Frases que jamás debes decir en una entrevista de trabajo

La primera impresión en una entrevista laboral suele ser decisiva. Desde la forma de saludar hasta las primeras palabras que se dicen, todo comunica. En pocos minutos, los reclutadores evalúan no solo la experiencia profesional, sino también la actitud, seguridad, lenguaje y preparación del candidato.
“La primera impresión es super valiosa, entre el 70 a 80%, porque el primer contacto es el más importante. Más allá de todo lo revisado de la hoja de vida, es importante tener ese contacto uno a uno para ver lo que está detrás de la hoja de vida: el tema de actitud, presentación, el tema de cómo se desenvuelve”, señala Gabriela Torrez, analista de Gestión de Talento del Banco Mercantil Santa Cruz (BMSC).
Durante la IV Feria de Empleabilidad de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Torrez compartió una serie de recomendaciones esenciales para enfrentar con éxito una entrevista. Uno de los principales errores que cometen los postulantes es pronunciar frases que reflejan desinterés, falta de preparación o poca autocrítica. Expresiones como “no sé mucho sobre la empresa” o “sólo sé lo básico que encontré en internet” revelan una actitud pasiva ante una oportunidad profesional.
“Si están postulando a una empresa, es importante averiguar o investigar un poco más sobre el objetivo de la empresa, el objetivo del cargo también, para poder empaparse más del contexto del cargo al que uno está postulando”, recomendó Torrez.
Una frase más acertada sería: “Me atrajo la propuesta porque la empresa tiene una misión alineada con mis valores y veo oportunidades reales de aportar desde mi perfil”.
Qué decir (y qué evitar) durante la entrevista
Los errores verbales más comunes pueden clasificarse en distintas categorías:
- Falta de conocimiento sobre la empresa: frases como “No investigué mucho” o “Solo sé que es una empresa grande” proyectan indiferencia. En su lugar, se recomienda demostrar conocimiento específico: “Vi que están expandiendo operaciones a nuevas regiones y eso me parece una oportunidad interesante para aportar con mis habilidades”.
- Respuestas centradas solo en beneficios personales: decir “Quiero este trabajo porque ofrecen buenos beneficios” no muestra compromiso. Es mejor equilibrar el interés personal con el valor que se puede aportar: “Me entusiasma contribuir al crecimiento de la empresa en nuevas áreas y también desarrollar mi carrera profesional”.
- Fortalezas genéricas o vacías: frases como: “Soy muy perfeccionista” o “trabajo mucho” carecen de impacto. En su lugar, conviene usar ejemplos concretos: “Tengo capacidad de organización, y en mi último proyecto logré reducir los tiempos de entrega en un 20%”.
- Debilidades poco creíbles o evasivas: decir “me exijo demasiado” no convence. Una mejor estrategia es mostrar autoconocimiento: “Me cuesta hablar en público, por eso comencé una formación en oratoria para mejorar esa habilidad”.
Estas respuestas no solo comunican habilidades, sino también madurez, sinceridad y disposición al aprendizaje, aspectos altamente valorados por los empleadores.
Presentación y actitudes: claves para una buena impresión
Además de lo que se dice, la forma de vestir, la actitud y la comunicación no verbal juegan un rol clave en el éxito de una entrevista. A continuación, algunas recomendaciones compartidas durante la Feria de Empleabilidad:
- Vestimenta: elegir ropa profesional, de acuerdo con la cultura de la empresa. Para un banco, por ejemplo, se sugiere vestimenta formal. En cambio, para las startups, puede ser más casual, sin perder la sobriedad.
- Puntualidad: llegar 10 o 15 minutos antes demuestra compromiso. Mientras se espera, mantener una postura abierta y actitud receptiva.
- Seguridad y cordialidad: mantener el contacto visual, un tono de voz claro y una sonrisa transmite confianza.
- Lenguaje corporal: evitar movimientos nerviosos y cruzar los brazos. Escuchar activamente y asentir puede generar una conexión más cercana.
Como explicó Torrez, “es importante que una persona sea transparente, si bien en una entrevista la mayoría de las personas trata de mostrar su mejor cara, es muy importante que uno sea el 100% transparente y sincero. El tema de la comunicación es una de las cosas que recomiendo en la que más se deberían preparar”.
Cómo prepararse para destacar
La preparación previa es una de las estrategias más efectivas. Practicar respuestas a preguntas frecuentes, investigar sobre la empresa y pensar en preguntas inteligentes para hacer al final de la entrevista son elementos que los reclutadores valoran mucho. Según un informe de LinkedIn, los candidatos que se preparan bien tienen un 50% más de posibilidades de avanzar a la siguiente fase del proceso.
Algunas técnicas útiles incluyen el método STAR (Situación, Tarea, Acción, Resultado) para estructurar las respuestas, la visualización positiva y ejercicios de respiración para manejar el nerviosismo.
Finalmente, formular preguntas como “¿Qué retos enfrenta el equipo al que me incorporaría?” o “¿Qué oportunidades de formación ofrece la empresa?” ayuda a generar una conversación más rica y muestra verdadero interés.
Durante la Feria, muchos jóvenes se enfrentaron por primera vez a entrevistas reales. La experiencia no solo sirvió para acercarlos al mundo laboral, sino también para reflexionar sobre cómo comunicar mejor sus competencias, motivaciones y valores. La clave está en prepararse con honestidad, proyectar confianza y evitar las frases que pueden cerrar puertas incluso antes de que se abran.