En medio de las complejidades emocionales y legales que rodean a las parejas en proceso de separación o divorcio, la terapia para padres separados y en litigio se convierte en una herramienta invaluable para navegar por estos tiempos difíciles y restaurar la armonía familiar.
Más allá de los procedimientos legales, esta forma de terapia se centra en abordar los conflictos y en promover una comunicación saludable entre los padres, priorizando siempre el bienestar de los hijos.
Hasta que cumplieron 15 y 13 años, José y Carlos Rojas (nombres ficticios) vivían en una familia perfecta. Sus padres se amaban y los amaban, jugaban con ellos, les apoyaban en sus tareas del colegio y realizaban actividades juntos.
“De repente, de la noche a la mañana, empezaron las discusiones y se hicieron el pan de cada día; peleaban en el desayuno, a la hora del almuerzo, por los perros o por culpa nuestra. Al principio evitaban hacerlo delante de nosotros, pero con el pasar de los meses, perdieron todo descaro. Mi hermanito menor fue el más afectado”, recuerda José.
Al poco tiempo, la pareja decidió divorciarse y en el proceso legal no midieron sus palabras o el daño que hacían a sus hijos. “Parecía que el motivo éramos nosotros. ‘Tú tienes que pagar el colegio de los chicos, además tienes que darme para el mercado’, decía mi mamá; ‘tú ganas más que yo, por qué no das más para el colegio y para sus otros gastos’, respondía mi papá. Eso era lo mínimo que nos hacían escuchar y ni qué decir la pelea con los abogados”, agrega el joven que, hoy, ya tiene 20 años.
La terapia para padres separados se basa en la premisa de que, aunque la relación de pareja pueda haber llegado a su fin, la relación parental sigue siendo fundamental para el desarrollo emocional y psicológico de los niños.
En lugar de enfocarse en los problemas pasados o en asignar culpabilidad, esta terapia se centra en el presente y en cómo los padres pueden trabajar juntos de manera constructiva para criar a sus hijos de la mejor manera posible, explica Regina Giraldo, máster en terapia familiar.
“La terapia de padres separados es una propuesta de intervención con parejas de padres que se encuentren separados o divorciados y, fundamentalmente, que estén en litigio por la custodia de los hijos o, también, para parejas que están en proceso de separación y divorcio y que deseen tener una ruptura mayormente apropiada, sin tanto dolor y sin tanto conflicto en beneficio, por supuesto, de los hijos”, puntualiza la experta.
Giraldo participó, recientemente, en el congreso internacional de terapia familiar, organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, en la capital cruceña, y en el que participaron speakers nacionales e internacionales de reconocida trayectoria en esta área de la psicología.
Uno de los principales objetivos de la terapia para padres separados en litigio es promover la cooperación y la comunicación efectiva entre los involucrados. Esto puede implicar aprender habilidades de comunicación asertiva, establecer límites claros y desarrollar estrategias para resolver conflictos de manera pacífica. Al mejorar la comunicación entre los padres, se crea un entorno más estable y predecible para los niños, lo que les permite prosperar emocionalmente.
Además de abordar las necesidades de los padres, la terapia también se enfoca en apoyar emocionalmente a los niños durante este período de transición. Los terapeutas trabajan para ayudar a los niños a comprender y procesar sus emociones, y a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables para lidiar con el estrés y la incertidumbre.
¿Cómo encarar el proceso que va del amor, al desamor y litigio?
“El litigio está dentro de lo que denominamos un ciclo alternativo de la vida familiar o de la pareja. Un ciclo alternativo es que la pareja se conoce, que la pareja se constituye, se enamora, luego viene un periodo de amor maduro y puede permanecer así hasta viejitos o, caso contrario, empezar el desamor”, señala Giraldo.
Si ese desamor se consolida de una manera equivocada, la pareja entra en proceso de litigio que es cuando la pelea se traslada a los tribunales; sin embargo, no todas las parejas que se divorcian terminan de esta manera; lo ideal es que tengan una separación sana y autónoma cuando acaba el proyecto de vida juntos.
“La terapia para padres separados en litigio no pretende resolver todos los problemas de la noche a la mañana, ni sustituir el proceso legal. Proporciona un espacio seguro y neutral donde los padres pueden abordar sus preocupaciones y trabajar juntos hacia soluciones que beneficien a toda la familia”, reflexiona la fundadora y directora de Fundaterapia-Escuela Sistémica de Bogotá y expresidenta de RELATES (Red Europea y Latinoamericana de Escuelas Sistémicas).
¿Es posible perdonar para volver a empezar cuando un proyecto de vida en común ha fracasado? Según Giraldo, el proceso de perdón es muy importante para hacer sanación de las relaciones.
“El perdón tiene que ser mutuo por lo que no hicieron en la relación o por lo que hicieron equivocadamente”, aclara.
La terapia para padres separados en litigio busca promover el bienestar emocional y psicológico de todos los miembros de la familia en un momento de cambio y desafío.
Al centrarse en la cooperación, la comunicación y el cuidado de los hijos, esta forma de terapia ofrece una vía hacia un futuro más armonioso y saludable para las familias que atraviesan el proceso de separación.
Extraordinario análisis respecto a las secuelas que podrían afrontar los hijos en caso no sean atendidos por los padres de familia. Muchas gracias.