Adrián Ortiz: Desdibujarse para potenciar el talento creativo

Adrián Ortiz: Desdibujarse para potenciar el talento creativo

“La vida es como una hoja en blanco y sin importar cuantas veces borremos, lo importante es animarse al primer trazo”, esa es la reflexión que hace Adrián Jaime Ortiz Mérida al contar que no siempre fue su versión de estudiante de Diseño Gráfico y artista ilustrador de hoy.

Adrián Ortiz, realizando un retrato en lápiz

Ortiz comenzó a dibujar cuando era pequeño, pero optó por formarse como ingeniero industrial por la presión del entorno. Ese primer bosquejo de sí mismo no lo convenció y decidió trabajar en la idea de quién era él realmente. Logró encontrar un trazo que lo guio a su felicidad estudiando una segunda carrera. “Nada sale bien a la primera, todo trabajo necesita pulirse. No hay que tener miedo a equivocarse”.

Adrián comenzó a llenar cuadernillos haciendo retratos mientras escribía su tesis de Ingeniería. Un domingo por la tarde salió a pasear por el Cristo de la Concordia con Jaime, su papá, y tuvo una conversación profunda sobre la felicidad de poder ser uno mismo. Así, con el apoyo incondicional de su familia, comenzó un viaje para cumplir su sueño, potenciar su talento y convertirse en artista ilustrador en dos empresas de desarrollo de videojuegos. Como toda obra de arte, reinventarse fue un proceso de creación y transformación.

Con el tiempo y la práctica, los retratos que hacía se fueron convirtiendo en personajes creados con un estilo propio. El 2021 gracias a una convocatoria de su directora de carrera, Alejandra Basta, el ilustrador fue elegido para realizar sus prácticas empresariales en la empresa internacional de videojuegos Mampel Skyliner. Allí, aprendió con mentores internacionales por tres meses y fue contratado como Artista Asociado para crear otros personajes y sus mundos en juegos como Ecomasters.

La Directora de Carrera cuenta que invitó a 10 de los estudiantes más destacados y proactivos a participar y que; Ortiz fue el único que decidió postular para “buscar mejores oportunidades y las consiguió”.

Este año Roxana Sánchez, otra estudiante de la carrera, invitó a su compañero a participar como artista conceptual de personajes y escenarios en Virtual Sonqo, una nueva empresa boliviana de desarrollo de videojuegos. “Como artista me siento altamente valorado y motivado a seguir apoyando el proyecto”, comenta el artista.

Roxana cuenta que la realización de uno de los proyectos más recientes de la empresa requería de un ilustrador para los artes conceptuales, escenarios y personajes. “Recozco las buenas habilidades de dibujo que tiene Adrián, lo recomendé a Virtual Sonqo y después de una reunión terminó uniéndose al equipo”.

Cuando el bosquejo está definido, inician los trazos precisos para pulir y dar forma a la ilustración. Así también, Adrián fue esbozando su futuro como estudiante destacado formando parte del cuadro de honor desde primer semestre como estudiante de excelencia con un promedio de 98,43.

El cineasta y artista Robert Bresson dijo que “no hay arte sin transformación” y no cabe duda que la transformación de nuestro personaje es una evidencia del arte de construirse a uno mismo a través del aprendizaje y la experiencia.

Kayan y el viaje del papel a la animación digital

Para comprender al artista, es también necesario entender sus procesos. Adrián inició la creación de su último personaje Kayan como un bosquejo sencillo en uno de sus cuadernos. “Para la historia y el personaje me inspiré en la conexión de la fantasía con un viaje con sentido, si bien existen mundos fantásticos y hermosos nunca deja de existir la tragedia y los problemas… así se forman los héroes”.

El viaje de su personaje, al igual que la digitalización y animación del mismo, es largo. Inicia con una fotografía del bosquejo que se utiliza para delinear un primer boceto digital en el cual se van creando las formas y fondos para luego dar los detalles de texturas y elementos en primer plano. Por último, se añade al personaje en la escena y se procede a animar cada capa de la ilustración digital para conseguir el movimiento que se aprecia en el siguiente video:


Ortiz está en proceso de reinvención constante, pero en un futuro se ve a sí mismo dirigiendo su propio estudio o creando sus propios proyectos en las empresas donde trabaja actualmente. “En Bolivia hay mucho talento y hay las ganas, en un futuro me gustaría poder ayudar a otras personas a desarrollar ese talento]…[Me siento emocionado porque trabajo en lo que siempre he querido y se me han ido abriendo las puertas”.

 

 

 

 

 

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