Universitarias de Unifranz desarrollan un gel antiinflamatorio con hierbabuena para tratar el eccema

Un grupo de universitarias han logrado una innovadora propuesta en el campo de la salud dermatológica: el desarrollo de un gel antiinflamatorio natural, elaborado a partir de extracto de hierbabuena y diseñado especialmente para aliviar los síntomas de la dermatitis atópica. Este proyecto, desarrollado en un laboratorio universitario, representa una alternativa frente a los tratamientos convencionales, destacando por su enfoque natural, económico y de fácil aplicación.
Las desarrolladoras son egresadas de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), quienes fueron motivadas a formular una solución natural para una enfermedad que afecta a personas de cualquier edad, aunque es más frecuente en niños.
Nayra Siñani Mamani, Soledad Flores Mamani y Katerin Mamani Torrez son las creadoras y desarrolladoras de Flavoderma Gel, un producto natural que combate el eccema gracias a sus componentes activos extraídos de la hierbabuena (Mentha spicata), una planta aromática de la familia de la menta, conocida por sus propiedades medicinales y su uso común en cocina, aromaterapia y, tradicionalmente, en infusiones o remedios caseros.
“Nuestro proyecto es Flavoderma, un gel elaborado a base del extracto hidroalcohólico de la Mentha spicata, comúnmente conocida como hierbabuena. Nuestro gel se utiliza principalmente para desinflamar los efectos de la dermatitis atópica, que es una patología que afecta principalmente a niños de cinco años aproximadamente”, explica Soledad.
La dermatitis atópica o eccema es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por enrojecimiento, picazón intensa, resequedad y lesiones en la zona afectada, que pueden llegar a infectarse. Ante esta afección cutánea, las personas generalmente buscan opciones médicas, y de preferencia naturales, sobre todo para minimizar efectos secundarios o para su uso prolongado en caso de complicaciones.
En ese contexto, las jóvenes investigadoras encontraron en la hierbabuena (Mentha spicata) una oportunidad para elaborar y formular una opción artesanal que contribuya a minimizar los efectos del eccema. El proceso de elaboración partió con la respectiva investigación bibliográfica para obtener información sobre los beneficios de la planta, como sus propiedades antiinflamatorias y calmantes.
“Mediante una extracción hidroalcohólica obtuvimos el principio activo, y así logramos una concentración del 5 % en flavonoides. Después, procedimos con la formulación de un gel base, donde utilizamos excipientes como glicerina, entre otros, que nos ayudaron a obtener la consistencia deseada”, explica Nayra.
De esta manera, el gel incorpora los extractos concentrados de la hierbabuena. Su alto contenido de flavonoides —compuestos naturales con reconocidas propiedades antiinflamatorias y antioxidantes— es el principal fundamento científico del producto. Además, la planta posee efectos calmantes y refrescantes, que ayudan a reducir la sensación de picor y favorecen la regeneración de la piel.
Las jóvenes bioquímicas destacan que realizaron diferentes pruebas preliminares para corroborar los efectos contra el eccema, medir el índice de pH, así como pruebas de densidad para asegurar la consistencia del gel. “Nos gustaría ampliar lo que es el testeo en una mayor cantidad de personas, porque, en el proceso y por el tiempo, fue algo reducido”, sostiene Soledad.
Sin embargo, en las pruebas preliminares lograron que el producto fuera adecuado para su aplicación en la piel. El producto artesanal es un gel de color semejante a la miel de abeja; la sensación en la piel es refrescante, y tiene un sutil aroma a la planta base: la hierbabuena.
El desarrollo del gel, como proyecto integrador que impulsa Unifranz, representa una combinación entre el saber ancestral y la ciencia moderna, con el potencial de convertirse en un producto viable para el mercado farmacéutico o cosmético natural.
Los proyectos integradores constituyen un elemento fundamental dentro de la currícula de la formación profesional en Unifranz, ya que permiten articular de manera coherente y significativa los conocimientos adquiridos en diversas asignaturas. A través de estos proyectos, los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar de forma práctica lo aprendido, enfrentándose a situaciones reales o simuladas que requieren la integración de saberes, habilidades técnicas, pensamiento crítico y trabajo colaborativo.
Este enfoque no solo fortalece la comprensión y consolidación del aprendizaje, sino que también fomenta el desarrollo de competencias necesarias para el desempeño en contextos profesionales, promoviendo una formación más completa, contextualizada y alineada con las demandas del entorno laboral y social.
“Nos sentimos muy satisfechas con el resultado, porque hemos empezado desde lo más pequeño, pero hemos ido creciendo. Con las evaluaciones que hemos hecho en pacientes que padecían esta enfermedad, obtuvimos buenos resultados, lo cual nos impulsa a seguir innovando en nuevos productos para tratar diferentes enfermedades, con beneficios reales para la población”, destaca Katerin.
Iniciativas como Flavoderma Gel no solo demuestran el potencial creativo de los universitarios, sino también la capacidad de la ciencia local para proponer soluciones accesibles y sostenibles a problemas de salud pública.