¿Cómo, cuándo y en qué invertir?
“Haz que tu dinero trabaje por ti”, un popular dicho en los ámbitos empresariales no solo aplica a los grandes capitales, sino también a las personas de a pie, que pueden utilizar sus ahorros para crear oportunidades y generar riqueza de manera pasiva; pero, ¿cómo podemos empezar a invertir? ¿A qué edad? ¿Utilizando qué instrumentos? A continuación, las respuestas a estas preguntas.
“El concepto de inversión está muy relacionado con el valor del dinero en el tiempo, es decir que mientras más pronto se realicen las inversiones, se espera que las mismas puedan generar beneficios oportunos y lo más importante, se evalúan y mitigan los riesgos existentes (actuales), dependiendo de la coyuntura con la que se vive”, explica Demis Vargas Rougcher, docente especialista en inversiones de la Carrera de Ingeniería Económica de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Vargas indica que la inversión también tiene una relación muy importante con la cultura de ahorro, evitando malgastar los recursos con los que actualmente se pueden contar.
El experto indica que no existe edad para realizar inversiones; sin embargo, expertos indican que existen ventajas al empezar jóvenes, ya que estos tienen un mayor margen de error y pueden realizar colocaciones a mayor plazo que las personas mayores.
“De todas maneras, es necesario considerar que todas las inversiones requieren de ajustes, aplicaciones y aprendizajes que están relacionados con el tiempo. Toda actividad y/o inversiones requerirán de tiempos de madurez en base a su respectivo ciclo económico, por lo que una inversión a temprana edad siempre será lo más aconsejable”, agrega.
En qué invertir y cómo
Según Vargas, toda inversión mínimamente debe contemplar la realización de los estudios de mercado, técnico, organizacional y financiero. Además, es importante considerar los tres factores que se encuentran relacionados con el costo de oportunidad, los que corresponden a monto, tiempo y tasa retorno (oportunidad).
Todos estos estudios, a través de las herramientas adecuadas, deben aterrizarse en la estructuración de flujos de caja, cuya característica y enfoque siempre debe estar relacionado al perfil de riesgo que se pretende asumir. Finalmente, toda inversión debe contener un estudio y evaluación del riesgo, acompañado de los respectivos indicadores de toma de decisiones.
“Es decir, que los inversores novatos deben asesorarse o estudiar todas las aristas del negocio al que planean entrar, para conocer sus riesgos y oportunidades”, agrega.
Antes de invertir, es importante considerar algunos factores:
- Tolerancia al riesgo: es importante entender la comodidad con las fluctuaciones en el valor de las inversiones para tomar decisiones más informadas.
- Metas financieras: establecer objetivos a corto y largo plazo ayuda a guiar las decisiones de ahorro e inversión.
- Inversión pasiva o activa: decidir si se prefiere invertir de manera pasiva, utilizando fondos diversificados y con comisiones bajas, o de manera activa, buscando superar el mercado con inversiones individuales. La inversión pasiva tiende a ofrecer mejores resultados a largo plazo.
- Hacerlo uno mismo o contratar a alguien: es posible administrar las propias inversiones a través de un corredor en línea o contratar a un asesor financiero. Hacerlo uno mismo puede ser más económico, pero un asesor puede proporcionar orientación valiosa.
- Monto inicial para invertir: no se necesita mucho dinero para comenzar a invertir. Muchos corredores en línea no tienen requisitos mínimos y permiten invertir en fracciones de acciones.
Instrumentos de inversión
Estas son algunos de los instrumentos más comunes para empezar a invertir, de acuerdo con el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA):
- Cuentas de ahorro con alto rendimiento: estas aumentan el rendimiento del dinero en comparación con una cuenta corriente típica. Las cuentas de ahorro con alto rendimiento permiten acceder regularmente al dinero. Son útiles para ahorrar para una compra en los próximos años o como reserva en caso de emergencia.
- Depósitos a Plazo Fijo (DPFs): funcionan como un «préstamo» que se hace a un banco. Los depósitos se realizan por un tiempo específico y el banco paga intereses. Trabajan por más tiempo que una cuenta de ahorro y generalmente no puedes acceder al dinero antes de que el DPF madure sin pagar una penalización. Son extremadamente seguros.
- Fondos de inversión: permiten invertir en una cesta de acciones o bonos. Tienen tarifas muy bajas o ninguna. Son una excelente manera de acumular riqueza con el tiempo.
- Fondos cotizados en bolsa (ETFs): se negocian como una acción durante todo el día y comprar por el costo de una acción más cualquier tarifa asociada. Se puede empezar con poco, pero es necesaria la asesoría de un corredor de bolsa.
- Bonos y acciones individuales: Es la opción más arriesgada, pero puede ser muy gratificante. Antes de comprar acciones o bonos, se debe considerar si tiene sentido para uno. Es una buena opción si se invierte a largo plazo y se comprende el negocio.
En Bolivia, muy pocas empresas cotizan con acciones y en su lugar lo hacen con bonos, esta herramienta se trata de un préstamo a una empresa a cambio de un interés, estos varían en plazo y monto.
“Si bien existen muchas más herramientas para la realización de las inversiones, creo que los más importante es que los inversores al margen de mantener el espíritu innovador, mantengan una cultura de formación continua, manteniéndose actualizados principalmente en el ámbito tecnológico y financiero, para poder tomar decisiones acertadas y seguras”, concluye el experto.