Por Fernando García
Su nombre denota un concepto que se propaga, se viraliza y se populariza. Ya no sólo es un tema de conversación, sino que es capaz de entablar una conversación, reconocerse como una entidad capaz de definirse y escribir sobre sí misma: la Inteligencia Artificial (IA).
Juan Carlos Flores advierte la paradoja de imprimir en papel, a la vieja usanza, sobre un tema tecnológico revolucionario. Pero, además de la edición física que queda para la posteridad, las herramientas de la comunicación digital permiten hojear virtualmente la segunda edición de Pluma y Papel, justamente el número dedicado a la IA.
“Para hablar de Inteligencia Artificial en esta entrega le pedimos a ella misma que escriba el editorial, entonces se presenta y se va describiendo como una entidad que ya es parte de nuestro cotidiano vivir”, explica el docente de Periodismo de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Fueron los estudiantes de diferentes semestres de esta carrera quienes produjeron Pluma y Papel. Si bien el editorial corrió por cuenta de la protagonista de esta entrega, desde el dibujo que ilustra a la IA, hasta la última página, es creación de docentes y universitarios que participaron del trabajo.
Proceso creativo universitario
“Producir esta revista obviamente ha sido un trabajo muy duro, porque los cinco docentes involucrados teníamos muchas actividades fuera de la universidad, pero hemos podido realizar esta tarea de la mejor manera, con los estudiantes”, explica Flores, mientras pasa las páginas y agrega: “Algo paradójico utilizar el papel para hablar de inteligencia artificial, ¿no?”.
Aunque se trate de un hecho aparentemente contrario a la lógica, su pertinencia en el derrotero de la revista universitaria está justificado, porque la IA llegó para quedarse y, desde la academia, ya se comienzan a avizorar los escenarios de su uso y desarrollo.
“Al referirse a la Inteligencia Artificial, el periodista Andrés Oppenheimer decía ‘sálvese quien pueda’, es decir, ‘está viniendo la IA para hacernos daño, para quitarnos el trabajo’. Yo pienso todo lo contrario, pienso que la Inteligencia Artificial es una herramienta más dentro de la labor periodística, no es una competencia, sino más bien un instrumento que los estudiantes pueden usar con la responsabilidad y el criterio que inculquemos desde la academia”, afirma el profesor de Redacción Periodística en Medios Impresos.
A la pregunta, la respuesta
Los algoritmos, la recopilación de datos, el perfeccionamiento del lenguaje y la recopilación instantánea de información que le dan forma a la IA le permitieron responder a la tarea que le encomendaron desde Pluma y Papel.
“Usamos ChatGPT, le dijimos que se presente y se defina. Obviamente nos dio una serie de respuestas, dijo cómo se llama, proporcionó informaciones con relación a qué es lo que hace en este mundo virtual y, por supuesto, empezó a entregar un texto extenso que nos sirvió para ponerlo en el editorial”, recuerda el profesor universitario.
Aproximarse a la realidad desde la teoría y generar práctica profesional constante es una de las premisas de Unifranz. El experimento que Flores, sus colegas docentes y los estudiantes ejecutaron honra este principio de la casa de estudios superiores.
Pero el aporte intelectual no quedó ahí y este número de la revista registra contenidos diversos, generados por el mayor sistema de desarrollo y generación de conocimiento: la inteligencia humana.
“Tenemos varios ,artículos entre ellos algunos que son producción de los estudiantes, también tenemos algunas crónicas, comentarios de docentes que estuvieron ayudándonos a hacer esto posible, además de un reportaje titulado ‘El nuevo demonio del Edén’, que cuenta con ilustraciones y otros elementos creados por los estudiantes”, detalla Flores.
La edición impresa de Pluma y Papel está disponible en la sede La Paz de Unifranz, y dentro de poco estará habilitada para consulta digital y descarga.