Cómo detectar la afasia y mejorar el habla con técnicas de estimulación cerebral

By Aldo Juan Peralta Lemus

La afasia no tiene una cura definitiva, existen múltiples tratamientos que permiten mejorar de manera significativa la comunicación.

La afasia es un trastorno del lenguaje que afecta la capacidad de comunicarse, ya sea al hablar, comprender lo que se escucha, leer o escribir. Se produce cuando se dañan áreas del cerebro responsables del lenguaje, generalmente como consecuencia de un accidente cerebrovascular, traumatismos craneoencefálicos, tumores o enfermedades neurodegenerativas. 

“Cualquier trastorno, patología o disfunción que llegue a interferir con el habla o con la comprensión de las palabras, llegará a interferir con funciones cognitivas básicas, relacionadas con acefalías psicológicas y fisiológicas del encéfalo —generalmente en el lado izquierdo del cerebro—, ganglios basales y cerebelo; pudiendo ocasionar por ejemplo afasia entre otros, impidiendo que la persona se comunique con los demás de forma eficaz y efectiva”, explica Carmen Aguilera, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz).

En la afasia, el daño cerebral se traduce directamente en dificultades para producir y comprender el lenguaje, afectando la capacidad de expresarse y de interactuar con su entorno de manera adecuada.

Aunque la inteligencia no se ve afectada, la afasia puede alterar profundamente la vida diaria, dificultando la comunicación con familiares, amigos o en el entorno laboral. Detectarla a tiempo y recibir el tratamiento adecuado es fundamental para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Tratamientos más efectivos

Aunque la afasia no tiene una cura definitiva, existen múltiples tratamientos que permiten mejorar de manera significativa la comunicación. La intervención temprana y constante es fundamental. Los enfoques más eficaces son:

  1. Terapia del lenguaje y la comunicación: La logopedia es el pilar del tratamiento. Consiste en ejercicios para recuperar palabras, mejorar la articulación, reforzar la comprensión auditiva y lectora y desarrollar estrategias alternativas de comunicación. 
  2. Estimulación magnética transcraneal (TMS): Esta técnica no invasiva utiliza impulsos magnéticos para activar o inhibir áreas cerebrales específicas. Combinada con la logopedia, puede favorecer la reorganización neural y mejorar el habla, especialmente tras un accidente cerebrovascular.
  3. Estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS): Consiste en aplicar corrientes eléctricas suaves sobre el cuero cabelludo para potenciar la plasticidad cerebral. Es segura, accesible y cada vez más utilizada como complemento a la terapia del lenguaje.
  4. Sistemas alternativos de comunicación: Tablets, aplicaciones, pictogramas y comunicadores electrónicos permiten suplir las limitaciones del habla. Estos recursos fomentan la autonomía y reducen la frustración, especialmente en las etapas iniciales de recuperación.
  5. Terapias centradas en la vida cotidiana: Modelos como el Life Participation Approach for Aphasia integran la rehabilitación al día a día del paciente, involucrando a familiares y cuidadores. Esto mejora la confianza, facilita la comunicación y aumenta la participación social.

“El objetivo es brindar un grado de funcionamiento alto en los niveles físicos, psicológicos y de adaptación social, lo que se busca es lentificar el deterioro cognitivo y llegar a mantener las capacidades, funciones y habilidades que aún están preservadas”, destaca la académica.

El diagnóstico temprano es crucial para diferenciar tipos de afasia como: Broca, Wernicke, global y causas, permitiendo intervenciones oportunas.

Cómo detectar la afasia

Identificar la afasia requiere observar cambios en la forma de hablar y entender el lenguaje. Reconocer los primeros signos de afasia es clave para iniciar un tratamiento efectivo y mejorar la comunicación del paciente. Algunos signos tempranos incluyen:

  • Dificultad para encontrar palabras: la persona sabe lo que quiere decir, pero no encuentra la palabra correcta, reemplazándola por otra o rodeándola con explicaciones.
  • Frases cortas o incompletas: hablar se vuelve lento y entrecortado, omitiendo palabras pequeñas como “el” o “de”.
  • Problemas de comprensión: no entender instrucciones sencillas o conversaciones habituales, aunque la persona mantenga un discurso fluido.
  • Frases sin sentido o palabras inventadas: el habla puede sonar coherente, pero algunas palabras no existen o se usan incorrectamente.
  • Dificultad para leer o escribir: leer un texto simple o escribir frases puede resultar complicado.
  • Problemas para repetir palabras: escuchar algo claramente, pero no poder repetirlo correctamente.

Si se observan varios de estos síntomas tras un accidente cerebrovascular o un trauma, es importante acudir de inmediato a un especialista en neurología o logopedia, este último es un terapeuta del habla. Este trabaja con personas de todas las edades para ayudarles a mejorar su capacidad de comunicarse y funciones relacionadas como tragar y masticar. 

La afasia es un desafío, pero los avances en rehabilitación y estimulación cerebral han mejorado el pronóstico de muchos pacientes. Con un diagnóstico temprano, terapia intensiva y el acompañamiento familiar, es posible recuperar habilidades comunicativas esenciales. La constancia, el entorno adecuado y el uso de herramientas adaptadas marcan la diferencia en la recuperación y permiten que la persona recupere autonomía y calidad de vida.

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