Conocimiento e innovación: la apuesta educativa para un desarrollo sostenible desde América Latina

En el siglo XXI, el conocimiento se consolida como el recurso estratégico más valioso para alcanzar el desarrollo sostenible. La hiperconexión, las transformaciones tecnológicas aceleradas y las múltiples crisis exigen soluciones que partan desde las aulas.
“La aceleración del conocimiento, el acceso masivo a la tecnología y la creciente interconectividad global están transformando radicalmente nuestras sociedades. Frente a ello, las universidades deben asumir un rol más activo, innovador y socialmente comprometido”, afirmó David Julien, secretario general ejecutivo de la Organización Universitaria Interamericana (OUI), durante su ponencia en el Foro Internacional de Innovación Educativa (FIIE 2025).
En el evento, organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Julien compartió una visión clara sobre el papel de la educación superior en la construcción de un futuro más equitativo, innovador y resiliente.
Desde una perspectiva crítica y propositiva, Julien contextualizó los cambios que atraviesan al mundo actual: el poder económico ha migrado de las industrias extractivas hacia el sector tecnológico; la conectividad ha superado el 100% en varias regiones, incluso con más dispositivos móviles que personas; y la producción de conocimiento se ha multiplicado de forma exponencial. Este nuevo escenario exige que la educación superior deje de ser un espacio rígido y tradicional para convertirse en un ecosistema dinámico, colaborativo e inclusivo.
Según Julien, uno de los mejores ejemplos de internacionalización del conocimiento fue el desarrollo acelerado de las vacunas contra la Covid-19, que se logró gracias a la ciencia abierta y la colaboración intercontinental entre laboratorios.
“El acceso al conocimiento y su circulación rápida permiten tomar decisiones más informadas, mejorar políticas públicas y generar soluciones locales con impacto global”, sostuvo.
Universidades ante el reto de reinventarse
Julien enfatizó que la educación superior debe abandonar estructuras conservadoras que limitan la innovación. Señaló que, aunque las universidades han empezado a transformar sus metodologías —con el uso de simuladores, laboratorios de innovación, plataformas digitales y aprendizaje híbrido—, aún persisten símbolos y prácticas tradicionales que no responden a los desafíos actuales.
“La docencia, la gestión académica y la investigación deben adaptarse a una nueva lógica, donde el estudiante ya no espera recibir conocimiento pasivamente, sino participar activamente en su construcción. Para ello, necesitamos liderazgos universitarios capaces de romper esquemas y abrirse al cambio”, subrayó Julien.
En ese sentido, destacó que la internacionalización de la educación superior no se limita a la movilidad física de estudiantes y docentes, sino que también abarca modalidades virtuales y colaborativas que amplían el acceso sin importar barreras geográficas o económicas.
Innovación educativa con impacto regional
Durante el FIIE Unifranz 2025, Julien presentó la iniciativa eMOVIES de la OUI: una plataforma que facilita la movilidad virtual estudiantil y docente entre universidades de América. Esta herramienta permite que instituciones de distintos países intercambien cursos y conocimientos sin costos adicionales para los estudiantes. En pocos años, eMOVIES ha logrado más de 10.000 movilidades virtuales, involucrando a 140 instituciones de 15 países.
“Uno de los grandes aportes de eMOVIES es que democratiza el acceso al conocimiento internacional, eliminando barreras económicas y promoviendo la equidad. No se trata solo de mandar estudiantes a otro país, sino de crear experiencias académicas compartidas que enriquezcan el currículo y fortalezcan la perspectiva global de todos los actores involucrados”, explicó Julien.
Además, el programa COIL (Collaborative Online International Learning) promueve la co-docencia entre profesores de distintos países, lo que enriquece la enseñanza desde múltiples contextos y visiones. Estas estrategias representan un cambio de paradigma: el conocimiento como bien común, distribuido, accesible y colaborativo.
Una plataforma educativa con espíritu interamericano
La Organización Universitaria Interamericana, con sede en Montreal, agrupa a más de 400 instituciones de educación superior en 28 países. Bolivia, como parte de la región andina, es uno de los miembros más activos, con alrededor de 25 universidades afiliadas. Julien enfatizó la importancia de fortalecer estos lazos regionales y crear puentes de colaboración en temas como investigación, innovación pedagógica, inclusión y liderazgo universitario.
Dentro de sus programas formativos, la OUI ofrece diplomados, cursos y becas orientados a capacitar a docentes, investigadores y gestores universitarios en áreas clave como la internacionalización del currículo, la visibilidad científica, la gestión de ambientes de innovación y las políticas institucionales de inclusión.
La participación activa de instituciones como Unifranz en espacios internacionales fortalece el posicionamiento del país en redes globales de conocimiento y abre nuevas oportunidades para estudiantes y docentes. El FIIE Unifranz 2025, al acoger ponencias como la de Julien, reafirma su compromiso con una educación disruptiva, conectada con el mundo y orientada al desarrollo sostenible.
Hoy, más que nunca, el conocimiento no es solo una herramienta de progreso personal, sino un motor colectivo para construir un futuro más justo, equitativo y sostenible para todos.