Reconocimiento de voz o subtítulos automáticos, son algunos recursos especiales con los que la Inteligencia Artificial (IA) está derribando barreras físicas de estudiantes con discapacidad o ‘necesidades especiales’, mejorando sus oportunidades educativas.
“La tecnología es un igualador para que los estudiantes de educación especial se relacionen con sus pares, interactúen con los docentes, tengan confianza y generen conocimientos académicos. La mejor tecnología en la educación otorga a los estudiantes con necesidades especiales condiciones de competencias académicas equitativas”, explica Whara Solano Garvizu, docente y miembro de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Solano agrega que la tecnología puede ser utilizada para mejorar la disponibilidad de las herramientas de apoyo y la accesibilidad de aplicaciones o software de fácil descarga, donde su uso es sencillo, eficaz e intuitivo permitiendo que muchos estudiantes con discapacidad, como aquellos que presentan algún nivel de discapacidad sensorial, puedan utilizarlas con mínima dificultad.
“Derriba las barreras físicas. Aquellos estudiantes que, debido a alguna lesión, usan sillas de ruedas, aparatos ortopédicos u otras formas de ayuda para la movilidad enfrentan muchos problemas de acceso, pero con la tecnología pueden nivelar las clases a distancia o vía remota”, puntualiza.
En el caso específico de la IA, esta tecnología puede mejorar la accesibilidad para estudiantes con discapacidad física. Por ejemplo, la IA puede utilizar tecnología de reconocimiento de voz para permitir que los estudiantes con discapacidad visual interactúen con el contenido de la clase.
Asimismo, existen tecnologías de seguimiento ocular que pueden permitir que los estudiantes con discapacidad motora controlen una computadora sin necesidad de usar un mouse o un teclado. En estos casos, la IA aprende patrones y reconoce movimientos para permitir un movimiento más fluido.
Otra manera en la que la IA apoya a la educación, es la generación de subtítulos automáticos para estudiantes con discapacidad auditiva y puede utilizar tecnología de traducción para estudiantes que hablan diferentes idiomas.
Los educadores, también, pueden utilizar la IA para ayudar a algunos estudiantes que tienen dificultades para retener información o para comprender conceptos abstractos. Los algoritmos de IA pueden identificar las áreas en las que un estudiante necesita ayuda y proporcionar sugerencias y recomendaciones específicas para ayudarles a comprender el material; o recurrir a la gamificación educativa para motivar a los estudiantes y hacer que el aprendizaje sea más divertido.
Los niños y niñas con discapacidad enfrentan muchas barreras de acceso a la educación, la cual necesitan para poder transformarse en ciudadanos saludables, felices y productivos. Según Unicef, estas barreras impiden que puedan ejercer su derecho a la educación, tal y como se reconoce en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD).
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la tecnología de asistencia (también llamada tecnología de apoyo) permite y promueve la inclusión y la participación, especialmente de las personas con discapacidad, los ancianos y los individuos con enfermedades no transmisibles.
“La finalidad principal de estos productos es conservar o mejorar las funciones y la autonomía de las personas y de este modo promover su bienestar. Estas ayudas permiten a las personas llevar una vida digna, sana, productiva y autónoma, así como estudiar, trabajar y participar en la vida social”, indica.
Un informe publicado por la OMS y UNICEF, el año 2022, revela que más de 2.500 millones de personas necesitan uno o más productos de apoyo, como sillas de ruedas, auxiliares auditivos o aplicaciones que sirven de apoyo a la comunicación y la cognición.
Educación personalizada
La experta señala que el uso de la tecnología no sólo beneficia a la educación especial, ya que la IA ofrece muchas ventajas en la educación regular también, personalizando la experiencia educativa.
“En el mundo en constante evolución tecnológica es importante estar al tanto de las herramientas tecnológicas y aquellos recursos que nos permiten transformar la educación y fomentar la creatividad y la innovación”, sostiene Solano.
Algunos de los beneficios para los educadores son los siguientes: aumenta la eficiencia en el aprendizaje, disminuye la dedicación de tiempo, genera innovaciones inéditas y, sobre todo, permite el desarrollo de recursos educativos personalizados, facilitando la retroalimentación para apuntar al logro de nuevas competencias.
“La tecnología, hoy en día, se convirtió en una herramienta casi indispensable en el aprendizaje y permite la creación de contenidos educativos. De esta manera, podemos individualizar, ser más creativos al elaborar nuestro material para que se ajuste a las necesidades y niveles de habilidades de los estudiantes”, resalta la académica.
La experta también indica que plataformas como Moodle, en la que se habilitan aulas virtuales por asignatura, sirven para realizar actividades de aprendizaje o implementar recursos de apoyo que complementan los contenidos temáticos.
“En definitiva, el aula virtual es un medio de intercambio de comunicación. Por medio de ella, los estudiantes identifican la planificación, denominada Diseño Instruccional, en la cual se establecen las actividades o tareas, siguiendo una secuencia de aprendizaje. Estas metodologías activas y los instrumentos de evaluación nos permiten identificar el nivel del aprendizaje de nuestros estudiantes. Todo está orientado al logro del resultado de aprendizaje y por ende al perfil profesional de la carrera”, puntualizó.