Diseño en la era de la IA: ¿se reemplaza al diseñador o se potencia su creatividad?

La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido con fuerza en los procesos creativos, transformando la forma en que los diseñadores piensan, producen y presentan sus ideas. Pero, ¿realmente puede reemplazar el ojo crítico, la empatía o el pensamiento visual del ser humano? Expertos coinciden en que la IA no sustituye al diseñador, lo potencia.
Tanto expertos del mundo profesional como formadores académicos, coinciden en que la IA transformó la manera de diseñar, pero no sustituye las habilidades humanas fundamentales como el criterio, la empatía y la intuición visual.
“Desde que empecé a trabajar con IA en diseño, especialmente en proyectos con marcas globales, todo ha cambiado. Antes, uno se pasaba horas bocetando, corrigiendo, ajustando… y ahora, con las herramientas de IA, ese proceso se ha vuelto muchísimo más rápido. Pero eso no significa que el diseñador haya desaparecido; al contrario. Hoy somos más como directores creativos: tomamos decisiones, filtramos, interpretamos, damos sentido. La IA puede generar mil cosas, pero si no hay alguien con criterio detrás, se siente vacío”, afirma Rodney Espinoza, diseñador gráfico con más de 20 años de experiencia y actual AI filmmaker en Secret Level (uno de los estudios de producción con IA más importantes del mundo), Feels (agencia de animación y diseño en Chile) y CTO en The SamurAI’s Latam (AI filmmaking studio).
La inteligencia artificial, según el experto, es una herramienta poderosa, pero sin sensibilidad, criterio o dirección humana, corre el riesgo de estandarizar la creatividad y quitarle alma al diseño. “El peligro está en volverse dependiente y perder la chispa creativa; pero la oportunidad es enorme si sabes cómo integrarla a tu proceso sin que te quite tu voz propia como diseñador”, asegura.
Formación con visión crítica: diseñadores conscientes en tiempos de inteligencia artificial
Desde la academia, esta visión es compartida y promovida activamente. En Unifranz El Alto, la carrera de Diseño Gráfico y Producción Crossmedia aborda la IA no como una amenaza, sino como un eje transversal de innovación, presente en el plan de estudios y en la práctica cotidiana de los estudiantes.
“Potenciamos que nuestros estudiantes utilicen herramientas de inteligencia artificial desde una mirada crítica y ética, como medios para amplificar su creatividad, no como sustitutos de su capacidad de idear, sentir o comunicar”, explica Luis Esteban Palacios Cerón, director de carrera en Unifranz.
La formación que se imparte está centrada en el pensamiento crítico, la observación activa y la empatía como competencias clave. Se prioriza que los estudiantes no solo dominen la tecnología, sino que comprendan su impacto cultural y humano.
“Habilidades como el criterio humano, la empatía, la intuición creativa y la capacidad de leer contextos siguen siendo insustituibles. Son estas las que permiten al diseñador conectar de manera significativa con las personas”, señala Palacios.
Tecnología y humanismo: la nueva dupla creativa
En las aulas de Unifranz se trabaja con metodologías centradas en el estudiante, proyectos integradores dirigidos a mejorar las realidades locales y experiencias que desafían a los estudiantes a resolver problemas reales con herramientas emergentes. Espacios como la Sala Mac, con características técnicas y tecnológicas únicas en El Alto, permiten experimentar con IA generativa en la conceptualización de campañas visuales, branding experimental y contenidos interactivos.
Estas experiencias permiten a los estudiantes valorar el potencial creativo de la IA sin desligarse de su responsabilidad como diseñadores conscientes del impacto cultural de sus propuestas, añade el director.
Para Espinoza, esta preparación es clave, pues “hoy cualquiera puede generar mil imágenes con un solo prompt (instrucción con la que solicitas a la IA que realice una tarea concreta), pero pocos saben cuál realmente vale la pena. La IA te da velocidad, pero tú tienes que ponerle dirección. Lo importante no es solo saber usar una herramienta, sino saber por qué y para qué usarla”.
En ese sentido, el nuevo perfil del diseñador no se define solo por su dominio técnico, sino por su capacidad de análisis, su sensibilidad narrativa y su habilidad para conectar con las emociones de los usuarios. La IA puede ofrecer múltiples caminos, pero es el diseñador quien elige cuál recorrer y cómo hacerlo con sentido.
“El diseño del futuro será más complejo, más rápido y más digital, pero también más consciente. Porque mientras exista la necesidad de comunicar con empatía, contar historias y generar impacto real, el rol del diseñador seguirá siendo irremplazable”, concluye Palacios.