Ver más allá de lo evidente: la realidad aumentada revoluciona los quirófanos

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La cirugía vive una revolución silenciosa pero poderosa. La incorporación de la realidad aumentada (RA) en quirófano está transformando la forma en que los médicos abordan las intervenciones quirúrgicas, mejorando la precisión, reduciendo riesgos y optimizando los resultados clínicos. Esta tecnología, que ya comienza a implementarse en hospitales de todo el mundo, marca un antes y un después en la medicina del siglo XXI.

“Aunque ya existen aplicaciones prácticas, muchas de sus posibles contribuciones aún están en fase de investigación y desarrollo. La rapidez con la que estas tecnologías avanzan y su capacidad para abrir nuevas fronteras en la medicina justifican su clasificación como emergentes”, sostiene Marco Gonzalo González, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Al superponer imágenes tridimensionales e información digital directamente sobre el campo visual del cirujano, la RA permite “ver” estructuras internas sin necesidad de incisiones, facilitando diagnósticos más certeros y procedimientos menos invasivos.

Uno de los ejemplos más recientes e innovadores en Latinoamérica tuvo lugar en el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde un equipo multidisciplinario realizó cirugías asistidas con RA por primera vez en Argentina. Mediante el procesamiento de tomografías y resonancias, los profesionales generaron proyecciones tridimensionales del cuerpo humano que podían ser manipuladas y superpuestas sobre el paciente mediante gafas especiales. Esto permitió visualizar órganos, huesos y tumores como si la piel fuera transparente, facilitando una planificación quirúrgica más precisa y colaborativa.

Los beneficios no se limitaron a la técnica. Gracias a esta tecnología, los cirujanos del Hospital Italiano lograron intervenir tumores con menor daño a tejidos sanos, planificar intervenciones complejas como nefrectomías y prótesis maxilofaciales, y mejorar la comunicación entre equipos ubicados en diferentes puntos geográficos. La posibilidad de compartir en tiempo real una visión 3D del cuerpo humano fortaleció la asistencia remota, la toma de decisiones interdisciplinaria y la formación médica, convirtiendo al quirófano en una verdadera interfaz entre lo digital y lo biológico.

Experiencias similares se replican en centros de salud de Europa, Asia y Norteamérica. En EE.UU., la Clínica Mayo utiliza RA para planificar cirugías cerebrales con una precisión milimétrica. En Alemania, el hospital Charité de Berlín aplica esta tecnología en oncología para delimitar tumores antes de operar. España no se queda atrás: el Hospital Vall d’Hebron incorporó la RA en cirugías ortopédicas y neurológicas, logrando acortar los tiempos de recuperación y reducir los márgenes de error. Empresas como Philips y Proximie, por su parte, desarrollan plataformas que permiten guiar procedimientos a distancia, ampliando el acceso a expertos internacionales en tiempo real.

“A medida que estas tecnologías continúan desarrollándose, es evidente que su impacto en la medicina y la investigación en salud será profundo y duradero. La integración de estas innovaciones promete no solo mejorar los diagnósticos y tratamientos actuales, sino también abrir nuevas vías para abordar enfermedades que hasta ahora han sido resistentes a los enfoques tradicionales”, reflexiona González.

RA en la educación médica

La realidad aumentada no solo impacta la práctica clínica, sino también la formación médica. Las facultades de medicina que integran estas herramientas en sus programas permiten que los estudiantes practiquen procedimientos complejos en entornos virtuales antes de interactuar con pacientes reales. 

Esto no solo mejora la curva de aprendizaje, sino que incrementa la seguridad del paciente, reduce errores y promueve una medicina más empática y basada en evidencia. La RA también facilita la comunicación médico-paciente, permitiendo explicar diagnósticos e intervenciones mediante visualizaciones interactivas que mejoran la comprensión y reducen la ansiedad.

Unifranz implementa estas tecnologías en la educación médica mediante las salas de simulación, espacios de entrenamiento equipados con las últimas innovaciones médicas, en los cuales los estudiantes pueden tener una experiencia cercana a la realidad en un ambiente controlado.

La medicina del futuro ya está en marcha. La aplicación de la realidad aumentada en cirugía no es una promesa lejana, sino una realidad que se materializa en quirófanos alrededor del mundo. Su implementación exige inversión, formación y un cambio cultural en los equipos de salud, pero los beneficios —mayor precisión, mejores resultados y mayor comprensión de los procesos médicos— hacen que cada esfuerzo valga la pena. Ver más allá de lo evidente, literalmente, ya no es una metáfora. Es la nueva manera de operar.

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Manuel Joao Filomeno Nuñez

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