Cuando cambiar de carrera es parte del crecimiento personal

Por Diego Andrés Sabat

Elegir una carrera universitaria es una decisión significativa para cualquier joven, pero también un proceso que implica descubrimiento, ensayo y ajuste. Con el paso del tiempo, algunos estudiantes se dan cuenta de que la opción inicial no responde a sus intereses, habilidades o expectativas. En estos casos, cambiar de carrera no es retroceder, sino una oportunidad para alinear el camino académico con la propia vocación. Desde la Universidad Privada Franz Tamayo, Unifranz Cochabamba, se impulsa una visión comprensiva que valida esta decisión como parte del crecimiento personal y profesional.

“Es natural que los padres quieran lo mejor para sus hijos y se sientan involucrados en decisiones tan importantes como la elección de una carrera. Pero cuando esas expectativas se imponen, pueden generar presión y conflictos internos”, explica Mónica Messa, directora de la carrera de Psicología en Unifranz. Desde su experiencia en psicología educativa, enfatiza la importancia de que las familias funcionen como un espacio de escucha y apoyo, más que como fuente de juicio.

Un proceso vocacional auténtico —afirma— surge cuando las decisiones están guiadas por intereses, valores y motivaciones personales. “Una pista valiosa es preguntarse: ¿elegí esto porque me inspira o porque no quiero decepcionar a alguien?”, sugiere Messa. En ese sentido, el acompañamiento académico que ofrece Unifranz busca ayudar al estudiante a reconectarse con lo que realmente lo mueve.

La universidad dispone de procesos de orientación vocacional que brindan herramientas de autoconocimiento, asesoría académica y espacios de reflexión. Estas estrategias permiten que los estudiantes que atraviesan una etapa de duda o insatisfacción puedan tomar decisiones con mayor libertad y claridad.

En esa transición, el respaldo familiar puede marcar la diferencia. “No se trata de castigar el error, sino de celebrar la búsqueda. El cambio no es retroceso, es redirección”, subraya la directora. Frases de apoyo, como “estoy orgulloso de que estés tomando una decisión más honesta contigo mismo”, pueden fortalecer la autoestima del estudiante y prepararlo emocionalmente para iniciar una nueva etapa.

Historias como la de Violeta Jiménez, estudiante de Odontología en Unifranz Cochabamba, reflejan este camino. “Decidí salirme de la Univalle porque el ambiente y los horarios no me permitían desarrollarme bien. En Unifranz encontré docentes accesibles, horarios flexibles y la posibilidad de hacer más cosas sin sentirme limitada”, comenta.

Joaquín Cárdenas y Cristian Muriel, actualmente estudiantes de Medicina, también decidieron reconducir su proceso formativo. Joaquín destaca la organización institucional y la calidad docente que encontró en Unifranz, frente a la experiencia previa de desorganización y costos ocultos. Cristian, por su parte, valora el sistema semestral, que le permitió reengancharse rápidamente sin perder tiempo académico.

“Cuando un joven siente que su familia lo apoya sin juicio, crece en seguridad. Y eso aumenta sus posibilidades de éxito, bienestar y compromiso con su formación”, concluye Messa.

En Unifranz, cambiar de carrera es entendido como una decisión legítima dentro del proceso de construir un proyecto de vida auténtico. Con el acompañamiento adecuado, cada estudiante puede redirigir su rumbo y transformar la duda en oportunidad. Porque crecer también significa saber reenfocar el camino con madurez y confianza.

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