Por Manuel Filomeno
Las redes sociales forman parte de nuestro diario vivir y es casi imposible escapar a ellas. Las redes son, entre muchas cosas, vehículos de nuestras creaciones, pensamientos y anhelos; en otros casos, canales de comunicación abiertos o fuentes de información sobre lo que pasa con nuestro entorno y el mundo.
Sin embargo, su uso excesivo e irreflexivo puede traer serias consecuencias a la salud mental, Ansiedad, depresión, distorsiones de la imagen propia entre otras afecciones son algunos de los posibles riesgos que trae el uso irrestricto de las redes.
“Hay que educar para enseñar a protegerse, porque estos peligros en Internet van a seguir existiendo. Al parecer no toda la sociedad ha comprendido el impacto que el uso excesivo de RRSS tiene en la personalidad del individuo y en el desarrollo infantil y adolescente”, sostiene Edwin Pocoaca, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
De acuerdo con un reciente estudio, publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet, existe una conexión entre las redes sociales y la exacerbación de condiciones como la depresión y la ansiedad en menores y adultos. Según el estudio, el 57,6% de la población mundial, aproximadamente 4.550 millones de personas, utiliza redes sociales, lo que plantea una preocupación global sobre los efectos de estas herramientas tecnológicas en el bienestar emocional.
El artículo indica que, aunque las redes sociales pueden ofrecer beneficios, como la facilidad para establecer conexiones sociales y recibir apoyo emocional, también poseen un lado oscuro.
Un hallazgo significativo del estudio es la relación entre el tiempo dedicado a las redes sociales y el bienestar subjetivo de las personas. El informe revela que los individuos que limitan su tiempo en línea tienden a ser más felices en comparación con aquellos que utilizan estas plataformas sin moderación.
Los usuarios ocasionales presentan hasta tres veces menos probabilidades de desarrollar síntomas de depresión en comparación con quienes pasan más tiempo conectados.
Profesionales del área de la psicología alertan que las redes sociales o las plataformas digitales son un factor clave en el aumento de la ansiedad, depresión y trastornos alimenticios y sugieren acciones educativas en torno al uso de las mismas.
“Hay que educar para enseñar a protegerse, porque estos peligros en Internet van a seguir existiendo. Al parecer no toda la sociedad ha comprendido el impacto que el uso excesivo de las redes sociales tiene en la personalidad del individuo y en el desarrollo infantil y adolescente”, sostiene Pocoaca.
Un reciente estudio, titulado ‘Impacto del aumento del uso de Internet y las redes sociales en la salud mental de jóvenes y adolescentes’, revela datos preocupantes sobre la relación entre el tiempo dedicado a las plataformas digitales y el bienestar emocional de la población más joven.
Según este análisis, un alarmante 33% de los niños y adolescentes de entre 12 y 16 años muestran signos de una posible dependencia compulsiva a estos medios. Comparativamente, un 11.3% de los jóvenes entre 15 y 24 años también presenta un riesgo similar de adicción.
“En relación al uso excesivo e indebido de RRSS se ha incrementado la aparición de trastornos de sueño, fatiga, ansiedad, estrés, depresión y problemas de autoestima. Es decir que el uso excesivo de las redes sociales alimenta los problemas de salud mental”, dice el experto.
Cómo reducir el impacto negativo de las redes sociales
La publicación de The Lancet recomienda tomar tres medidas para prevenir los riesgos relacionados al uso excesivo de las redes.
- Usar las funcionalidades del celular: es necesario limitar el tiempo de uso diario de redes sociales, para este cometido, los teléfonos inteligentes cuentan con una serie de herramientas como la desactivación de notificaciones y los temporizadores de uso de ciertas aplicaciones.
- Tomar un espacio para la evaluación personal: es importante que los usuarios se tomen uno o varios momentos para evaluar sensaciones después de haber utilizado las redes sociales. Si la sensación que estas autoevaluaciones dejan es la de haber desperdiciado tiempo valioso, esto puede ser un indicativo de la necesidad de disminuir el tiempo invertido en estas actividades.
- Dejar tiempos prolongados sin revisar las redes sociales: su exposición desmesurada puede ser perjudicial, por lo que es recomendable desconectar completamente por intervalos de tiempo. Estas pausas pueden contribuir a una mejor salud mental y a la recuperación del equilibrio emocional.
El estudio de Lancet sugiere que, al igual que con otros aspectos de la vida moderna, la clave está en el equilibrio. Si bien las redes sociales pueden ser una herramienta poderosa para la conexión y el apoyo, su uso excesivo y sin control puede tener consecuencias adversas significativas.
La recomendación de los expertos es clara: establecer límites, fomentar conexiones en la vida real y reflexionar regularmente sobre el impacto que estas plataformas tienen en nuestro bienestar emocional.