La presión de obtener buenas notas, el miedo de fracasar o de decepcionar, muchas veces pesados contenidos de las materias, la falta de hábitos de estudio y las distracciones pueden generar estragos en la psique de los niños y adolescentes en edad escolar, sobre todo, durante la época de exámenes.
“Me di cuenta de que Joel no dormía, se levantaba varias veces a tomar agua y lo escuchaba girando en su cama, por casi una semana, me preocupé mucho”, cuenta Rosa Cáceres, madre de Joel, un adolescente de 15 años.
La madre comenta que notó otros síntomas de estrés en su hijo durante la temporada de exámenes, falta de apetito, baja motivación, problemas de sueño, irritabilidad y miedo, pero que éstos se disiparon una vez que las evaluaciones terminaron.
La llegada de la época de exámenes puede generar en los estudiantes un sinfín de emociones, desde la motivación por alcanzar buenas notas hasta el temor al fracaso. Estas emociones pueden convertirse en estrés si no son manejadas adecuadamente.
“Los niños se estresan de diferente manera que los adultos, algunos están más inquietos, se deprimen, dejan de dormir o duermen más, dejan de comer o comen más, en general, cada padre que conoce a sus hijos sabrá reconocer los síntomas e identificar el estrés en sus hijos. Pero identificamos el estrés en un principio por los cambios conductuales específicos en los niños y adolescentes, es importante identificar estos cambios y trabajar con ellos, pero cuando ellos están en época de exámenes, la idea es que los papás, previamente hagan una prevención para que no se estresen demasiado”, expresa la psicoterapeuta y docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Tatiana Montoya.
De acuerdo con la experta, el estrés afecta la vida de los niños y adolescentes, tal como sucede con los adultos, afectando su salud física y mental.
Por esta razón, es importante que los padres puedan ayudar a sus hijos cuando éstos se encuentren en momentos estresantes, como la época de exámenes.
“Los padres pueden, por ejemplo, enseñar a sus hijos a auto organizarse y auto conocerse, saber cuáles son sus debilidades, cómo se pueden organizar, cuáles son sus tiempos, cuándo tienen sueño, qué materias les gustan o cuáles deben ser priorizadas y eso tiene que ver con la autoeficacia (la confianza en la propia capacidad para lograr los resultados pretendidos.). Si los papás son auto eficaces y saben organizarse y les enseñan a sus hijos a organizarse seguramente el estrés va a bajar, porque ellos se van a sentir capaces de asumir el reto”, señala la profesional.
Por otra parte, Montoya acota que es importante que los padres apliquen la inteligencia emocional para reconocer lo que sienten sus hijos y saber cómo gestionar este conocimiento y dar respuesta.
“Los papás tendrían que hacer esto con sus hijos, preguntar cómo se están sintiendo. La inteligencia emocional parte de identificar la emoción, asumir la emoción, gestionarla y darle soluciones, si los padres enseñan técnicas de estudios, ritmos de estudio, identificaciones de emociones y organización, seguramente, los niños no se angustiarán”, señala.
Consejos para ayudar a superar el estrés de los exámenes
Montoya indica algunos consejos para que los padres ayuden a sus hijos escolares:
Fomenta una comunicación abierta y empática
● Es importante crear un ambiente de confianza en el que los hijos se sientan cómodos para hablar sobre sus preocupaciones y miedos. El simple hecho de expresarse puede ser un gran alivio para ellos.
● Validar sus emociones y evitar minimizar o ridiculizar sus sentimientos.
● Escuchar atentamente y sin juzgar, brindando apoyo incondicional.
Organización y planificación: ¡La clave del éxito!
● Crear un plan de estudio efectivo, distribuyendo el tiempo de manera realista, estableciendo metas alcanzables y un calendario con fechas límite claras.
● Fomentar hábitos de estudio saludables. Un lugar tranquilo y libre de distracciones, descansos regulares y un horario de sueño adecuado son esenciales para un aprendizaje óptimo.
● Aplicar técnicas de estudio efectivas. La elaboración de resúmenes, mapas mentales o flashcards pueden ser herramientas muy útiles para organizar la información y facilitar la memorización.
Reducir la presión
● Evitar expectativas demasiado altas. Es necesario enfocarse en el esfuerzo y dedicación, no sólo en las calificaciones.
● Los exámenes son sólo una parte del proceso de aprendizaje, el valor de una persona no lo definen sus calificaciones
● Crea un ambiente familiar positivo y libre de estrés
Técnicas de relajación
● Técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga pueden ayudar a controlar la ansiedad y el nerviosismo.
● Actividades físicas o practicar hobbies libera endorfinas, las cuales mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés.
● El descanso es fundamental para mantener una mente sana y concentrada. Un adolescente necesita entre 8 y 10 horas de sueño por noche.