Las voces en defensa de una educación de calidad son recurrentes. La preocupación está incluida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible donde se proyecta la educación como uno de los motores del desarrollo más eficaces para reducir la pobreza.
En el ámbito local, también se destaca la importancia de la formación como piedra fundamental de cualquier país. El presidente de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, Zvonko Matkovic, asegura que aportar al crecimiento y a la educación de la juventud es “un trabajo no solamente noble, sino absolutamente necesario e indispensable para cualquier sociedad que desea progresar y desea sumergirse dentro de este mundo globalizado”.
El legislador marca el futuro inmediato. “De la juventud y de la educación de esos jóvenes salen las ideas, salen los nuevos modelos de negocio y el progreso y el norte que se le da a cualquier economía vigente”, manifiesta.
La educación mejora el tejido productivo
Para Sergio Siles, representante de la Federación de Empresarios Privados de La Paz, la educación es clave para mejorar el tejido productivo del país y lograr el desarrollo de la sociedad.
“La educación es la forma en la cual podemos capacitar para mejorar el tejido productivo y las oportunidades para nuestros jóvenes. Su aporte es trascendental para el desarrollo de cualquier sociedad”, afirma.
El economista sostiene que la dinámica de la sociedad está llevando a profesiones que antes estaban de moda a desaparecer y que otras, más disruptivas e innovadoras, se abran paso en la educación superior. Un trabajo coordinado para responder a las nuevas demandas de profesionales es el desafío para la academia y el sector privado.
Una mirada particular procede de la directora del Museo Nacional de Etnografía y Folklore de Bolivia, Elvira Espejo. En términos culturales, explica, la educación es primordial para conocer la diversidad de un país, en diferentes tiempos y espacios.
“El ser humano tiene que alimentarse de una educación amplia para que podamos mejorar en la sociedad. La educación va desde la casa, desde la familia, desde el territorio, desde la región, desde las universidades, de todos los espacios donde habitamos en realidad”, especifica.
Espejo considera que la educación es clave para la construcción de una mejor sociedad, pero desde un punto de vista más amplio.
“Por ejemplo, en términos de la alimentación, hablamos mucho desde un sistema universitario donde germinan las ideas que vienen de nuestras comunidades como las semillas. Hablar de las semillas que habitan diferentes territorios y espacios como la crianza mutua de la alimentación y así entender la horizontalidad de la educación (…)”, puntualiza.
Educación progresiva para transformar la sociedad
Patricia Choque, jefa de Mapeo de Soluciones del Laboratorio de Aceleración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), indica que solo con la educación y el conocimiento se puede lograr cambios y transformaciones en la sociedad a fin de cerrar brechas de desarrollo.
“Estamos viviendo una etapa en la que las brechas de género no se han cerrado. Tenemos brechas en el tema de educación y en salud. Hay un índice que es el índice de las brechas de género, que mide cuatro componentes, educación, salud, acceso a oportunidades y economía (…). En educación, nos falta cerrar esas brechas (…). Creo, sin embargo, que estamos en buen camino”, puntualiza.
Choque plantea que, para ello, se necesita una educación progresiva, que se adapte a los cambios, que incorpore la tecnología, que vea la innovación como un eje en el cual se puedan desarrollar las soluciones, que sea inclusiva y diversa.
La tecnología permite nuevas dinámicas de enseñanza más lúdicas e innovadoras
Educación para el desarrollo
Es el eje transformador que va a permitir que la sociedad llegue a la equidad, a la eficiencia y a lograr sus niveles de desarrollo que permitan que todas las personas vivan como personas iguales.
“La educación puede encontrar un eje conductor de desarrollo y de transformación para que estas personas logren realmente ser parte de una sociedad, ser parte de cumplir sus propias metas y con esto contribuir al desarrollo de nuestro país”, dice Gricel Ávila Zegarra, Coordinadora Senior Proyectos y Portafolio del Área Desarrollo Socioeconómico en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD Bolivia.
La educación debe enfatizar en el aprender haciendo
La periodista Priscila Quiroga sostiene, por su parte, que el desarrollo de un país está íntimamente ligado a la educación en todos sus niveles, desde la educación preescolar, el colegio o las universidades.
“Respecto a la calidad educativa en las universidades, tenemos un nivel muy alto en el país. Me gustan las universidades que hacen énfasis en el estudiante, a través de su filosofía de aprender haciendo, para lograr profesionales que aporten al desarrollo del país”, afirma.
El arte y la cultura también son educación
La educación, particularmente la universidad, es un espacio que ha permitido que muchos estudiantes se acerquen al arte y la cultura, ya sea desde el teatro, la danza, la música u otro tipo de expresiones artísticas.
“Mi propósito como actriz y artista está vinculado de manera directa con la educación porque solo desde ahí vamos a transformar el país. El propósito del espacio que dirijo en la ciudad de El Alto, a través de talleres de cultura o de teatro, es lograr que los jóvenes universitarios encuentren, a partir de este espacio, otros propósitos educativos”, dice Patricia García, docente de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, y responsable del taller cultural de esta Casa de Estudios Superiores.
Los jóvenes se constituyen en protagonistas de la educación porque ya no son el futuro del país sino su presente. “No solamente ellos tienen que estudiar nosotros también debemos estudiar para ellos y así intercambiarnos en una convivencia hacia un futuro promisorio para todos”, concluye.