Por Matias Phillco
Las rupturas amorosas son experiencias emocionalmente desafiantes para cualquier persona, pero en el caso de las mujeres, el proceso puede estar influenciado por factores que añaden complejidad al duelo.
Tradicionalmente, se espera que las mujeres se comprometan profundamente en sus relaciones, lo que puede intensificar el impacto de una ruptura. Con el apoyo de expertos en psicología y estudios de género, podemos comprender mejor estas etapas y cómo las mujeres pueden navegar por este proceso de sanación.
Aceptar la necesidad de un espacio emocional y reconocer que no siempre se puede salvar una relación es un paso crucial. Buscar apoyo en redes de confianza y expertos en salud mental puede facilitar el proceso.
Para Carmen Aguilera, docente de la carrera de Psicología en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, las rupturas amorosas pueden ser una de las experiencias más devastadoras que alguien atraviesa y explorar estas fases y aprender cómo manejarlas puede facilitar la recuperación.
“Impactan profundamente en nuestras emociones y pueden alterar nuestra rutina diaria. Si bien cada persona vive este proceso de manera diferente, existen etapas emocionales comunes que la mayoría experimenta en mayor o menor medida. La aceptación no es resignación, es una señal de fortaleza. Cuando una mujer llega a esta fase, ha aprendido a valorar su propio bienestar y a priorizarse. Muchas veces, la aceptación viene acompañada de un redescubrimiento personal”, señala.
Diversos estudios y organizaciones que trabajan en el ámbito de la salud mental y los derechos de la mujer han puesto de relieve la importancia de tener un enfoque específico para las mujeres que atraviesan rupturas amorosas, ya que el proceso puede verse afectado por el condicionamiento social y las expectativas impuestas.
Según el Informe de ONU Mujeres sobre Salud Mental y Género, “muchas mujeres sienten que es su deber emocional mantener la relación, lo que retrasa su aceptación de la ruptura. Esta presión puede provenir de los modelos tradicionales de género, donde se espera que las mujeres prioricen la estabilidad emocional de la pareja sobre su propio bienestar”.
Consejos para manejar las etapas de una ruptura
Aguilera menciona algunos consejos relacionados para manejar las etapas de una ruptura:
- Romper con los estereotipos: las mujeres no deben sentirse presionadas por la sociedad para estar en una relación para validarse. Romper con estos estereotipos es crucial para su bienestar emocional.
- Buscar redes de apoyo femeninas: rodearse de otras mujeres que compartan experiencias similares puede ser una fuente invaluable de apoyo emocional y fuerza.
- Trabajar en el amor propio, es fundamental que las mujeres reconstruyan su autoestima, comprendiendo que su valor no depende de su estatus sentimental. La práctica de actividades que refuercen el amor propio es vital.
- Pedir ayuda profesional, si el proceso se vuelve abrumador, la ayuda de una terapeuta especializada en género puede ofrecer herramientas valiosas para enfrentar las emociones y reconstruir la vida personal.
Las mujeres suelen enfrentarse a una serie de expectativas y estigmas relacionadas con el rol de género que dificultan su proceso de sanación tras una ruptura amorosa. Las organizaciones que trabajan en el campo de la equidad de género señalan que la presión para «tener éxito» en el ámbito sentimental sigue afectando la forma en que las mujeres enfrentan las rupturas.
«En muchas sociedades, una mujer soltera sigue siendo vista como incompleta o fallida, mientras que un hombre en la misma situación es percibido como independiente. Estas percepciones influyen profundamente en cómo las mujeres abordan el duelo por una relación perdida”, menciona la académica.
Las mujeres deben aprovechar este momento para enfocarse en proyectos personales, metas profesionales y actividades que las ayuden a crecer. La autoafirmación y el amor propio son esenciales en esta etapa.
Con el enfoque adecuado y la ayuda de especialistas en psicología y género, las mujeres pueden superar el duelo y emerger más fuertes. Entender las etapas emocionales y romper con los estereotipos culturales permite una recuperación más saludable, centrada en el autocuidado y el crecimiento personal.