Por Manuel Filomeno
Los videojuegos son la forma de entretenimiento más popular de nuestros tiempos. Mundos completos a nuestro alcance, historias épicas, personajes entrañables y espectaculares dinámicas narrativas han hecho de esta industria una de las más grandes del mundo.
“Un videojuego es una experiencia digital que permite elaborar una historia, desenvolver una historia y ser parte de esta historia, tomándolo a uno como protagonista. En base a esto, se han diversificado tanto, han dejado de ser experiencias simples, ahora los juegos se han diversificado tanto y abordan historias tan complejas, con temas tan profundos que abarcan todos los campos, hasta la psicología”, explica Álvaro Gutiérrez, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Sin embargo, la moneda siempre tiene dos caras, mientras que por un lado los videojuegos pueden ser muy beneficiosos en el aprendizaje, la creatividad y las relaciones humanas, por otro lado, pueden causar adicciones y otros tipos de problemas de índole mental.
Este tema puede resultar difícil de abordar para los padres, quienes se plantean muchas preguntas. ¿Qué juegos hay que usar? ¿Cuánto tiempo deben estar ante la pantalla? ¿Cuáles son los riesgos?
Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) busca responder éstas y otras preguntas para establecer los parámetros del uso saludable de los videojuegos en niños y adolescentes.
“Una de las cosas que más aconsejamos a los progenitores es que jueguen a videojuegos con sus hijos e hijas. Siéntate y deja que te enseñen a jugar. Que sean ellos los expertos. Que disfruten mostrándote su mundo”, indica Daniel Johnson, experto en videojuegos del Centro de Excelencia para la Infancia en la Era Digital del Consejo Australiano de Investigación y miembro de Unicef.
El investigador señala que cuando los padres se involucran en el juego y dejan que sus hijos los guíen se produce un cambio en el punto de vista de los más jóvenes, permitiendo un diálogo más abierto sobre los videojuegos, lo que permite también establecer límites de mejor manera.
“Dialogar con tus hijos de esta manera les hace sentir que se trata de una afición suya que a ti te interesa conocer mejor y cuyo valor vas a percibir, con un poco de suerte. Así, cuando hables con ellos de videojuegos, no se limitarán a pensar: ‘Bueno, es que no lo entiendes’”, dice Johnson.
Por su parte, Gutiérrez, indica que los padres pueden incorporar el uso de videojuegos para complementar la educación de sus hijos.
“Ya no podemos darnos el lujo, como adultos, de ignorar lo que juegan nuestros hijos o nuestros estudiantes, es importante, primero, aprender sobre las clasificaciones que tienen estos juegos, ya que, al igual que las películas, tienen un rating de edades (personas en pantalla) y los distintos géneros de éstos, para emplearlos en el aprendizaje”, expresa.
¿Qué beneficios pueden ofrecer los videojuegos?
Unicef indica que los videojuegos, cuando están bien diseñados, satisfacen increíblemente nuestra necesidad de competir, disfrutar de autonomía y establecer vínculos. Además, indica que hay muchos beneficios derivados del juego, como las emociones positivas, la sensación de implicación (asociada a la felicidad), la creación de vínculos, la capacidad de interpretación, el aprendizaje y la creatividad.
Aprendizaje y creatividad
Los videojuegos ofrecen claros beneficios para el aprendizaje, tanto el incidental como el dirigido, y obviamente hay muchas oportunidades para desplegar la creatividad en varios tipos de juegos, desde aquellos en los que construyes una casa que tú mismo diseñas hasta la creatividad que se necesita para resolver un puzle o rompecabezas difícil, dice la organización internacional
Superar las dificultades
Los videojuegos son muy beneficiosos al someternos a pruebas, realizar tareas difíciles y enfrentarnos a cosas que no creemos ser capaz de hacer.
“Los videojuegos son excelentes para plantear estas dificultades y hay pruebas de que ayudan a desarrollar la resiliencia. Aprendes a intentarlo, a fracasar y a volver a intentarlo”, explica Johnson.
Establecer vínculos
Los juegos también son excelentes para establecer vínculos con otras personas.
“Quienes juegan en colectivo entablan verdaderos vínculos sociales. Incluso cuando son exclusivamente en línea y no necesariamente se convierten en una relación en la vida real, la intimidad resultante y el capital social son muy reales y valiosos. No es diferente de la amistad que se forja jugando en la vida real”, agrega.
¿Cuáles son los riesgos?
Unicef indica que los principales riesgos que traen los videojuegos a los niños y adolescentes son los siguientes:
- No saber con quiénes juegan
- Desarrollar relaciones poco saludables con los juegos
- Participar de comunidades tóxicas
- Estar expuestos a violencia y agresividad
¿Cuánto tiempo es suficiente?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció, en 2022, que la adicción a los videojuegos es un desorden de salud mental e incluyó a esta problemática en la Clasificación Internacional de Enfermedades (IDC, por sus siglas en inglés), dentro del apartado de la CIE-11 que aborda los desórdenes relacionados con comportamientos adictivos.
Kassandra Zelada Ríos, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, señala que la estrategia más eficaz en los casos de adicción a los videojuegos es el establecimiento de límites en las personas que tienen una tendencia a pasar demasiadas horas frente a una pantalla entreteniéndose con videojuegos y puedan establecer un equilibrio saludable entre el juego y otras actividades.
“Es importante recordar que cada familia o individuo puede tener diferentes necesidades y circunstancias, por lo que los límites pueden variar. Lo más importante es encontrar un equilibrio saludable entre los videojuegos y otras actividades importantes en la vida de los jugadores”.