La terapia online, también conocida como terapia virtual o telepsicología, está ganando terreno como una forma eficaz y accesible de recibir tratamiento psicológico.
Este método innovador aprovecha las tecnologías digitales para ofrecer intervención terapéutica a distancia, eliminando las barreras geográficas y brindando apoyo a aquellos que de otra manera podrían tener dificultades para acceder a servicios de salud mental.
La telepsicología tiene sus raíces en las nuevas tecnologías de la información y comunicación y puede utilizarse como complemento a servicios presenciales, pero también como servicio independiente capaz de proporcionar un servicio psicológico a corta y larga distancia.
Gonzalo es un joven profesional que sufre de bipolaridad, un trastorno mental que afecta, al menos, a uno de cada ocho personas en el mundo, y que lo obliga a visitar periódicamente al psicólogo, además de recibir medicación permanente.
Durante la cuarentena rígida por la pandemia del coronavirus, el joven no podía discontinuar el tratamiento, por lo que cumplió las consultas con su terapeuta vía online. La receta médica también le llegaba en formato digital, dada la emergencia de salud.
“La cuarentena rígida me afectó mucho y necesitaba sí o sí las sesiones con mi psicólogo. Si bien prefiero las sesiones presenciales, para mí fue clave que el doctor me haya sugerido seguir con las sesiones de forma virtual. Esta alternativa la hemos replicado posteriormente cuando, debido a mi trabajo, tuve que ausentarme de la ciudad por largos períodos de tiempo”, señala Gonzalo.
En esencia, la terapia online no difiere mucho de la terapia tradicional en persona. La principal distinción radica en que el terapeuta y el cliente están en diferentes ubicaciones físicas, utilizando tecnología como videollamadas, llamadas de audio, correo electrónico o aplicaciones para llevar a cabo la intervención terapéutica, explica Juan Carlos Fernández, profesional psicólogo titulado de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
“Se siguen los mismos pasos que en una terapia presencial, con la diferencia que en la terapia online se debe adaptar en cómo realizar las evaluaciones y las estrategias o técnicas terapéuticas”, indica el psicólogo.
Este enfoque se ha demostrado particularmente eficaz en trastornos como la ansiedad, la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), el trastorno por estrés postraumático (TEPT), entre otros.
Entre las ventajas que ofrece la terapia online se destaca su accesibilidad. Esta modalidad permite que las personas reciban ayuda, incluso, en áreas donde la disponibilidad de psicólogos es limitada, así como en situaciones en las que la intervención presencial podría resultar difícil debido a problemas psicológicos como fobias o traumas.
Fernández señala que, además, “la terapia online tiende a ser más económica tanto para el paciente como para el terapeuta, lo que la hace más asequible para un público más amplio”.
La flexibilidad temporal y espacial de la terapia online también es un factor importante a tener en cuenta. Los pacientes pueden participar en sesiones desde la comodidad de sus hogares, lo que reduce la ansiedad asociada con la visita a un consultorio físico. Asimismo, esta modalidad permite a los terapeutas adaptarse a las necesidades y horarios de sus clientes de una manera más eficiente.
Es importante destacar que la terapia online no pretende reemplazar por completo la terapia tradicional en persona, especialmente en casos de problemas psicológicos graves. Sin embargo, puede complementar de manera efectiva y, en muchos casos, se combinan ambas modalidades para satisfacer las necesidades individuales de los pacientes.
La terapia online y presencial no son rivales, sino que pueden complementarse una con la otra, ya que las dos son aliadas. Las características de la terapia online se alinean con las ventajas que ofrece al paciente y al terapeuta.
“Presenta accesibilidad orientada en el tiempo y lugar, a su vez es más económica la terapia online frente a la terapia presencial; además la persona se siente más cómoda al realizar la terapia, ya que se encuentra en su hogar”, puntualiza.
A pesar de sus numerosas ventajas, la terapia online también enfrenta ciertas limitaciones. La confianza en la tecnología y la falta de habilidades para su uso pueden ser obstáculos para algunas personas.
La creciente familiaridad con las herramientas digitales y la disponibilidad de capacitación y soporte técnico, está llevando a superar, gradualmente, estas barreras.
Sin embargo, como en cualquier cambio y avance hay perspectivas y posturas diferentes en las personas que muestran sus dudas ante el uso de las tecnologías y que pueden presentar tecnofobia (rechazo a la terapia online) o tecnofilia (aceptación casi absoluta a la terapia online).
El psicólogo debe estar preparado para ambas posturas, puesto que la terapia sea online o presencial debe estar adaptada ante las necesidades del paciente, puntualiza el profesional.
La terapia online representa un paso adelante en la evolución de la atención psicológica, aprovechando las nuevas tecnologías para ofrecer apoyo terapéutico de manera conveniente y efectiva.
Con una combinación de innovación, adaptabilidad y comprensión de las necesidades individuales de los pacientes, la terapia online continúa allanando el camino hacia un mejor bienestar psicológico para todos.