Bolivia eligió a sus representantes para la final mundial del “Robotics for Good Youth Challenge” en Ginebra

En un ambiente cargado de entusiasmo, innovación y conciencia social, el Fab Lab Santa Cruz de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz fue la sede de la final nacional del “Robotics for Good Youth Challenge”, una competencia educativa que desafía a jóvenes de entre 11 y 18 años a crear soluciones tecnológicas ante desastres naturales, inspirados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Los equipos ganadores, ambos de Santa Cruz, representarán al país en la Cumbre Global AI for Good 2025, en la sede de la ONU en Ginebra, Suiza.
La competencia, organizada en Bolivia por AI for Good, Centro GAIA y el Fab Lab Santa Cruz de Unifranz, marcó un hito en la promoción de la robótica con propósito. A lo largo de varias semanas, los participantes recibieron formación técnica virtual y mentoría personalizada, además de trabajar con materiales sostenibles en el diseño de sus robots. La gran final, celebrada en Santa Cruz, reunió a 39 jóvenes de diferentes ciudades como La Paz, Cochabamba, Oruro y Sucre.
“Este no es solo un evento tecnológico, es un acto profundamente político y social. Los jóvenes están creando soluciones reales para problemas reales como los incendios forestales que tanto daño causan a nuestras comunidades y ecosistemas”, afirmó Verónica Ágreda, rectora de Unifranz, durante el acto de inauguración.
El reto de este año consistía en diseñar y programar un robot autónomo capaz de rescatar víctimas en un escenario simulado de desastre, específicamente inspirado en los incendios forestales que han azotado distintas regiones del país. Los robots, construidos con tecnología de software y hardware libre, debían desplazarse por un tablero y trasladar a los “heridos” a zonas seguras en un tiempo límite de dos minutos.
El equipo ganador en las categorías junior (11-14 años) fue “J-bots” integrado únicamente por Joel Sebastian Arana Mancilla de 11 años, el cual logró completar el circuito con el mayor puntaje. Mientras que en la categoría senior (15-18 años) el equipo “Jukumari” se coronó como el vencedor.
Este último equipo, integrado por estudiantes del St. Thomas College y el Alexander von Humboldt, fue reconocido por la calidad de sus robots, llamados “Escarabajo” y “Delfín de Río”, diseñados estratégicamente para maximizar la recolección de puntos en el área más compleja del tablero.
“Fue emocionante ver a tantos chicos apasionados por la ciencia y la tecnología. Representar a Bolivia a nivel internacional es un gran honor. Queremos seguir participando y mejorando”, expresó César Martín Pereyra, vocero del equipo Jukumari.
La competición fue seguida por personalidades como el empresario y presidente del Club Bolívar, Marcelo Claure o el deportista y emprendedor Hernán Paredes, que destacaron la organización del evento y su importancia.
“Felicitaciones a César y Octavio Pereyra, socios de Club Bolívar, por su triunfo en el Robotics for Good Youth Challenge . Lleven con orgullo las poleras de nuestro Centenario a Suiza, a la Cumbre Global de IA. ¡Son nuestro orgullo, campeones!”, expresó Claure en sus redes sociales.
Mientras que Paredes publicó: “Mi hijo Luciano participó del nacional de Robótica ROBOTICS FOR GOOD YOUTH CHALLENGE en Santa Cruz, donde empatamos en el 2do lugar. Pero más allá de ello, quedé gratamente impresionado por el evento como tal. Nada que envidar a eventos internacionales de Robótica. Y me alegró mucho más, ver a dos mujeres de las más admirables que conozco, como co-organizadoras: Erika Lopez del Centro de G.A.I.A. y Verónica Agreda Rectora de la UNIFRANZ. ¡Éste es el verdadero poder femenino! ¡Mi total admiración y respeto! ¡Mujeres muy top! Ahora con mi Luciano seguiremos trabajando, es el diamante que estamos puliendo. ¡Dios y la Virgen siempre me lo cuide y nos ayude a lograr nuestros grandes sueños!”, escribió en Facebook
Organizadores y capacitadores
El Fab Lab Santa Cruz, como centro organizador, tuvo un papel clave en la implementación del desafío: desde la elaboración del tablero oficial y las capacitaciones en robótica, hasta el soporte técnico y arbitraje.
Su director, Jorge Pazos, destacó el impacto del evento en la formación de competencias técnicas, pero también humanas: “No se trata solo de construir robots. Estamos formando ciudadanos comprometidos con su entorno, que usan la tecnología no como un fin, sino como un medio para servir a sus comunidades. Esa es la verdadera innovación”.
Además, esta competencia promueve el uso de materiales reciclables y accesibles, lo que permite una participación más inclusiva y equitativa. Los jóvenes aprenden a crear con conciencia ambiental, combinando creatividad, pensamiento crítico y colaboración.
El evento contó con la presencia del Cónsul de Suiza en Bolivia, Markus Rueg, quien valoró el esfuerzo de los organizadores y la calidad de los proyectos presentados:
“Este es un logro espectacular. Los jóvenes bolivianos han demostrado mucho entusiasmo y talento. Felicito al Fab Lab y a Unifranz por ofrecer este espacio de desarrollo. Estaremos atentos a lo que logren en la competencia mundial en Ginebra”.
La Cumbre Global AI for Good 2025 es una de las plataformas más relevantes del mundo para mostrar cómo la inteligencia artificial y otras tecnologías pueden servir al bien común. Los equipos bolivianos ganadores no solo competirán, sino que también tendrán acceso a mentorías internacionales, actividades de networking con la ONU y visibilidad mediática global. Además, contarán con un stand propio en la Zona Juvenil del evento y la posibilidad de presentar sus soluciones ante líderes mundiales.
Tecnología con propósito: una apuesta por el futuro
El “Robotics for Good Youth Challenge” no es solo una competencia, sino una escuela de ciudadanía. Enseña a los jóvenes a construir soluciones reales, colaborativas, inclusivas y sostenibles, usando la robótica como herramienta de transformación social. En palabras de Ágreda:
“El futuro no se predice, se diseña. Y aquí estamos co-creando un futuro mejor, con jóvenes que tienen en sus manos no solo la tecnología, sino también la esperanza y el compromiso”.
Para muchos de los participantes, esta competencia ha sido solo el comienzo. Varios expresaron su intención de seguir participando en futuras ediciones y en otros certámenes internacionales como Gaia. Su mensaje para otros jóvenes es claro: que se animen, que se arriesguen, que aprendan.
La robótica boliviana está tomando fuerza. Y estos jóvenes creadores —armados de piezas electrónicas, ideas brillantes y sueños colectivos— están demostrando que el futuro no solo se construye con algoritmos, sino con propósito.