Psicología y tecnología se unen para transformar el cuidado de la salud mental. 

By Diego Andrés Sabat

En un mundo que no se detiene, donde la inmediatez se ha vuelto parte del día a día y las pantallas acompañan cada momento, la salud mental ha cobrado un protagonismo sin precedentes. Hoy, más que nunca, cuidar lo que sentimos, pensamos y cómo gestionamos nuestras emociones es una necesidad urgente.

En este escenario, la tecnología —muchas veces señalada como causa del estrés o la desconexión emocional— también puede convertirse en una poderosa aliada para promover el bienestar y ampliar el acceso a la atención psicológica.

“La sinergia entre la tecnología y la psicología ha dado lugar a un nuevo paradigma en la promoción de la salud mental, donde las herramientas digitales complementan y potencian los procesos terapéuticos tradicionales”, explica Ingrid Barrios, docente de la carrera de Psicología de Unifranz El Alto.

Tecnología al servicio del bienestar

Desde las terapias en línea hasta las aplicaciones de relajación, la inteligencia artificial y la realidad virtual, la innovación digital está transformando la manera en que las personas buscan ayuda y los profesionales brindan apoyo.

Barrios sostiene que estas herramientas “no reemplazan al psicólogo ni a la conexión humana, pero sí permiten ampliar el alcance de la atención, hacerla más asequible y ofrecer respuestas rápidas y efectivas a quienes las necesitan”.

Algunos de los beneficios más destacados son:

Accesibilidad: facilitan la atención psicológica a personas en zonas rurales o con dificultades de movilidad.

Eficiencia: automatizan tareas administrativas, liberando más tiempo para la atención personalizada.

Innovación terapéutica: posibilitan nuevas formas de tratamiento, como la terapia virtual o los simuladores de exposición controlada.

Personalización: adaptan los tratamientos a las necesidades específicas de cada paciente.

Sin embargo, Barrios advierte que la ética y la responsabilidad deben guiar el uso de la tecnología, priorizando siempre el bienestar del paciente y la protección de sus datos personales.

La nueva Psicología: entre la ciencia, la empatía y la tecnología

La digitalización también está transformando la forma en que se enseña Psicología. En Unifranz, el modelo formativo basado en competencias integra el uso de tecnologías emergentes desde las primeras etapas de la formación, combinando teoría, práctica y herramientas digitales.

“La práctica clínica contemporánea exige un equilibrio entre la innovación tecnológica y la sensibilidad humana. La tecnología no sustituye la empatía, pero sí la complementa”, enfatiza Barrios.

Los estudiantes de Psicología de Unifranz El Alto aprenden a utilizar la cámara Gesell, la gamificación, plataformas digitales y pruebas psicológicas virtualizadas, entre otras herramientas. Esto les permite adquirir habilidades adaptativas, éticas y efectivas para enfrentar los desafíos actuales de la salud mental.

Además, la carrera impulsa iniciativas como los test vocacionales digitales y el podcast educativo “Amar es educar” —disponible en Spotify—, donde se abordan temas de bienestar emocional y relaciones saludables.

Tecnología con propósito: acompañar, no reemplazar

La salud mental no puede quedar relegada a una aplicación o a un dispositivo. Las herramientas digitales deben ser puentes, no sustitutos, para el acompañamiento profesional.

“El psicólogo del siglo XXI debe ser un profesional empático, ético y tecnológicamente competente, capaz de usar la innovación para acercarse más a las personas, no para alejarse”, concluye Barrios.

En un mes dedicado a reflexionar sobre la salud mental, Unifranz recuerda que buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino de valentía. La tecnología puede abrir caminos, pero el paso más importante sigue siendo el de cuidar la mente y pedir apoyo cuando es necesario.

Deixe um comentário

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *