos y verdades sobre el cáncer de próstata

Por Lily Zurita

El cáncer es la principal causa de muerte en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020, esta enfermedad causó casi 10 millones de defunciones. Los tipos de cáncer más comunes son los de mama, pulmón, colon y recto y próstata. 

Con 1,41 millones de casos anuales, el cáncer de próstata es una de las enfermedades más comunes que afectan a los hombres en todo el mundo. 

“Es la enfermedad en la que se forman células malignas (cancerosas) en el tejido de la próstata que producen el líquido prostático para el semen. El cáncer más común es el adenocarcinoma prostático y es el número uno en varones. La próstata es una glándula masculina situada debajo de la vejiga por donde parte de la uretra la atraviesa”, explica Griselda Vargas, directora de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Según la médico, hay varios factores de riesgo que inciden en el padecimiento de esta enfermedad, pero que destacan la edad, la raza, la historia o antecedentes familiares, la alimentación y el estilo de vida.

“Adicionalmente, los síntomas pueden incluir: dificultad para orinar, frecuencia urinaria aumentada (especialmente por la noche), flujo de orina débil o interrumpido, dolor o ardor al orinar, presencia de sangre en la orina o el semen, dolor en la parte baja de la espalda, las caderas o los muslos, disfunción eréctil”, agrega Vargas.

Los mitos o verdades a medias

Carlos Rojas (nombre convencional) realiza tratamiento contra esta enfermedad desde hace casi seis meses. Fue operado y luego cumplió sesiones de radioterapia para garantizar el éxito del tratamiento. Asegura que por temas de desinformación y temor “al qué dirán” no se hizo los chequeos a tiempo pese a que notó algunos síntomas. 

“Simplemente, me descuidé. Mi amigos se hacían la burla, por ejemplo, sobre lo incómodo que era el tacto rectal o que el tratamiento afectada en las relaciones sexuales. Me arrepiento, qué más puedo decir”, lamenta este padre de familia de 51 años.

A pesar de su prevalencia, existen numerosos mitos y malentendidos que rodean al cáncer de próstata. 

Vargas afirma que “es crucial desmitificar estas ideas erróneas para proporcionar una comprensión clara y precisa sobre el cáncer de próstata”. 

A continuación, abordamos algunos de los mitos más comunes y las verdades que los desmienten:

Mito 1: el cáncer de próstata solo afecta a los hombres mayores.

Verdad: aunque la edad es un factor de riesgo significativo, el cáncer de próstata no es exclusivo de los hombres mayores. Si bien es más común en hombres mayores de 65 años, puede afectar a hombres más jóvenes, especialmente aquellos con antecedentes familiares de la enfermedad. 

Es importante que los hombres de todas las edades sean conscientes de los síntomas y factores de riesgo.

Mito 2: no hay síntomas tempranos del cáncer de próstata.

Verdad: el cáncer de próstata en sus primeras etapas a menudo no presenta síntomas evidentes. Sin embargo, algunos hombres pueden experimentar problemas urinarios, como dificultad para orinar, flujo urinario débil o necesidad frecuente de orinar, especialmente por la noche. Es vital realizar chequeos regulares para detectar la enfermedad en sus fases iniciales, incluso en ausencia de síntomas.

Mito 3: el PSA es un examen para detectar el cáncer de próstata.

Verdad: el antígeno prostático específico o PSA (por sus siglas en inglés) es un examen de sangre que mide los niveles de esta sustancia en el cuerpo, no el cáncer.

El PSA puede aumentar por diversas causas: infecciones urinarias o prostáticas, próstatas de volumen incrementado, retención de orina con imposibilidad de orinar, instrumentación, cáncer de próstata, entre otras.

Mito 4: una vez diagnosticado, el cáncer de próstata siempre requiere tratamiento inmediato.

Verdad: no todos los cánceres de próstata necesitan tratamiento inmediato. En muchos casos, especialmente con cánceres de bajo riesgo, los médicos pueden recomendar una estrategia de «vigilancia activa». 

