Educar para la vida: las universidades como epicentros de la respuesta a las crisis globales
La humanidad atraviesa una encrucijada histórica. Las crisis climáticas desplazan comunidades enteras, los sistemas económicos desiguales precarizan el trabajo, las transformaciones tecnológicas superan los marcos éticos existentes y una creciente pérdida de sentido vital recorre el planeta. En este contexto, concebir la educación únicamente como una herramienta técnica resulta insuficiente. Se necesita una educación para la vida, que forme ciudadanos críticos, conscientes y comprometidos con la sostenibilidad del planeta y el bienestar colectivo.
“En estas múltiples crisis económica, social, ambiental y, por no decir, crisis de sentido, creemos que la educación es la única alternativa para realmente cambiar las cosas desde raíz”, afirma Verónica Ágreda, rectora nacional de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, institución que impulsa una renovada visión educativa con mirada de futuro.
En este marco, los días 3 y 4 de julio, Santa Cruz de la Sierra será sede del VI Foro Internacional de Innovación Educativa, un espacio de diálogo y acción en torno a la educación para la sostenibilidad. El evento, organizado por Unifranz, reunirá a expertos nacionales e internacionales como Francesc Pedró, director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (UNESCO-IESALC); Javier Medina, secretario ejecutivo adjunto de la Comisión Económica de América Latina (CEPAL), representantes de la Siemens Stiftung, académicos de Harvard y autoridades nacionales.
El foro también será el escenario para lanzar la iniciativa “Santa Cruz, territorio STEM”, que busca impulsar el desarrollo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas en el país.
Para Francesc Pedró, invitado de honor al foro, el verdadero valor de este tipo de encuentros radica en que “la universidad se interpela a sí misma” y actúa como una comunidad activa que busca soluciones.
Recientemente, el experto internacional y la rectora de Unifranz compartieron reflexiones sobre los desafíos y oportunidades de la educación para la sostenibilidad durante una entrevista virtual en el programa Sin Compostura.
Educación en tiempo de crisis
La educación, según explica, también atraviesa su propia crisis, y parte del problema radica en el desajuste entre la formación que se ofrece y las necesidades reales del mundo actual.
“En un momento de crisis, la universidad tiene que convertirse no solo en el oráculo de hacia dónde tenemos que ir, sino en una comunidad viva —de profesores, estudiantes y personal técnico— que busque salidas concretas a los desafíos de nuestra época”, sostiene.
El académico de la UNESCO advierte sobre el desfase entre los perfiles profesionales tradicionales y las demandas de un mercado laboral cada vez más complejo, marcado por la irrupción de la inteligencia artificial, el teletrabajo, las nuevas tecnologías y la crisis ambiental.
“Los estudiantes de hoy no son como los de hace veinte años. Las estrategias pedagógicas deben ser más diversas y adaptativas para mantenerlos en la ruta hacia el éxito”, remarca.
Desde su visión, las universidades deben enfocar sus esfuerzos en tres grandes campos: el desarrollo de la ciencia y la tecnología —en especial las vinculadas a la inteligencia artificial—; el impulso de una economía verde que promueva profesiones sostenibles y el uso responsable de los recursos naturales; y el fortalecimiento de las profesiones del cuidado, aquellas que nos recuerdan “lo que verdaderamente nos hace humanos”.
En este último punto, Pedró hace hincapié en la importancia de formar profesionales en áreas como la educación, la salud, el periodismo y las humanidades. “No se trata solo de preparar ingenieros, sino de formar personas capaces de construir un futuro más justo y empático”.
Coincide en que la transformación educativa debe ser integral y que el conocimiento no puede seguir transmitiéndose de forma estática ni encasillado en modelos tradicionales.
“La educación que recibimos nosotros ya fue. Lo que necesitan las nuevas generaciones es otra, porque es un mundo mucho más complejo y competitivo. Las nuevas generaciones necesitan aprender a aprender durante toda la vida”, afirma. En ese sentido, destaca la relevancia de las microcredenciales y la formación continua como herramientas clave para enfrentar los desafíos laborales y sociales del futuro.
“Hoy hablamos de profesiones que todavía no existen. Hace unos años nadie pensaba en un community manager, ahora ya es indispensable. Pronto necesitaremos expertos en ciencia de datos, inteligencia artificial, energías alternativas (…) y todo en tiempo real, no podemos esperar cuatro años para aplicar lo que aprendemos”, subraya Ágreda. Estas transformaciones, dice, exigen que las universidades formen jóvenes resilientes, adaptables, con pensamiento crítico y conciencia ética.
El foro buscará precisamente ser un espacio para imaginar, construir y comprometerse con ese nuevo modelo educativo. No solo contará con expertos internacionales, sino que también involucrará a universidades públicas, privadas, indígenas y de régimen especial, así como a organismos internacionales y autoridades gubernamentales. La apuesta es generar un punto de inflexión en el sistema educativo boliviano.
Entre las actividades programadas, se abordará también la urgencia de una agencia nacional de acreditación de calidad educativa, una deuda pendiente del país. “La calidad de la educación está en una crisis más profunda que el sistema en sí. No podemos seguir esperando que se resuelva sola”, advierte Ágreda.
Según datos de la UNESCO, ocho de cada diez niños de 10 años no comprenden lo que leen, una señal de alerta que exige actuar desde la raíz del sistema.
Como espacio de articulación, el foro ofrecerá mesas de trabajo, conferencias magistrales, presentaciones de casos exitosos y debates sobre el futuro de la educación en Bolivia y América Latina. “Si realmente queremos transformar nuestras sociedades, tenemos que poner todos los recursos y esfuerzos en la educación. Solo así el país tendrá futuro”, concluye la rectora.
