STEM+: una nueva educación para transformar la sociedad y el medioambiente
La transformación profunda de nuestras sociedades y territorios exige mucho más que innovación tecnológica; requiere una educación que integre múltiples disciplinas, fomente la colaboración y responda a desafíos reales. En ese contexto nace el enfoque STEM+, una aproximación que va más allá de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas que considera el tradicional STEM, y le suma creatividad, cultura y compromiso social aportando una mirada holística, impulsada por la fundación internacional Siemens Stiftung.
STEM+ propone una educación activa, interdisciplinaria y anclada en las necesidades de las comunidades, capaz de generar impactos medioambientales y sociales duraderos.
“Las iniciativas de educación STEM+ inician en la idea de reto o problema, y la consiguiente búsqueda de una solución diseñada y co-construida a problemáticas sociales”, destaca Ulrike Wahl, representante de Siemens Stiftung para América Latina.
Wahl será una de las protagonistas del VI Foro Internacional de Innovación Educativa (FIIE 2025), que se celebrará los días 3 y 4 de julio en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Este evento, organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, reunirá a expertos internacionales en innovación educativa con un foco especial en el enfoque STEM+ como herramienta para la sostenibilidad.
STEM+ se basa en la premisa de que la verdadera innovación educativa no ocurre de forma aislada. Al contrario, emerge cuando distintas disciplinas —desde las ciencias duras hasta las humanidades— colaboran para resolver retos colectivos.
Como explica Wahl, “educación STEM+ e iniciativas de esta índole trabajan desde una perspectiva multidisciplinaria, tratando de abordar una problemática desde miradas distintas, que van más allá de las disciplinas típicas del acrónimo”.
STEM+ para generar impacto social
Uno de los pilares del enfoque STEM+ es su capacidad para generar impacto social concreto, un criterio esencial en tiempos donde la educación no puede limitarse a la transferencia de conocimiento, sino que debe promover la justicia social y ambiental.
“El impacto social, desde las iniciativas STEM+, es justamente el crisol de las miradas sobre lo que es la vida de uno y la vida de otros en comunidades y en territorios”, agrega Wahl, resaltando el potencial transformador de estas iniciativas.
Este impacto no puede lograrse sin cooperación. Según la representante, para que haya transformación, se requiere el concurso de varios actores a través de una alianza multisectorial y subraya la importancia de construir redes entre educación, comunidad, sector privado y gobiernos.
La fundación internacional Siemens Stiftung trabaja en América Latina impulsando esta visión en las áreas de clima, digitalidad y servicios básicos, a través de programas y acciones en educación, emprendimiento social y cultura. Un ejemplo es el programa educativo “Experimento Blended”, que se adapta a cada realidad educativa y cultural haciendo foco en diversidad, inclusión y equidad, y plataformas como MICA (Mapa Interactivo del Cambio Climático), que permite a los estudiantes explorar problemas socioambientales de sus regiones. En ambos casos, uno de los objetivos es integrar herramientas educativas con metodologías vivenciales. En el ámbito universitario, el enfoque STEM+ es una oportunidad para rediseñar la formación superior con una lógica de impacto real. “Observamos que el enfoque STEM y el trabajo interdisciplinario, interfacultades, es una gran ganancia para las ofertas curriculares que se diseñen y se vivan en las universidades”, comenta Wahl.
Esta transformación curricular convierte a las universidades en verdaderos laboratorios sociales, capaces de generar conocimiento útil y relevante para las comunidades que las rodean.
Además, la formación bajo el enfoque STEM+ busca que los estudiantes no solo adquieran habilidades técnicas, sino también una comprensión crítica de su rol como actores sociales. “Es importante que las universidades fomenten la comprensión de su rol como constructores de sociedad”, sostiene Wahl.
Así, la educación se convierte en un espacio en el que las biografías se cruzan con desafíos colectivos, maximizando el impacto en comunidades y territorios.
Finalmente, Wahl insiste en que el valor del STEM+ radica en su cercanía a la realidad: “Las universidades deben estar muy cerca, no ser casas cerradas. Que el enfoque STEM+ sea el sello de muchas universidades, haría una tremenda diferencia ya que les permitiría perfilarse como casas de estudio conectadas con su realidad y desde ese conocimiento, impactar positivamente en ellas”.
El FIIE 2025 será una vitrina para estas ideas y un espacio clave para debatir cómo llevar el enfoque STEM+ a nuevas escalas. Mientras el mundo enfrenta crisis climáticas, desigualdad social y aceleradas transformaciones tecnológicas, el modelo educativo que propone STEM+ aparece como una vía para formar ciudadanos críticos, creativos y comprometidos con un futuro más justo y sostenible.
