Por Luis Flores
José Del Toro buscó la novela boliviana La Chaskañawi, en su computadora en Internet, al ser un texto boliviano no lo encontró en la web y solo llenó su equipo con virus cibernéticos en su fallida búsqueda. Es cuando nació la idea de hacer una biblioteca virtual, libre y gratuita. El prototipo YoLeo aún se trabaja y se prevé su lanzamiento al público en 2025.
“El proyecto surge de la necesidad de afrontar esta problemática de falta de acceso a textos, mediante la implementación de una biblioteca en línea para mejorar el acceso a la lectura y fomentar el desarrollo educativo y cultural en la región, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”, explica Del Toro, responsable del proyecto y estudiante de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
El prototipo se trabaja con la docente de ingeniería de sistemas de Unifranz, Mónica Ustariz, como parte de los proyectos integradores, que buscan soluciones prácticas a problemas reales de la sociedad boliviana.
“El planteamiento es que el acceso a dichos recursos sea gratuito. En cuanto a los tipos de libros, la idea original es que sea ficción, pero obviamente estaría abierta también a ensayos y en realidad cualquier tipo de contenido”, afirma.
El proyecto es una de las 200 investigaciones presentadas en las Jornadas Unifranz de Investigación 2024 que buscan generar cambios en la sociedad desde el aporte universitario y que reúne proyectos científicos de estudiantes de distintas carrera de las cuatro sedes de casa de estudios superiores, un espacio que se ha convertido en referente para la difusión de la producción científica y académica de docentes y estudiantes.
Plataforma
Los textos están protegidos por derechos de autor, por lo que es necesario contar con la aprobación y consentimiento de los autores para incluirlos en la biblioteca virtual. Por lo que se precisa de un apoyo institucional para comprar derechos, detalla Del Toro.
“Estoy consciente de la necesidad de apoyo institucional sobre todo para alimentar de recursos la plataforma de manera legal”. Del Toro también prevé alianzas estratégicas con editoriales nacionales, autores locales y otras instituciones públicas y privadas.
La plataforma digital debe ser intuitiva para que los usuarios puedan desenvolverse de forma fácil. Debido a esto, el prototipo trabaja en los diagramas UML (Lenguaje Unificado de Modelado), que es una herramienta visual muy utilizada en el desarrollo de software y sistemas informáticos. También se tendrá una selección de tendencias de lectura y un rastreo de los libros más leídos, para que sean promocionados en la misma web.
“La implementación de una biblioteca en línea en Cochabamba se justifica económicamente por varios factores que demuestran su costo-efectividad y los beneficios económicos a largo plazo, como la reducción de costos operativos e infraestructura, bajo costo de adquisición y mantenimiento, apoyo a la economía local y un modelo sostenible”.
En el futuro, se prevé que la plataforma no sólo albergue libros, sino también audiolibros, películas, documentales, revistas y otros. “La lectura, por tanto, no solo enriquece la mente, sino también las relaciones humanas y la convivencia dentro de la sociedad”, dice el universitario.
Realidad de la lectura en Bolivia
Según una encuesta realizada en 2018 por IPSOS, casi la mitad de los bolivianos (48%) no leyó ni un solo libro, en todo un año. La cifra alerta sobre la urgente necesidad de fomentar el hábito lector en el país, que se mantiene por debajo en las estadísticas de la región.
En comparación con naciones como Brasil, Argentina o Colombia, donde las personas leen entre 4 y 6 libros al año, en Bolivia la cifra promedio se limita a 1 o 3 libros por persona. Esta brecha refleja no solo una diferencia en las cifras de lectura, sino también en las prácticas culturales y educativas que impulsan la relación con los libros.
Del Toro se define como un lector apasionado y ver los datos sobre lectura en Bolivia, se sintió preocupado y quiso aportar con una solución al tema. “Y la idea también partió de una encuesta que vi sobre hábitos de lectura en Bolivia. Todo se juntó para adentrarme en esto”, comenta.
El bajo nivel de lectura en el país está relacionado con varios factores, entre ellos la falta de un enfoque integral que promueva el gusto por los libros desde una edad temprana. La lectura no debería ser vista como una obligación, sino como una herramienta de aprendizaje y crecimiento personal.
Es fundamental ofrecer a los estudiantes y jóvenes herramientas que les permitan disfrutar y aprovechar los beneficios de la lectura, más allá de verla como una tarea obligatoria en la universidad o colegio.