Informe del Observatorio Nacional del Trabajo: liderazgo, trabajo en equipo y habilidades digitales marcan el futuro del empleo en Bolivia

By Manuel Joao Filomeno Nuñez

En un contexto global de acelerada transformación tecnológica, las competencias laborales se han convertido en un factor decisivo para la empleabilidad de las personas y la competitividad de las organizaciones. Así lo demuestra el Estudio de Competencias Laborales en Bolivia – marzo 2025, presentado por el Observatorio Nacional del Trabajo (ONT),  en alianza con instituciones académicas, organismos internacionales y actores del sector productivo.

El documento, elaborado por el ONT, parte del Centro de Pensamiento Estratégico de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, con metodologías apoyadas en inteligencia artificial y minería de datos, analizó más de un año de convocatorias laborales en plataformas digitales, clasificando las habilidades más demandadas según tres niveles organizacionales: estratégico, táctico y operativo.

“Este estudio está diseñado para ser una herramienta práctica. Para las empresas y entidades públicas, ofrece insumos para el diseño de perfiles, procesos de selección y planes de capacitación. Para las instituciones de educación, constituye un punto de referencia para la actualización curricular y el fortalecimiento de aprendizajes basados en resultados”, afirmó Pedro Sáenz, director del ONT y vicerrector de Unifranz sede La Paz.

El informe concluye que existe un claro predominio de competencias duras sobre las blandas en una proporción de 2 a 1. En palabras de Sáenz, “la dinámica del empleo, la digitalización de procesos y la emergencia de nuevos oficios exigen mediciones periódicas y diálogo permanente con actores del ecosistema”.

Competencias estratégicas: liderazgo y visión de futuro

En el nivel estratégico, correspondiente a la alta dirección, se destacan competencias técnicas ligadas a la digitalización y gestión empresarial: metodologías ágiles (Scrum), Lean, tecnologías de información, Power BI e inglés avanzado.

A nivel de competencias blandas, sobresalen el liderazgo, la visión estratégica, la comunicación efectiva y la capacidad de negociación. Estas habilidades permiten a los ejecutivos anticipar escenarios, tomar decisiones complejas e impulsar la innovación en un entorno cada vez más incierto.

Nivel táctico: orientación a resultados y gestión de procesos

El nivel táctico, que traduce la estrategia en acciones concretas, demanda un perfil equilibrado entre capacidades técnicas y de gestión. En este segmento destacan el manejo de tecnologías de información, metodologías de gestión de proyectos, optimización de procesos e inglés avanzado.

En cuanto a competencias blandas, los mandos intermedios deben demostrar orientación a resultados, trabajo en equipo y liderazgo, además de proactividad y creatividad. Estas habilidades son cruciales para la supervisión de procesos productivos y la coordinación de equipos.

Nivel operativo: habilidades digitales y trabajo en equipo

La mayor parte de la demanda laboral en Bolivia —más del 80 %— se concentra en el nivel operativo, donde se requieren competencias duras como programación web (HTML, CSS, JavaScript), manejo de bases de datos, uso de maquinaria e implementación de metodologías ágiles.

En lo blando, el trabajo en equipo es la competencia más valorada, seguido de la proactividad, la orientación al cliente, la disciplina y la comunicación efectiva. Esto responde a la necesidad de fortalecer la eficiencia en tareas de ejecución y servicios.

Brechas y desafíos

El estudio también advierte sobre brechas críticas. La escasa presencia de competencias como creatividad, resiliencia y aprendizaje activo limita la capacidad de adaptación e innovación. Además, la exigencia de experiencia previa (entre 1 y 5 años en la mayoría de ofertas) constituye una barrera para jóvenes y mujeres en reinserción laboral.

Para Rafael Vidaurre, coordinador del ONT, “las competencias laborales se han convertido en un factor decisivo para la competitividad de las organizaciones y la empleabilidad de las personas”. Añade que “con este documento, buscamos aportar a la construcción de un mercado laboral más inclusivo, dinámico y competitivo, en el que el desarrollo de competencias —tanto técnicas como transversales— sea un eje central”.

En línea con las tendencias globales identificadas por el World Economic Forum (2023), Bolivia muestra avances en áreas como digitalización, liderazgo y trabajo en equipo, pero todavía necesita fortalecer la creatividad y la resiliencia. 

“El compromiso de las instituciones, empresas y centros educativos será determinante para transformar los resultados de este estudio en acciones concretas que fortalezcan el talento humano del país”, concluye Vidaurre.

Una agenda compartida

El ONT subraya que este estudio es parte de un esfuerzo colectivo y de largo plazo. Participaron en su elaboración aliados estratégicos del sector productivo, instituciones académicas nacionales e internacionales y organizaciones de la sociedad civil, que aportaron datos y validación técnica.

El documento invita a las empresas, universidades y autoridades a trabajar juntas en una agenda que diversifique la estructura laboral, promueva empleos de mayor calidad y reduzca las asimetrías regionales en la generación de oportunidades.

Con este informe, el ONT busca no solo describir la realidad del empleo en Bolivia, sino orientar políticas públicas, programas educativos y estrategias empresariales que fortalezcan el talento humano y preparen al país para los desafíos de la economía digital.

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