Por Manuel Filomeno
Un buen líder puede marcar la diferencia entre la victoria y la derrota. Los líderes impulsan, guían y acompañan el crecimiento de las organizaciones, pero también de los grupos de amigos, equipos y familias. Los buenos líderes saben gestionar a sus equipos, conocen las fortalezas y debilidades de cada miembro de la organización y ponen el hombro cuando es necesario, por el contrario, los malos líderes alimentan las rencillas en las organizaciones, no reconocen el trabajo en equipo y no motivan.
“Un líder debe fomentar como factor primordial la actitud, que la persona cultive sobre diferentes situaciones para generar valor positivo en sus acciones y éstas se vean reflejadas en el futuro como resultados crecientes para toda organización”, explica Carola Zeballos, docente de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz,
Para la experta, un líder debe ejercer un estilo de liderazgo entre el equipo de trabajo, la capacidad de motivación para con sus pares y dependientes y, sin duda, debe contar con habilidades creativas y de comunicación efectiva para la transmisión oportuna de información y dirección de su personal (team work).
Qué no hace un buen líder
Sin embargo, cuando el liderazgo está mal planteado se producen problemas en las organizaciones. Estas son 10 cosas que un buen líder nunca debe hacer de acuerdo con una encuesta realizada por el portal Entrepreneur, en base a entrevistas a líderes empresariales.
- Fomentar la división entre sus empleados
Un líder eficaz debe evitar fomentar la división entre sus empleados. En lugar de dividir, debe promover la cooperación y la colaboración dentro del equipo. Crear un ambiente de trabajo donde todos se sientan incluidos y valorados puede mejorar la moral y la productividad.
- Participar en chismes (o generarlos)
Un buen líder debe fomentar la comunicación abierta y honesta, abordando los problemas de manera directa y profesional. Mantener la integridad y la discreción es fundamental para cultivar un ambiente laboral saludable y productivo.
- No reconocer el trabajo de su equipo
El reconocimiento es una herramienta poderosa que un líder no debe subestimar. No reconocer el trabajo de su equipo puede llevar a la desmotivación y el resentimiento. Apreciar y celebrar los logros de los empleados es crucial para mantener la moral alta y motivar a los empleados a seguir dando lo mejor de sí.
- Mostrar preferencia por algún empleado
Mostrar preferencia por algún empleado puede crear resentimiento y divisiones dentro del equipo. Es fundamental que un líder trate a todos los miembros del equipo con equidad para mantener un ambiente de trabajo justo y respetuoso.
- Criticar el trabajo de otros líderes
Criticar el trabajo de otros líderes puede ser contraproducente, especialmente si no afecta directamente los objetivos del equipo. Es importante enfocarse en el propio desempeño y en cómo se pueden superar los desafíos.
- No involucrarse en los procesos de su equipo
Involucrarse permite al líder entender mejor los desafíos que enfrenta el equipo y ofrecer el apoyo necesario. Un líder presente y comprometido puede guiar mejor a su equipo hacia el éxito y solucionar problemas de manera proactiva.
- No motivar a los empleados para que aprendan cosas nuevas
Un buen líder debe siempre alentar el desarrollo profesional y el aprendizaje continuo en su equipo. No motivar a los empleados para que aprendan cosas nuevas limita su crecimiento y el potencial del equipo. Fomentar la capacitación y el desarrollo de habilidades no solo mejora el desempeño individual, sino que también fortalece la capacidad del equipo para adaptarse a nuevos desafíos y oportunidades.
- Cerrarse a nuevas ideas «porque ya saben que funciona»
Estar cerrado a nuevas ideas porque «ya saben que funciona» puede estancar el crecimiento y la innovación. Un líder debe estar abierto a la innovación y a nuevas ideas para promover el crecimiento y la mejora continua.
- Transmitir negatividad y apatía al equipo
Un líder que transmite negatividad y apatía puede desmotivar a su equipo y afectar el ambiente de trabajo. Es fundamental que un líder inspire confianza, tranquilidad y seguridad para mantener la motivación del equipo.
- No trabajar
La coherencia entre las palabras y las acciones es esencial para un líder. No trabajar y esperar que el equipo siga su ejemplo es contraproducente. Demostrar con el ejemplo es fundamental; un líder debe ser un modelo a seguir en términos de ética laboral y compromiso.
Características de un buen líder
Los líderes son necesarios en organizaciones que se desenvuelven en todo tipo de ámbitos y/o sectores, desde organizaciones sociales, públicas y privadas, porque es la persona que marca la línea estratégica a seguir y lograr su cumplimento.
De ahí que el líder debe cultivar y fortalecer algunos valores personales para destacar en un mercado cada vez más competitivo, tales como la ética, la honestidad, el optimismo o la valentía.
Para Zeballos, el valor principal es la confianza. Todo líder en la empresa, debe poner en práctica este valor con sus dependientes, para que el trabajo, a través de la comunicación de información, mantenga un conducto regular de ida y vuelta efectivo.
“El equipo de trabajo debe estar en la misma sintonía y consciente de ejercer respeto entre sus acciones y palabras en todo momento, partiendo de la cabeza hacia todo el personal, con el fin de vivir en un clima organizacional armónico, dinámico, pero eficaz y responsable”, finaliza.