Por Lily Zurita
En noviembre de 2021, el gobierno boliviano, a través del Ministerio de Salud, autorizó el uso “excepcional y exclusivo” del aceite de cannabis (marihuana) medicinal, por el lapso de tres meses, para una niña de cinco años que padecía parálisis cerebral. Este opioide es una clase de medicamento que se usa para reducir el dolor, pero su comercialización está prohibida en el país.
El manejo del dolor en el campo de la medicina se aplica desde hace varios años, pero recién hace unas décadas es considerada como una disciplina más de la medicina.
Para Ñuflo Roy Mercado Antelo, médico anestesiólogo y docente de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, la medicina del dolor resulta de un manejo multidisciplinario de los diferentes tipos de dolor, es decir que no sólo está circunscrito a un médico especialista, sino a un heterogéneo equipo integrado por el anestesiólogo, neurólogo, psicólogo y psiquiatra.
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) define dolor como “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a una lesión real o potencial o descrita en los términos de dicha lesión”.
Mercado, al igual que muchos doctores, afronta cada día esta problemática en sus pacientes. “Es una experiencia subjetiva que tiene una función dentro de la conservación del homeostasis (equilibrio de las funciones del cuerpo) puesto que es el aviso de que algo no anda bien dentro de nuestro cuerpo”, indica.
Medicina del dolor
La medicina del dolor es una especialidad médica que se centra en el diagnóstico y tratamiento de pacientes que sufren de dolor crónico o agudo. Su objetivo principal es mejorar la calidad de vida de los pacientes mediante la reducción del dolor y otros síntomas asociados.
El doctor Marco Balboa Saravia, director de la carrera de Medicina en Unifranz El Alto, sostiene que esta especialidad se encarga de tratar diversos tipos de dolor, como el dolor de espalda, el dolor neuropático, el dolor oncológico, el dolor de cabeza, entre otros.
“Los profesionales de la medicina del dolor utilizan diferentes enfoques terapéuticos para el manejo del dolor, que incluyen técnicas no farmacológicas, farmacológicas e intervenciones quirúrgicas”, puntualiza.
En qué momento se aplica la medicina del dolor
El dolor debe enfrentarse una vez que haya cumplido el objetivo de alertar que algo anda mal en el cuerpo. Las personas no pueden tener calidad de vida manteniendo el dolor.
Antes, según el especialista en anestesiología, se esperaba que el paciente quede desahuciado o en fase terminal de la enfermedad para recurrir a un manejo paliativo del dolor. Hoy se considera que el dolor debe ser manejado desde un principio, tratando de identificar en la medida de lo posible, qué lo provoca y actuar quitándolo.
La medicina del dolor se aplica cuando el dolor se convierte en un problema de salud crónico que afecta significativamente la calidad de vida del paciente y no ha respondido adecuadamente a los tratamientos convencionales.
¿normalizar el dolor?
“No podemos quedar en silencio mientras vemos padecer y sufrir de dolor a nuestros pacientes, como médicos y como seres humanos nos toca ayudar al prójimo de la mejor manera que podamos, mediante un fármaco, una palabra amable, o tan solo escuchar”, indica Mercado Antelo.
Tratar el dolor a tiempo evita que éste se vuelva crónico y difícil de aplicar. Además de la farmacología, la medicina del dolor va acompañada de apoyo psicológico y nutricional, entre otros.
Dolor no es lo mismo que sufrimiento
Hay que diferenciar el sufrimiento del dolor. El sufrimiento puede presentarse sin dolor, es algo “más del alma”, no tiene una localización como tal, sino que se manifiesta de diferentes maneras, pero puede desencadenar en dolor, alterando la vida de quien lo padece. “Nos quita el horizonte, no permite ver el sol detrás de las gotas de lluvia”, dice el médico.
Mercado Antelo afirma que el dolor ha sido considerado como el quinto signo vital (junto con la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la frecuencia respiratoria y la temperatura), puesto que es el mecanismo de alerta de la vitalidad del cuerpo y que, por lo tanto, hay que tomarlo muy en cuenta y tratarlo lo más antes posible.
Desde todos los aspectos, el dolor no puede seguir siendo ignorado, cuando se cuenta con medicamentos para manejarlo.
El apoyo psicológico es especialmente importante en la medicina del dolor, ya que el dolor crónico puede afectar no solo el cuerpo sino también la mente.
“Los pacientes con dolor crónico pueden experimentar ansiedad, depresión y otros problemas emocionales que pueden empeorar su situación. Por esta razón, los especialistas en medicina del dolor pueden trabajar en conjunto con psicólogos o psiquiatras para ofrecer terapia y otros tratamientos que aborden los aspectos emocionales del dolor crónico”, considera por su parte el doctor Marco Balboa.
El manejo del dolor, y sobre todo del dolor crónico, es un proceso complejo y cada paciente al ser único necesita un enfoque personalizado.