Por Manuel Filomeno
Las redes sociales son espacios de encuentro, de entretenimiento y de información, sin embargo, su uso indiscriminado puede tener efectos nocivos en la salud mental y bienestar de sus usuarios, sobre todo los más jóvenes.
¿Cuál es el límite de tiempo que un joven puede usar las RRSS de manera saludable y positiva? Aparentemente, esta ventana se limita a 30 minutos diarios, de acuerdo con un reciente estudio realizado por la Universidad Estatal de Iowa, en Estados Unidos.
La investigación involucró a 230 estudiantes universitarios asignados aleatoriamente a un grupo de intervención, los cuales recibieron recordatorios para moderar su tiempo en línea.
Los resultados indican que limitar el uso de redes sociales a 30 minutos diarios puede tener un impacto positivo significativo sobre el estado mental, reduciendo la ansiedad, depresión y soledad en usuarios jóvenes (niños y adolescentes).
Durante el experimento de dos semanas, se observó que los participantes que siguieron la recomendación evidenciaron una mejora notable en su bienestar emocional. Además, estos jóvenes reportaron sentir una mayor cantidad de emociones positivas, tales como sentirse animados y orgullosos, en comparación con aquellos del grupo de control.
Para Edwin Pocoaca, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, la clave del uso saludable de las redes sociales pasa por saber equilibrar las actividades que uno realiza, estableciendo el autocontrol.
“Si bien es necesario usar la tecnología y las redes sociales, no dejemos de practicar aquellos hábitos que se tenían antes, como por ejemplo las salidas al aire libre, el deporte, las visitas a amigos y familiares y seamos dueños de nuestro tiempo y de nuestra persona, controlando nuestros impulsos, respetando nuestros tiempos y cuidando nuestra salud”, reflexiona el académico.
Educar sobre el uso responsable de estas plataformas, fomentar el equilibrio entre la vida en línea y la vida real, y promover la salud mental son pasos fundamentales para mitigar estos impactos negativos y cultivar una relación saludable con la tecnología.
El uso excesivo es peligroso
Profesionales del área de la psicología alertan que las redes sociales o las plataformas digitales son un factor clave en el aumento de la ansiedad, depresión y trastornos alimenticios y sugieren acciones educativas en torno al uso de las redes sociales.
“Hay que educar para enseñar a protegerse, porque estos peligros en Internet van a seguir existiendo. Al parecer no toda la sociedad ha comprendido el impacto que el uso excesivo de RRSS tiene en la personalidad del individuo y en el desarrollo infantil y adolescente”, sostiene Pocoaca.
Un reciente estudio, titulado ‘Impacto del aumento del uso de Internet y las redes sociales en la salud mental de jóvenes y adolescentes’, reveló datos preocupantes sobre la relación entre el tiempo dedicado a las plataformas digitales y el bienestar emocional de la población más joven.
Según este análisis, un alarmante 33% de los niños y adolescentes de entre 12 y 16 años muestran signos de una posible dependencia compulsiva a estos medios. Comparativamente, un 11.3% de los jóvenes entre 15 y 24 años también presenta un riesgo similar de adicción.
“En relación al uso excesivo e indebido de RRSS se ha incrementado la aparición de trastornos de sueño, fatiga, ansiedad, estrés, depresión y problemas de autoestima. Es decir que el uso excesivo de las redes sociales alimenta los problemas de salud mental”, dice el experto.
La depresión, el ciberbullying, el autoconcepto debilitado y hasta el suicidio podría ser una consecuencia del uso excesivo de las redes sociales.
La ansiedad también forma parte de este impacto psicológico, porque el uso excesivo de redes sociales va generando ansiedad por permanecer conectado y estar pendiente a las redes sociales, perdiendo la noción del tiempo y abandonando sus actividades cotidianas.
El aislamiento social por la sustitución de las interacciones cara a cara puede generar una sensación de soledad y desconexión con el mundo real y se constituye en otro de los efectos negativos, al igual que la adicción o necesidad de revisar notificaciones, actualizar el feed y mantenerse al día con las publicaciones.