En qué se parecen y en qué se diferencian el Aprendizaje Basado en Proyectos, Problemas y Retos

By Manuel Joao Filomeno Nuñez

Las metodologías activas se han consolidado como una de las principales alternativas para transformar la educación tradicional, al desplazar el foco desde la enseñanza magistral hacia el aprendizaje significativo. Entre las más difundidas se encuentran el Aprendizaje Basado en Proyectos, el Aprendizaje Basado en Problemas y el Aprendizaje Basado en Retos, enfoques que, aunque comparten principios comunes, presentan diferencias clave en su aplicación y resultados.

Estas metodologías buscan transformar la educación tradicional, situando al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje y orientándolo hacia la resolución significativa de situaciones reales . El punto de partida es común: el estudiante deja de ser un receptor pasivo para asumir un rol activo y responsable en su formación.

Proyectos, problemas y retos: tres caminos para un mismo objetivo

El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) se caracteriza por organizar el proceso educativo en torno al diseño y ejecución de un proyecto concreto. Esta metodología “se aleja de la enseñanza tradicional y motiva a los estudiantes mediante el planteamiento de preguntas o retos significativos, permitiendo que, no solo adquieran conocimientos, sino que también aprendan a aplicarlos de manera práctica”, explica Ariel Villarroel, miembro de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz). 

El resultado suele materializarse en un producto visible, como un informe, una presentación o un prototipo.

En el Aprendizaje Basado en Problemas, el eje no es el producto final, sino el proceso cognitivo. Esta metodología se inicia con un problema, real o simulado, que impulsa la búsqueda de información y el razonamiento crítico. 

“Es el propio estudiante quien busca una solución. El facilitador supervisa y orienta el proceso de aprendizaje”, señala Pablo Llano, también de la JEA de Unifranz, quien añade que los alumnos “asumen la responsabilidad de su propio aprendizaje, buscando diferentes formas para hallar una solución”.

Por su parte, el Aprendizaje Basado en Retos introduce un componente adicional: el impacto social y profesional. 

Este modelo “procura situar o confrontar a los estudiantes con problemáticas reales que requieren soluciones”, enfatizando la investigación, la innovación y el trabajo colaborativo, explica Mario Ariel Quispe, de la JEA de Unifranz. En este enfoque, el aprendizaje se vincula estrechamente con el entorno y el mundo laboral, promoviendo una experiencia formativa integral.

Similitudes: aprendizaje activo y competencias transversales

Las tres metodologías coinciden en colocar al estudiante como protagonista del proceso educativo y en promover el aprendizaje activo. Asimismo, comparten el objetivo de desarrollar habilidades transversales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad y el trabajo en equipo. Todas establecen una conexión directa entre los contenidos académicos y situaciones del mundo real, reforzando la pertinencia del aprendizaje.

Diferencias: inicio, resultados y rol docente

Las diferencias se evidencian en el punto de partida, el tipo de resultados y el rol del docente. Mientras el ABP por proyectos comienza con un proyecto previamente definido, el ABP por problemas parte de una situación no estructurada, sin una única solución posible. En el aprendizaje basado en retos, el proceso se orienta desde el inicio a generar soluciones aplicables que incidan en el entorno.

También varía el resultado esperado: en proyectos se prioriza el producto; en problemas, la comprensión profunda; y en retos, la acción con impacto social. En cuanto al docente, su rol evoluciona desde facilitador y guía hasta coach y mentor, especialmente en los retos, donde el acompañamiento ético y motivacional es fundamental.

En conjunto, estas metodologías activas representan distintas formas de responder a un mismo desafío educativo: formar estudiantes capaces de aprender, pensar y actuar en contextos complejos y cambiantes.

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