Internacionalización con sabor boliviano: el desayuno que conquista al mundo

By Antonio Ortega

La salteña boliviana y el tradicional api son parte de la riqueza gastronómica del país.

La internacionalización en Unifranz no solo se vive en las aulas, también se saborea en cada plato que lleva la identidad de Bolivia más allá de sus fronteras. Hoy, la riqueza gastronómica del país es protagonista internacional, con los desayunos bolivianos brillando en la competencia organizada por el streamer español Ibai Llanos y despertando la curiosidad de miles de espectadores en todo el mundo.

Desayunar en cualquier rincón de Bolivia es mucho más que llenar el estómago al empezar el día: es casi un ritual, un arte que se sirve en la mesa familiar o se disfruta andando por las calles. Api con pastel, buñuelos, tucumanas o salteñas forman parte de la identidad de un país donde los sabores intensos y las porciones generosas marcan la diferencia.

Para el docente de Administración de Hotelería y Turismo de Unifranz y chef, Patricio Oviedo, la gastronomía nacional es un reflejo de la diversidad del país y, al mismo tiempo, una carta de presentación hacia el mundo.

“Si hablamos de la gastronomía boliviana, tenemos que hablar de que es un reflejo de la diversidad geográfica, cultural y climática que tiene el país. Los Andes, la Amazonía, el Chaco, los valles… todos esos factores se reúnen en la riqueza de la cocina boliviana. Esa singularidad de combinar técnicas ancestrales, como el chuño o el charque, con influencias coloniales y contemporáneas, nos da una gastronomía que tiene mucha identidad”, explica el docente Oviedo, quien imparte la materia de Alimentos y Bebidas.

El chef destaca que cada plato es portador de historia, tradiciones y cosmovisión: “Los sabores bolivianos suelen ser intensos, picantes, con contrastes entre lo dulce, salado y ácido. Eso genera una experiencia gustativa muy única. Todo eso hace que la comida boliviana sea una de las más deliciosas del mundo”.

Oviedo también resalta la fuerza del desayuno callejero, convertido en parte esencial del patrimonio cultural boliviano: “Es un fenómeno cultural, porque es una forma de sentir siempre el sabor casero y abundante. Se desayuna bien en Bolivia cuando comes en la calle: un api con pastel, buñuelos, tucumanas, Macho Camacho o salteñas. Siempre son porciones generosas, cercanas, accesibles y rápidas. Además, desayunar en la calle es vivir la ciudad, charlar con los vendedores y compartir con otros comensales”.

La apuesta de Unifranz por la gastronomía boliviana

En este camino de revalorización, Unifranz juega un rol clave como institución formadora de profesionales en turismo y gastronomía.

“Unifranz reconoce que la gastronomía no solo es cocina, es identidad cultural, motor económico y herramienta de innovación social. Apostar por la gastronomía boliviana implica rescatar productos, recetas y técnicas tradicionales. La comida boliviana tiene proyección internacional y todo el potencial para posicionarse como destino gastronómico de élite. Nuestros estudiantes son los embajadores de lo boliviano en el mundo, llevando los sabores de su tierra como carta de presentación”, destaca Oviedo. Así, lo que para muchos es un simple desayuno en la esquina de una plaza, se convierte en una experiencia cultural, histórica y de identidad. Y en palabras del chef: en una de las formas más sabrosas de vivir Bolivia.

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