Influenza H3N2 se expande y muestra síntomas intensos que demandan atención temprana
La influenza H3N2 vuelve a generar preocupación en los sistemas de salud por su rápida propagación estacional y su impacto en la población. Este subtipo del virus de la gripe, altamente contagioso, provoca cada año un aumento significativo de consultas médicas, hospitalizaciones y complicaciones respiratorias, especialmente en los grupos más vulnerables. Aunque suele confundirse con un resfriado común, se trata de una enfermedad más agresiva y con un potencial de gravedad mucho mayor.
“La influenza, en general y en particular la H3N2 ‘no es un simple resfrío’, sino una infección respiratoria aguda que puede derivar en complicaciones severas si no se trata oportunamente. Entre los cuadros más graves figuran la neumonía viral, la miocarditis, la encefalitis y, en pacientes con defensas debilitadas, el riesgo de insuficiencia respiratoria”, explica Sinaí Claros, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz).
La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) advirtió sobre un rápido aumento de una nueva variante de gripe en Europa y Asia oriental, y señaló que también está apareciendo cada vez más en América del Norte. Esta temporada, a finales de 2025, ha surgido una nueva variante llamada K (J.2.4.1), que ha provocado un rápido aumento de casos en Europa, Asia y América del Norte. En EE.UU. y Canadá, la situación ha sido más grave y los casos han aumentado más temprano de lo esperado.
En Europa, esta variante ya representa casi la mitad de los casos detectados entre mayo y noviembre de 2025. No se ha observado que cause una enfermedad más grave en general, pero cuando este tipo de gripe es el más común, las personas mayores de 65 años suelen verse más afectadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó esta situación el 10 de diciembre de 2025, indicando que por ahora no se observa el mismo aumento en América del Sur.
La H3N2 se manifiesta con síntomas intensos que permiten diferenciarla de otras infecciones respiratorias. Entre los más frecuentes se encuentran la fiebre mayor a 38 °C, la tos seca persistente, los dolores musculares, la congestión nasal, el malestar general y un cansancio marcado que puede prolongarse durante varios días, afectando la rutina diaria de quienes la padecen.
La capacidad de mutación del virus influenza es uno de los factores que favorece la aparición de brotes epidémicos cada temporada. Esta característica dificulta el control de la enfermedad y obliga a mantener estrategias de prevención actualizadas. Los niños pequeños, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas figuran entre los grupos con mayor probabilidad de desarrollar complicaciones graves.
La transmisión del virus ocurre con mayor rapidez en espacios cerrados y concurridos como escuelas, oficinas, transporte público y hospitales. Según Claros, uno de los principales errores de la población es minimizar los síntomas o recurrir a la automedicación, una práctica que retrasa la atención médica y aumenta el riesgo de que cuadros moderados evolucionen hacia formas graves de la enfermedad. La consulta oportuna ante señales de alarma como dificultad para respirar, fiebre persistente, dolor torácico o deshidratación resulta fundamental.
El reconocido infectólogo mexicano Alejandro Macias, sostiene que el virus H3N2 se expande con facilidad. “Lo que se ha visto en Japo, en Reino Unido y España, es transmitirse con mucha facilidad y escapar un poco a la vacuna. Eso quiere decir que la vacuna puede ser discretamente menos eficaz. Pero eso no quiere decir que no vaya a proteger contra enfermedades graves o muerte, y eso es lo que hay que insistir a la gente que la vacuna no es solamente para no enfermarse”.
Sin embargo, se reitera que peligro radica en su alta transmisibilidad y en la vulnerabilidad de determinados grupos poblacionales. A pesar de las mutaciones, el patrón clínico suele mantenerse con fiebre, tos seca, dolores musculares, escalofríos y, en algunos casos, síntomas gastrointestinales.
En esa misma línea, la vacunación anual continúa siendo la principal herramienta de prevención. La docente de Unifranz subraya que la inmunización no solo reduce el riesgo de enfermar, sino que también disminuye la gravedad de los cuadros y la probabilidad de hospitalizaciones y muertes asociadas a la influenza. La vacuna es especialmente recomendable para personas con comorbilidades, pacientes inmunodeprimidos, mujeres embarazadas, personal de salud y niños pequeños.
“La inmunización no solo reduce el riesgo de enfermar, sino también la gravedad de los cuadros en caso de infección, disminuyendo hospitalizaciones y muertes relacionadas con la influenza. Vacunarse es un acto de responsabilidad social y una de las medidas más efectivas para evitar que una enfermedad prevenible siga cobrando vidas”, enfatiza Claros.
Además de la vacunación, los especialistas recomiendan mantener medidas preventivas como el lavado frecuente de manos, la ventilación de ambientes, el uso de mascarilla en lugares concurridos y evitar asistir al trabajo o a la escuela cuando se presentan síntomas. Estas acciones sencillas contribuyen de manera significativa a reducir la circulación del virus en la comunidad.
El impacto de la gripe H3N2 no es solo sanitario, sino también social y económico, ya que afecta al funcionamiento de escuelas, empresas y servicios, genera ausentismo laboral y ejerce presión sobre los sistemas de salud. Por ello, la prevención debe entenderse como una responsabilidad colectiva, especialmente en un contexto de repunte de casos en distintos países.