En un sorprendente giro para el mundo laboral, la Inteligencia Artificial (IA) está desplegándose en una variedad de campos como nunca antes se había visto. Hoy, las nuevas tecnologías son más accesibles y sencillas y están facilitando labores diarias de la gente en todos los ámbitos de su vida.
El panorama laboral está experimentando cambios significativos debido a la cuarta revolución industrial. La adopción de la IA se presenta como una oportunidad para marcar la diferencia respecto a la competencia.
Para Leonid Herrera, experto en capacitación de recursos humanos y coordinador del ONT (Observatorio Nacional del Trabajo), es fundamental comprender que la IA ya no es solo un concepto futurista o exclusivo de grandes corporaciones sino una herramienta al alcance de todos y su implementación puede marcar una diferencia sustancial en cualquier carrera profesional.
Asimismo, al profesional de gestión de capital humano, le preocupa que las personas pasen el 65% de su tiempo comunicándose y adelantando tareas, y solo un tercio del tiempo lo dediquen a la creación e innovación.
“Muchas empresas no dan suficiente tiempo a sus equipos para aprender y aprovechar la inteligencia artificial. La falta de una estrategia clara y las malas experiencias con tecnologías contemporáneas como Blockchain y el Metaverso han llevado a algunas empresas a esperar y no tomar acción. De ahí que es crucial comprender que la inteligencia artificial ya está aquí y las empresas deben adoptarla para crecer”, indica.
Otro obstáculo que limita la productividad y la innovación en las empresas está relacionado con el desarrollo de la competencia digital en los colaboradores. La falta de conocimiento al emplear pertinentemente las nuevas TIC y la permisión de múltiples canales de comunicación digital ha aumentado la angustia y la ansiedad de los colaboradores, lo que impacta negativamente en su desempeño.
Un ejemplo de cómo esta situación afecta al bienestar de los colaboradores, es el uso de WhatsApp, considerada como una APP personal donde las personas tienen comunicación con sus parejas, sus familias o amigas y amigos. Sin embargo, cuando se la usa para el trabajo, se produce una invasión a la intimidad y confianza de los colaboradores.
“De repente, nuestro jefe, nuestros colaboradores o nuestros compañeros de trabajo nos envían mensajes que nos generan estrés y ansiedad. Ya no sentimos la misma alegría o tranquilidad al ver una notificación, sino que pensamos que es algo que tenemos que hacer por obligación”, dice Herrera.
De ahí la importancia de separar el chat del trabajo de los chats personales. Cuando se eleva la angustia, baja la productividad y también aumenta el sufrimiento en el trabajo, influyendo en el rendimiento de las empresas. A este fenómeno, entre otros, se le llama deuda digital. Por tanto, es fundamental separar el trabajo de los chats personales y adoptar herramientas de inteligencia artificial que puedan aliviar esta deuda y mejorar la eficiencia en las labores diarias.
La integración de la Inteligencia Artificial en áreas legales, contables y estratégicas de los negocios es una realidad. Las empresas deben implementar una estrategia real para aprovechar al máximo la tecnología.
Herrera recuerda el caso de un banco que tenía una base de código enorme y un presupuesto multimillonario para traducir esa base de código de un lenguaje de programación de los noventas a uno moderno, debido a que tenía muchos contratos en juego.
“A pesar de contar con un presupuesto enorme, de unos tres millones de dólares, estimaban que el proceso les llevaría alrededor de un año y medio. Sin embargo, al usar sistemas de inteligencia artificial como GitHub Copilot, logró traducir el código en un mes y medio, incluyendo las pruebas de integración y otras tareas, simplemente porque adoptaron estas herramientas que pueden reescribir código de forma rápida y eficiente”, señala.
Estos avances demuestran el potencial de la IA para agilizar procesos y mejorar la eficiencia en diversas áreas de trabajo.
En el futuro del trabajo en 2030, la gestión se basará en innovación, flexibilidad y productividad, será necesario moverse en un ecosistema digital y contar con una fuerza laboral de nativos digitales.
La crisis de la Covid-19 ha ampliado la desigualdad de acceso e inserción laboral. Herrera sostiene que esa brecha social obliga a adoptar IA de recursos humanos basado en la nube y promover el trabajo remoto. Además, la seguridad, bienestar y salud en el trabajo serán fundamentales, incluyendo el hibridaje entre trabajo remoto y presencial.
La inteligencia artificial será crucial en la gestión y retención de talento, optimizando procesos y mejorando la productividad en las empresas. Habrá un cambio de paradigma en las habilidades requeridas, enfocándose en tecnología, comunicación interpersonal y lógica.
Si bien algunas habilidades podrían ser reemplazadas por la automatización, especialmente en trabajos no altamente calificados, también surgirán nuevas oportunidades de empleo que requerirán habilidades complementarias a la IA para garantizar un futuro laboral sólido, además de políticas de promoción de empleo, la formación de competencias digitales y la disminución de tarifas de Internet.
“La inteligencia artificial llegó para quedarse y aquellos que se unan a la vanguardia serán los que lideren la transformación en el mundo laboral lleno de posibilidades”, concluye Herrera.