Cómo reducir el riesgo de cáncer colorrectal con hábitos saludables

By Aldo Juan Peralta Lemus

Los factores de riesgo que influyen el desarrollo del cáncer colorrectal, están clasificados en dos: modificables y no modificables.

El cáncer colorrectal (CCR) es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, y Bolivia no es la excepción. Según el Observatorio Global de Cáncer (Globocan), la tasa de incidencia estimada de cáncer colorrectal en Bolivia es de 6 por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, estos casos pueden prevenirse o detectarse en etapas tempranas si se adoptan hábitos saludables y se realizan controles médicos adecuados.

La prevención, junto con el diagnóstico precoz y la evitación de los factores de riesgo, es necesaria para reducir el impacto de esta enfermedad.

Jorge Luis Reyes, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que es importante la prevención y la educación sobre los factores de riesgo como medidas esenciales para reducir la incidencia de esta afección y mejorar la calidad de vida de la población.

“Muchos tipos de cáncer son conocidos como asesinos silenciosos debido a su naturaleza inicialmente asintomática, que puede hacer difícil su detección en etapas iniciales. Por eso, en materia de salud, siempre es posible hablar de medicina preventiva”, explica el académico.

Según la American Cancer Society, se han identificado factores de riesgo que influyen en el desarrollo del cáncer colorrectal, los cuales se clasifican en dos categorías: modificables y no modificables.

Factores modificables

Muchos factores relacionados con el estilo de vida han sido vinculados al cáncer colorrectal. De hecho, más de la mitad de todas las afecciones colorrectales están relacionadas con factores de riesgo que se pueden cambiar, como:

–        Alimentación poco saludable: Llevar una dieta alta en grasas (especialmente las poliinsaturadas), con muchas carnes rojas procesadas y poca cantidad de fibra, frutas y verduras puede aumentar el riesgo de cáncer colorrectal. También puede ser perjudicial una dieta baja en calcio, potasio y vitaminas C y E, así como un consumo excesivo de alcohol y poca vitamina D.

–        Obesidad y falta de actividad física: Tener sobrepeso y llevar una vida sedentaria están directamente relacionados con un mayor riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Se ha comprobado que reducir la cantidad de calorías que se consume ayuda a disminuir el crecimiento de células tumorales.

–        Consumo de alcohol y tabaco: El alcohol, incluso en cantidades moderadas, es un agente cancerígeno que incrementa el riesgo de cáncer colorrectal. Por eso, se recomienda no tomar más de una bebida alcohólica al día en mujeres y dos en hombres. El tabaco también puede influir, aunque algunos estudios no han encontrado una relación tan clara.

–        Diabetes tipo 2: Las personas con esta enfermedad tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal debido a los altos niveles de insulina en el cuerpo. Además, la diabetes tipo 2 comparte factores de riesgo como la obesidad y el estilo de vida poco saludable.

Por otro lado, los factores no modificables tienen que ver con condiciones genéticas, antecedentes familiares y características demográficas, sobre los cuales no se puede intervenir directamente, pero sí se pueden tener en cuenta para una detección temprana y seguimiento oportuno.

Factores no modificables

Estos factores no se pueden alterar, pero su conocimiento permite una vigilancia más estricta:

–        Edad: El riesgo de desarrollar cáncer colorrectal aumenta considerablemente después de los 50 años. De hecho, más del 90 % de los casos se dan en personas mayores de esa edad, y la edad promedio en la que suele aparecer es alrededor de los 70 años.

–        Antecedentes familiares: Tener un familiar cercano, como padres, hermanos o hijos, que haya tenido cáncer colorrectal duplica el riesgo de padecerlo.

–        Historial médico personal: Las personas que han tenido pólipos adenomatosos (formaciones anormales en el colon) o enfermedades inflamatorias del intestino, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, también tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer colorrectal.

Álvaro Eyzaguirre, también docente de la carrera de Medicina en Unifranz, reflexiona: “La ausencia de síntomas no quiere decir ausencia de enfermedades. Es muy probable que estos procesos oncológicos se presenten incluso sin síntomas, los cuales se desarrollan posteriormente con la agravación del cuadro”, señala.

La prevención temprana comienza con una alimentación equilibrada: aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, mientras se reduce el consumo de carnes procesadas y alimentos ultraprocesados. El ejercicio físico regular, mantener un peso saludable y evitar el tabaco y el alcohol son pilares para proteger la salud del colon.

El chequeo médico preventivo es esencial. Las evaluaciones sistemáticas diseñadas para detectar posibles problemas de salud antes de que aparezcan síntomas evidentes —como la colonoscopia— permiten detectar pólipos (pequeños crecimientos en el colon) antes de que se conviertan en cáncer.

Según las recomendaciones médicas internacionales, estas evaluaciones deberían comenzar entre los 45 y 50 años, o antes si existen antecedentes familiares. Además, existen pruebas menos invasivas, como el test de sangre oculta en heces, que sirven como primer paso para identificar riesgos.

De la misma manera, es fundamental estar atentos a los síntomas de alerta, como: sangrado rectal, cambios persistentes en el ritmo intestinal, pérdida de peso inexplicable, anemia o dolor abdominal prolongado. Aunque estos síntomas pueden tener otras causas, su presencia justifica una evaluación médica inmediata.

“La prevención y la detección temprana son armas poderosas en la lucha contra el cáncer. Al tomar medidas proactivas, como conocer los factores de riesgo, mantener un estilo de vida saludable y someterse a revisiones médicas regulares, las personas pueden reducir significativamente su riesgo de desarrollar esta enfermedad”, concluye Reyes.

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