Esto implica monitorear el cáncer de cerca y sólo iniciar el tratamiento si el cáncer muestra signos de crecimiento o agresividad.  Esta opción puede evitar los efectos secundarios innecesarios de tratamientos como la cirugía o la radioterapia.

Mito 5: tener cáncer de próstata significa el fin de la vida sexual de un hombre                                                           

Verdad: aunque algunos pacientes desarrollan disfunción eréctil posterior a los tratamientos, principalmente tras la prostatectomía radical (cirugía en la cual se reseca la glándula prostática), muchos de ellos pueden recuperarse y apoyarse del uso de medicamentos o dispositivos especiales. 

Estudios demuestran que la terapia sexual puede ayudar a las parejas a continuar con su vida sexual después del tratamiento.

Mito 6: la cirugía y la radioterapia siempre causan impotencia y problemas urinarios.

Verdad: si bien la cirugía y la radioterapia para el cáncer de próstata pueden tener efectos secundarios, no todos los hombres experimentan impotencia o problemas urinarios graves. 

Los avances en las técnicas quirúrgicas y de radioterapia han reducido significativamente estos riesgos. Los pacientes deben discutir detalladamente los posibles efectos secundarios con sus médicos para comprender mejor las opciones de tratamiento y sus consecuencias.

Mito 7: el tacto rectal ya no es necesario.

Verdad: el tacto rectal es parte del examen físico, lo realizan diferentes especialistas para determinar no sólo patologías de la próstata, sino también del recto/ano.

El tacto rectal es un examen que toma muy pocos segundos y puede detectar anormalidades en la próstata que algunas veces no se ven reflejadas en el valor del PSA. Los estudios de imágenes, sobre todo la resonancia de próstata, puede indicar si hay o no alguna lesión sospechosa, pero es un examen auxiliar.

Mito 8: una biopsia de próstata puede hacer que tu cáncer se extienda a otros órganos.

Verdad: la biopsia de próstata es un estudio en el que se toman pequeñas muestras con una aguja especial y se mandan al patólogo para determinar si hay o no cáncer.

Este procedimiento puede presentar algunas complicaciones como infección, sangrado entre otros, pero se ha determinado que estas biopsias no producen que las células malignas salgan o se disparen fuera de la próstata.

Mito 9: todos los pacientes con cáncer de próstata van a morir de la enfermedad

Verdad: la realidad es que no todos los pacientes con cáncer de próstata morirán por la enfermedad, algunos se van a curar, muchos incluso con enfermedad avanzada pueden vivir varios años y morir por otras causas diferentes al cáncer.

Mito 10: una dieta saludable y el ejercicio no influyen en el cáncer de próstata.

Verdad: un estilo de vida saludable puede influir positivamente en la salud de la próstata y en la prevención del cáncer. 

Estudios sugieren que una dieta rica en frutas, verduras, y baja en grasas puede reducir el riesgo de cáncer de próstata. Además, el ejercicio regular no sólo mejora la salud general, sino que también puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Mito 11: si no hay antecedentes familiares, no hay riesgo de cáncer de próstata.

Verdad: aunque tener antecedentes familiares de cáncer de próstata aumenta el riesgo, muchos hombres diagnosticados no tienen antecedentes familiares. Todos los hombres deben estar atentos a los factores de riesgo y realizarse chequeos regulares, independientemente de su historial familiar.

Desenmascarar estos mitos es esencial para una detección y tratamiento efectivos. La educación y la conciencia son fundamentales para que los hombres tomen decisiones informadas sobre su salud. 

“Reitero, los chequeos regulares, un estilo de vida saludable y una comprensión clara de los riesgos y síntomas pueden salvar vidas. Es vital que tanto los hombres como sus familias estén bien informados y proactivos en la lucha contra el cáncer de próstata”, finaliza Vargas.

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