Identificar señales y buscar apoyo profesional, claves para prevenir el suicidio

Identificar señales y buscar apoyo profesional, claves para prevenir el suicidio

Por Luis Flores

En 2005, en Brasil, un hombre intentó acabar con su vida desde una torre de transmisión, pero Diógenes Munhoz, integrante del cuerpo de bomberos de São Paulo, logró salvarlo mediante horas de escucha activa. Este acto subraya la importancia de identificar señales de alerta y buscar ayuda profesional antes de llegar a situaciones extremas. Los especialistas coinciden en que la intervención temprana es clave para prevenir el suicidio.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos una persona se suicida en el mundo. Cada año, más de 703.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos. Los desenlaces fatales podrían evitarse con anticipación, identificando las señales y buscando ayuda profesional a tiempo, recomienda el especialista Daniel Gonzales, psicólogo y docente de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

“Primero, hay que trabajar en la salud mental de las personas, es algo que como sociedad tenemos que prestarle atención”, advierte el experto. 

Cada año, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) registra alrededor de 100,000 muertes por suicidio en la región. América del Norte lidera las tasas de suicidio, seguida por el Caribe. En 2019, el 79,4% de estas muertes fueron de hombres.

Gonzales remarca que hay que darle tanta importancia a la salud mental, como se la da a la salud física. “Cuando uno se siente mal, debe buscar ayuda profesional, que oriente, que haga un diagnóstico, que evalúe, que pueda proponer un tratamiento”.

El lema del Día Mundial de la Prevención del Suicidio 2024-2026 es «Cambiar la narrativa». Tiene como objetivo derribar barreras como el estigma, crear conciencia y crear una cultura de comprensión y apoyo para prevenir el suicidio. “Todos, individuos, comunidades, organizaciones y gobiernos tienen un papel importante que desempeñar para cambiar la narrativa sobre el suicidio”, dice la OMS. 

Al buscar ayuda calificada, el especialista evaluará al paciente y determinará si requiere de intervenciones breves, llamadas de seguimiento, psicoterapias, terapia cognitivo conductual, terapia dialéctica conductual, medicamentos u otros tratamientos psicológicos o psiquiátricos.

El National Institute of Mental Health (Instituto Nacional de Salud Mental) destaca una serie de señales de advertencia a las que se debe prestar atención para prevenir el suicidio. Entre los indicios más comunes se encuentran:

  • Hablar sobre querer morir o desear matarse.
  • Expresiones de vacío o desesperación, o la sensación de no tener motivos para vivir.
  • Comentarios sobre sentirse atrapado o pensar que no hay solución a sus problemas.
  • Experimentar un dolor físico o emocional insoportable.
  • Sentir que se es una carga para los demás.
  • Alejarse de amigos y seres queridos.
  • Regalar pertenencias valiosas o importantes.
  • Despedirse de amigos y familiares.
  • Poner en orden sus asuntos, como hacer un testamento.
  • Asumir comportamientos de alto riesgo, como conducir de forma temeraria.
  • Hablar o pensar frecuentemente en la muerte.
  • Mostrar cambios drásticos en el estado de ánimo.
  • Aumentar el consumo de alcohol o drogas.
  • Expresar ira o deseos de venganza.

Estas señales son indicadores de que la persona podría estar en riesgo, y es crucial tomar medidas a tiempo, buscando ayuda profesional y apoyo emocional.

“Saber escuchar es importante. Hay que saber manejar los niveles de estrés, porque un estrés mal manejado se puede convertir en ansiedad, que más adelante se puede convertir en una depresión, con tendencias al suicidio”, comenta el psicólogo. 

Para Gonzales, las fechas en las que más se presentan casos son los días festivos relacionados al amor o fiestas de fin de año familiares, además de el fin de gestión por temas académicos y laborales. 

“En mi experiencia, los casos son más frecuentes en adolescentes durante la etapa escolar, especialmente al cierre de períodos académicos o en épocas festivas como fin de año, que tienen que ver con una presión familiar muy fuerte”. 

El impacto para los familiares de personas que comenten suicidio es “duro”, porque se generan responsabilidades y culpabilidad, por no darse cuenta de las señales o por no interceder a tiempo. 

“No es lo mismo perder una persona que está padeciendo una enfermedad, a que sea intempestivo”, señala el docente de psicología.  

La asfixia, las armas de fuego, la intoxicación con drogas, alcohol y el envenenamiento con plaguicidas y productos químicos son los cuatro métodos más utilizados para el suicidio, que representan el 91% de todos los suicidios en América.

Los factores de riesgo para personas de todos los géneros, edades y etnicidades son la 

depresión, trastornos mentales, consumo de sustancia ilícitas, antecedentes familiares de suicidio, exposición a violencia, estrés extremo u otra presión emocional psicológica.

Las razones y causas pueden ser variadas y a veces no comprensibles para el entorno. Si sospechas que alguien está atravesando una crisis y su vida está en riesgo, lo primero que debes hacer es ofrecerle tu apoyo sin juzgarlo y escucharlo. Sin embargo, también es indispensable buscar la intervención de especialistas para garantizar su bienestar y seguridad.

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