Los trastornos del lenguaje, también conocidos como trastornos del habla, son disfunciones o alteraciones que, por lo general, dificultan la adquisición y desarrollo de la comunicación oral y afectan en la socialización y autorrealización de los niños, cuando no reciben apoyo profesional oportuno.
“No sólo se siente, comprende y aprende diferente, también sus compañeros o su entorno lo perciben así, con una serie de limitaciones que parten en el juego cuando es niño, hasta su desempeño laboral en la adultez, así como en su rendimiento académico ya que, por lo general, se debe realizar una readecuación curricular para que alcance los hitos educativos a la par de sus compañeros”, explica Carmen Aguilera, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
En tanto, a nivel psicológico, afecta su autoestima, autoconcepto y, por supuesto, su autorrealización, si no recibe un abordaje que le brinde independencia, autonomía y adaptabilidad, mejorando su calidad de vida y resguardando su salud mental.
La psicóloga indica que el abordaje de esta problemática exige la implementación de programas de información, concientización, prevención y visibilización ya que el trastorno del habla es una de las causas de deserción escolar.
“Se debe mejorar el rendimiento académico y darles las herramientas, habilidades y destrezas en lo que a interacción social se refiere. También se debe brindar una intervención interdisciplinaria adecuada con la participación del psicólogo, educador especial, neurólogo, psicopedagogo y logopeda, dependiendo del trastorno”, puntualiza.
Los trastornos del lenguaje pertenecen al grupo de alteraciones del neurodesarrollo y tiene suprema importancia en la funcionalidad básica del ser humano. Es considerado, también, un trastorno heterogéneo ya que sus manifestaciones, formas e intensidad varían en cada niño.
A través del lenguaje se establece la representación simbólica de objetos, hechos y actos, entre otros. Por lo tanto, la manipulación o manejo interno de los símbolos llegan a constituir el pensamiento y la conservación de esta información constituye la memoria.
“Cualquier patología o disfunción que llegue a interferir con el habla o con la comprensión de las palabras, llegará a interferir con funciones cognitivas básicas, relacionadas con acefalías psicológicas y fisiológicas del encéfalo (lado izquierdo del cerebro generalmente), ganglios basales y cerebelo; pudiendo ocasionar por ejemplo afasia, apraxia, disartria, entre otros, no permitiendo que se comunique con los demás de forma eficaz y efectiva”, dice Aguilera.
Causas del trastorno del lenguaje
Son varios los factores que pueden desencadenar un trastorno del lenguaje, entre estos tenemos:
- Alteraciones cromosómicas (SPCH1, locus 19q13)
- alteraciones en la anatomía de los huesos relacionados con el habla.
- Un proceso de bilingüismo con disfuncionalidad en la integración
- La falta de estimulación adecuada para avanzar en los hitos del desarrollo relacionados con el lenguaje.
- Factores sociodemográficos relacionados con el desarrollo del lenguaje
Tipos de trastorno de lenguaje
Los más comunes son:
- Trastorno del lenguaje expresivo: dificultad para expresar pensamiento e ideas.
- Trastorno del lenguaje receptivo: dificultad para comprender o entender lo que se comunica
- Trastorno mixto del lenguaje expresivo y receptivo: dificultad tanto para expresar o hablar y comprender o entender correctamente.
Síntomas
Aguilera indica que los síntomas más frecuentes o comunes que presentan los niños que sufren trastorno del lenguaje han sido agrupados en las siguientes áreas:
- Fonética: tienen un habla ininteligible, dislalias, dificultades o errores de simplificación fonológica y de discriminación auditiva.
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- Morfosintáctica: oraciones estructuradas de forma errónea, con errores de conjugación verbal, omisión de pronombres o preposiciones. Este es uno de los principales síntomas.
- Semántica: tiene dificultades para comprender y llegar a expresar todo lo abstracto. Conocen las palabras y cómo usarlas, pero no logran recordarlas o evocarlas, o sea tiene dificultades para entender lo que no está contextualizado.
- Pragmática: tiene dificultades para solucionar problemas interpersonales, para comprender las emociones y realizar simulaciones de relaciones sociales a través del juego, le cuesta entender mensajes que no sean de forma literal o las metáforas, chistes de doble sentido, entre otros.
Otros tipos de trastornos son la disfemia, dislexia, afasia, disartria, disglosia, disortografia y trastornos de mímica.
Papás deben estar atentos a las señales
Una detección e intervención temprana es lo que se aconseja inclusive antes de un diagnóstico. Aguilera explica que los papás deben estar atentos a las señales relacionadas con este trastorno que, en su mayoría, presenta problemas de aprendizaje, relacionados con el desarrollo de las matemáticas y la lectoescritura.
A su vez, antes de los tres años se torna difícil determinar y diagnosticar este problema, por varios factores. A los cuatro años ya se puede valorar si el infante tiene o no un trastorno del lenguaje y a los cinco años ya se puede diagnosticar e iniciar tratamiento.
“Dentro de la corriente cognitiva comportamental, se aborda aplicando varias herramientas como la psicoeducación y también la rehabilitación neuropsicológica, por ejemplo. El objetivo es brindar un grado de funcionamiento alto en los niveles físicos, psicológicos y de adaptación social, lo que se busca es lentificar el deterioro cognitivo y llegar a mantener las capacidades, funciones y habilidades que aún están preservadas”, asevera la académica.