Los 4 retos clave que enfrenta la educación en América Latina
La educación de calidad y para todos es uno de los principales Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); sin embargo, pese a importantes avances en este campo, aún queda mucho por hacer en la región.
“La educación es uno de los pilares más importantes de la sociedad y es la base para el desarrollo económico, social y cultural de un país. Pero, en la actualidad, se enfrenta a una serie de retos que dificultan que los estudiantes alcancen su máximo potencial”, explica el responsable de la Jefatura de Enseñanza y Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Ariel Villarroel.
Según el informe «De barreras a soluciones: Estrategias para el éxito institucional en América Latina y el Caribe», presentado por la empresa tecnológica Ellucian y patrocinado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), la deserción, las presiones económicas, la resistencia al cambio y la integración tecnológica, son los cuatro mayores desafíos que tiene la educación en la actualidad.
El informe sugiere que es necesaria una transformación, no sólo de políticas públicas, sino de las mismas instituciones, para poder superar estos desafíos.
Por su parte, Francesc Pedró, director del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), asegura que el desafío para las instituciones es lograr una transformación eficiente y efectiva, que no solo optimice el uso de recursos, sino que también garantice el éxito académico de todos y cada uno de los estudiantes.
“Quizá, actualmente, el principal desafío que tiene la universidad, de forma genérica, es el de transformarse, el de verdaderamente recoger tanto como sea posible el ímpetu que ofreció la pandemia para modernizar sus procesos de enseñanza y aprendizaje. Éste sigue siendo el deber fundamental de las instituciones”, puntualiza el experto de nacionalidad española.
A continuación, los desafíos y las posibles soluciones a estos, de acuerdo con el informe de Ellucian y el WEF
- La deserción estudiantil
Uno de los problemas más alarmantes es la alta tasa de deserción estudiantil en la educación superior, impulsada por factores económicos, académicos y psicosociales.
«La falta de recursos financieros, combinada con la ausencia de servicios de apoyo como orientación académica, ayuda psicológica y programas de bienestar, coloca a muchos estudiantes en una posición vulnerable», destaca el informe.
Los expertos de WEF indican que, para mitigar esta problemática, se proponen estrategias como el aprendizaje híbrido y asincrónico, además del uso de herramientas tecnológicas que permitan identificar y apoyar a los estudiantes en riesgo de abandonar sus estudios.
- Resistencia al cambio
Por otro lado, la resistencia al cambio en las instituciones educativas constituye un reto significativo. A pesar de la creciente demanda de modelos de aprendizaje más personalizados y activos, muchas universidades siguen operando bajo marcos rígidos y tradicionales.
La innovación pedagógica, respaldada por tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, es clave para superar esta barrera, pero su implementación enfrenta dificultades debido a la falta de incentivos y formación adecuada para los docentes. Esto evidencia la necesidad de transformar la cultura institucional para priorizar el aprendizaje centrado en el estudiante y la flexibilidad curricular.
- Presiones económicas
El panorama económico para las instituciones educativas de la región también es desalentador. El informe proyecta una disminución significativa en las tasas de matrícula hacia 2030, principalmente en universidades pequeñas y medianas que dependen de estos ingresos para subsistir. A esto se suman los altos costos asociados a la modernización tecnológica, un componente crucial para mejorar la experiencia educativa y atraer a nuevos estudiantes.
Sin embargo, existe una esperanza, soluciones como las credenciales apilables y las suscripciones de aprendizaje representan una oportunidad para diversificar ingresos y adaptarse a las necesidades de los estudiantes no tradicionales.
- Integración tecnológica
La integración de tecnologías avanzadas es otro desafío complejo pero fundamental. Herramientas como los sistemas de análisis predictivo y las plataformas de gestión educativa prometen optimizar los procesos administrativos y personalizar la enseñanza, pero su adopción enfrenta barreras relacionadas con la infraestructura fragmentada y los elevados costos.
Según Pedró, «la tecnología ofrece enormes oportunidades para la educación universitaria, pero todavía estamos explorando».
Además, agrega el experto, la implementación tecnológica debe ir acompañada de un enfoque equitativo que garantice el acceso a todos los estudiantes, independientemente de su origen socioeconómico. Las herramientas como los sistemas de alerta temprana y la digitalización de procesos administrativos pueden desempeñar un papel crucial en este sentido, asegurando que los recursos lleguen a quienes más los necesitan.
El informe concluye que la educación superior en América Latina está en una encrucijada.
“Superar los desafíos identificados requiere un compromiso colectivo de las instituciones, los gobiernos y la sociedad en su conjunto”, expresan los autores.
Por otra parte, las soluciones tecnológicas, aunque prometedoras, deben integrarse de manera estratégica y equitativa, mientras que los modelos educativos necesitan evolucionar para responder a las demandas de un mercado laboral dinámico y a las expectativas de los estudiantes.